Misiones es la provincia con mayor oferta de cultos no católicos del país

Martes 3 de marzo de 2015 | 06:57hs.
Imposición de las manos. | En Shekinah creen que es una conexión directa con Dios.

Misiones es la cuarta provincia del país en cantidad de cultos registrados. Pero en relación a su densidad poblacional es el distrito con mayor oferta de templos no católicos de todo el país, porque si bien las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tienen mayor cantidad de inscriptos en el Registro Nacional de Cultos, triplican y cuadruplican en población y territorio a la tierra colorada.

 

Según explicaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto “es la región con la mayor presencia de cultos inscriptos que no pertenecen a la Iglesia Católica Apostólica Romana”.

 

Actualmente hay en Misiones registrados 1.168 organizaciones religiosas, la mayoría de ellas en las zonas Centro y Sur. Comparativamente a nivel regional, Corrientes por ejemplo figura con 420 cultos y Formosa con 480.

 

Desde el 2007 la provincia tiene rubricado el convenio con el Registro Nacional de Cultos, junto a unas diez provincias. Otras, como Córdoba, no se rigen por este convenio.

 

A raíz de ello, en Posadas se sitúa la Subsecretaría de Cultos dependiente del Ministerio de Gobierno. Ésta funciona como mesa de entrada que recibe las solicitudes de inscripción de nuevos cultos y las envía a Nación para su aprobación.

 

Si bien se contabilizan 1.168 sitios inscriptos, muchos son filiales de una misma iglesia. En sí, las sedes centrales suman 61, por lo que se puede sostener que hay más de 60 religiones o cultos diferentes en la provincia. Solamente el año pasado se recibieron un total de ocho solicitudes de nuevas iglesias que están en proceso de aprobación.

 

A grandes rasgos las corrientes presentes en Misiones son adventista, africanista-umbandista, bautista, budista, cristiana evangélica, luterana, pentecostal, bahais, gnóstica, israelita, iglesia ortodoxa, mormona, pueblos originarios y testigos de Jehová.

 

Asimismo existen filiales que no están registradas, a pesar de que quienes lo están tienen beneficios como el de evitar el embargo del edificio donde funciona el templo o las filiales religiosas. Esto último se logró gracias a la ley provincial XII N° 17.

 

Todo trámite para registrar un culto es gratuito y no se necesita patrocinio letrado alguno. Los requisitos que hay que cumplir son 20 y tienen que ver, entre otros, con poseer la historia de la organización religiosa, las características de la doctrina.

 

Además de los elementos distintivos del culto, actividades permanentes y regulares del culto, el armado de un estatuto, dónde y cómo se forman sus ministros, contratos de locación o comodato del lugar donde funciona la institución y un listado detallado que acredite el número aproximado de fieles o adherentes a la entidad religiosa.

 

Misiones, crisol religioso
La doctora en Antropología María Elena Kraustofl analizó por qué en Misiones se da este florecimiento de cultos religiosos. Explicó que “la provincia contiene mucha relación con Paraguay, Brasil y Corrientes, y que a esa particularidad se suma el arribo de inmigración de origen europeo y luego de población asiática como laosianos, japoneses y chinos”.

 

Según Kraustofl, “la comunidad misionera exhibe una panorama muy amplio de prácticas y creencias religiosas y para comprender esa realidad plurireligiosa hay que tener en cuenta la población autóctona de raíces guaraníes; sumada a la cultura criolla de las sucesivas migraciones se fue mixturando en entramados de gran diversidad en cuanto a las prácticas de cultos y a las consabidas concurrencias que presenta la religiosidad popular y el curanderismo”.

 

El budismo en Misiones
Si bien el culto evangélico figura en los registros como el más extendido en la provincia, entre las más peculiares se encuentra el budismo, profesado por los inmigrantes laosianos que llegaron a Posadas en 1979.

 


Recientemente este medio ha publicado que sus seguidores están construyendo una estatua de Buda Sama Samphutachao, una de las más grandes de la zona.

 


En estos días existen 60 familias provenientes de Laos, Tailandia y Camboya viviendo en distintas localidades misioneras.
Quien preside el templo budista misionero, Kisue Insriyiengmay, destacó que son una comunidad abierta y todos pueden acercarse a meditar y profesar el budismo, pero si bien hace 35 años se instalaron en Argentina, no todos hablan bien castellano y su libro no está disponible en el idioma. Por lo que su religión no puede ser tan difundida.

 

Según su tradición hay que vivir como Buda y pasar todas las cosas por las que pasó él. Sus cinco mandamientos son: no matar, no robar, no ser infiel, no mentir y no consumir bebidas alcohólicas.

 

 
Por ello se hace mucho hincapié en la meditación y el ayuno. Los monjes no comen alimentos sólidos después de las 12 del mediodía. Creen que todo tiene su lado bueno y su lado malo (el ying y el yang) y que todo debe mantenerse en un justo equilibrio con la naturaleza. Además creen que las buenas personas tienen la posibilidad de reencarnar en nuevas vidas. Se rigen por el antiguo lema: mens sana in corpore sano. Es decir, en cuanto a lo físico: alimentarse bien; en cuanto a la mente: no tener malos pensamientos y en cuanto a lo sentimental: tener el corazón contento, buenas relaciones con la familia y amigos.


Hay que desactivar el estrés y fortalecer la fe divina
Con un sonido estridente de baterías, guitarras eléctricas, y bajo, una banda integrada mayormente por jóvenes, comienza la celebración dominical de Presencia de Dios.

 


Esta iglesia evangélica de la corriente bautista, funciona hace casi diez años en la provincia, con una sede central en Posadas. La iglesia sigue los pasos de sus pastores generales y fundadores: Alejandra y Bernardo Stamateas.

 


La Iglesia comenzó a gestarse en Misiones, en el seno de una familia y según la pastora Mariela Sánchez tienen una impronta “actualizada”. Se trata de acercar la palabra de Dios a todos, “de una manera práctica, simple y actual”, adujo Sánchez.

 


En el comienzo de la celebración se destaca la presencia de niños, adolescentes, adultos y hasta familias enteras, que dan su testimonio de fe. Esto es: agradecen a Dios por alguna bendición recibida. La posibilidad de haber tenido vacaciones, de haber podido disfrutar en familia y con amigos una tarde de pileta o que alguien cercano haya recibido el don de la sanidad son algunas de las cuestiones que resaltan los feligreses.

 

 
Para generar cierto dinamismo entre una y otra actividad se recitan frases como: “Lo que no tenés va a aparecer” ; “Lo que viniste a buscar te lo llevás”; y “Somos una iglesia equipada”, entre otras.

 


Si bien los sermones son reflexiones a cargo de los pastores generales de la iglesia en esta filial posadeña -Noemí y Emilio Sánchez-, cuando este medio presenció el culto, el sermón estuvo a cargo directamente de Bernardo Stamateas a través de un video.


Stamateas, psicólogo de profesión, fundó esta institución religiosa hace 20 años junto a su mujer Alejandra. Mayormente conocido por sus best seller -como Gente Tóxica y sus secuelas-, tiene un tono coloquial para hablar, canchero, pero cercano. Por más que su tonada sea porteña, logra transmitir mucha empatía a quien lo escucha.

 

En el citado sermón habló de los dones del Espíritu Santo. Citó cómo descubrió en la Biblia un don que él decide llamar 'don de piloto'. Porque habla de solucionar problemas como quien está piloteando una nave. La cuota de psicología, se entremezcla en la reflexión, Stamateas explica entonces que ante situaciones de estrés, el sistema nervioso central libera adrenalina y nos hace querer luchar, o huir.

 


Por eso ante situaciones estresantes uno quiere pelear o irse, explica. Ahí es donde funcionaría este don de piloto, que permitiría pilotar, valga la redundancia, la situación problemática y resolverla, enfocarse en la causa del problema no en la circunstancia estresante.

 


La consigna de Presencia de Dios dice que “hay que desactivar el estrés y activar la Fe Divina. En medio de lo peor, buscar siempre a Dios”.

 


Con un estilo moderno, la iglesia ha logrado llegar a cientos de fieles posadeños, que comenzaron reuniéndose primero en casas particulares, después en el Club Polaco, y hoy tienen una sede sobre la avenida López y Planes.

 

Como eje de trabajo mencionan el desarrollar el potencial humano, de acuerdo a los parámetros que plantea la Palabra de Dios.

 


“Buscamos acercar a Dios a la gente, y que la gente sea gente de éxito. Que cada vez haya más gente salva, excelente en sus trabajos, y excelentes con sus familias”, sostuvo Mariela.

 


Para ello arman grupos que denominan “Equipos de 10”. Explican que no son solamente grupos sino que al asimilar la idea de equipo, todos trabajan por una meta y tienen un sentido de pertenencia. A su vez, creen en una vocación de servicio, porque “mientras yo trabajo en que las personas sean salvas, Dios trabaja en mí”.

 

La danza como profesión de fe
En Jardín América se gestó una nueva iglesia que dejando de lado el tabú del baile, apostó a evitar las restricciones y acercar la fe de una forma novedosa: la danza.

 


En Shekinah hay varias áreas de culto, que denominan 'ministerios'. Así, como existe el ministerio de alabanza que se dedica a preparar los cantos de las celebraciones, el de preadolescentes o el que organiza 'festivales de la alegría' para los niños, existe en esta congregación el ministerio de la danza.

 


Por tal motivo, en el mismo predio donde se realizan las celebraciones funciona una escuela de danzas, que al ritmo de la Palabra de Dios, se mueve con variados estilos como el hip hop, bailes con banderas, y hasta danza clásica. Si bien comenzó como un lugar de esparcimiento, se relaciona el significado del baile con prácticas de la fe, guiadas con una joven profesora.

 

Con 24 años, Yessica Andres es psicóloga y profesora de danzas. Da clases en una importante escuela de Posadas y también es la que dirige los talleres de baile en la iglesia de Jardín.

 

Más que una religión, una familia
En Jardín América funciona la sede central de Shekinah, una iglesia evangélica moderna que este año cumple su aniversario número diez. Con filiales en Puerto Leoni, Hipólito Yrigoyen, Gobernador Roca y Santo Pipó, y alrededor de 500 fieles, desde esta institución plantean que cada persona tiene su libre albedrío. Por lo que no se intenta imponer ninguna práctica, costumbre o restricción forzada.

 


Shekinah significa “presencia manifiesta de Dios”; nació en Jardín América a raíz de un grupo de gente guiada por un pastor, Miguel Mescher, que emigró de la Iglesia de Dios.

 


Allí se sigue la Palabra de Dios de la Biblia evangélica, pero se trata de transmitir de una forma más actualizada. Por eso, se trabaja con grupos denominados células. En cada célula hay un líder que guía la reunión y donde, afirman, se generan fuertes vínculos entre sus integrantes.

 


Los grupos de jóvenes, por ejemplo, no son mixtos, porque según sus propios integrantes así se genera más libertad de expresión para hablar de temas propios que aquejan a los adolescentes varones y a las mujeres.

 

De la misma manera las células se dedican a transmitir la Palabra de Dios puerta a puerta, y también recolectan las peticiones de toda la comunidad, cualquiera fuera su religión para orar por esas intenciones.

 

Del mismo modo, “oramos por la sanidad porque la enfermedad es un mal que con Dios se puede curar”. Por ello creen en la imposición de manos, pero no porque haya pastores sanadores, sino porque funcionan como una “antena que conecta con Dios”.

 


“Más que una religión es como una familia, donde nos preocupamos unos por otros”, aseguran desde Shekinah.