Una semana trágica para la aviación comercial de tres continentes

Desde el 18 de julio hasta hoy tres vuelos civiles terminaron en tragedia. Dos de esas aeronaves cayeron por razones que se investigan, pero estarían relacionadas con el clima, en el caso de la caída de un avión en Taiwán, y con desperfectos técnicos, en el caso de un avión en Argelia. Uno, el primero, fue derribado por la acción de armas de fuego en Ucrania.

La tragedia en Ucrania

Hace exactamente una semana, el jueves 18 de julio, un Boeing 777 de la aerolínea Malaysia Airlines partió de Holanda con destino a Kuala Lumpur. Promediando el viaje, mientras sobrevolaba por la hoy hostil zona de Ucrania, fue derribado por un misil. El vuelo MH370 llevaba 298 pasajeros a bordo, en su mayoría holandeses. Todos murieron. La consternación por el accidente no fue solo del Gobierno de Holanda, numerosos países exigían que se investiguen a fondo y de manera imparcial las circunstancias del siniestro. En la zona de derribo se produce un conflicto armado que enfrenta al gobierno ucraniano con rebeldes prorusos.

Una tragedia en Asia

Al menos 51 pasajeros de un vuelo de la compañía TransAsia murieron este miércoles cuando el avión en el que se trasladaban se estrelló en la isla de Penghu. Además hay siete heridos. El avión tenía a bordo 54 pasajeros y cuatro tripulantes. Se trataba del vuelo GE 222, que fue sorprendido en pleno vuelo por el tifón Matmo. Iba desde Kaohsiung a Makung. Un primer intento de aterrizaje falló, pero el piloto, Lee Yi-lang pidió una nueva autorización para tocar pista. Volvió a fracasar en el intento y luego perdió contacto radial con la terminal aérea. Todas las fuentes coinciden en atribuirle la catástrofe a la presencia del tifón Matmo, que le impidió al piloto llevar adelante el plan de vuelo normal. El fenómeno ha causado múltiples daños en la zona.

También en África

Un avión de la línea africana Air Algérie, salía esta mañana desde Burkina Faso, con destino a Argelia. Casi una hora después del despegue, las autoridades de aviación civil argelinas perdieron el contacto con la aeronave, que pertenece a la compañía española Swiftair. Abordo viajaban 110 pasajeros. Medios argelinos reportan que la aeronave cayó en el desierto del Sahel, es una zona seca en la que apenas hay carreteras y en las que, en esta época del año las temperaturas pueden alcanzar los 45 grados de temperatura. La aeronave transportaba a 116 personas, 110 pasajeros y 6 tripulantes. Se desconoce, al momento, el saldo de víctimas.