“Se proyecta hacia afuera el miedo, pero proviene del inconsciente”
Domingo 19 de abril de 2015
En los últimos diez años se incrementaron las consultas médicas en el país por trastornos de ansiedad relacionados con diferentes tipos de fobias, que van desde el miedo a salir a la calle a olvidarse el celular, pasando por tener que hablar en público o estar en contacto con algún animal aparentemente inofensivo como una paloma o un gato.
El Territorio consultó a tres representantes de la Asociación Psicoanalista Argentina (APA) y de la Asociación de Psiquiatras de Argentina (Apsa) sobre el panorama nacional y coincidieron en destacar que en la última década creció la demanda de consultas sobre diferentes tipos de trastornos de ansiedad, tanto en el ámbito de la salud pública como en los consultorios privados, y que básicamente están relacionadas con la inseguridad social, el uso excesivo de tecnologías y el consumo de alcohol y drogas.
Los psiquiatras explicaron que dentro del universo de los trastornos de ansiedad se encuentran las fobias, que son un temor imaginario compulsivo o una aversión obsesiva hacia un objeto, un animal o una situación específica como un lugar cerrado, uno abierto o la altura.
También dijeron que las fobias son un miedo extremo, irracional y paralizante que nada tiene que ver con el miedo común y corriente, que es una reacción natural que todos experimentan y tiene que ver con el instinto de supervivencia.
Los profesionales también destacaron que es una patología que puede superarse con tratamiento psicoterapéutico que a veces pueden requerir de ayuda farmacológica y que es fundamental que la población sepa que se trata de un trastorno mental que tiene cobertura asistencial tanto en la salud pública como en el ámbito de las obras sociales y prepagas.
Se supera con terapias
“La fobia es una manifestación de la ansiedad que padece una persona en forma de miedo a objetos o situaciones del mundo exterior, que pueden ser muy variables, por ejemplo el avión como un espacio cerrado o un parque por ser abierto”, explicó el doctor Juan Eduardo Tesone, es médico psiquiatra egresado de la Universidad de París y miembro de la APA.
Según el profesional, “los objetos o situaciones fóbicas pueden ser infinitas y también pueden ir variando con el tiempo, es decir una persona fóbica puede tener aversión primero a las cucarachas y luego eso se puede extender a otro tipo de insectos. O puede tener fobia a cruzar una avenida y luego esto va creciendo al punto de no poder salir a la calle”.
Según explico Tesone, “cuando la fobia se genera ante todo el mundo exterior incluidas las relaciones sociales, se la conoce como fobia social, y quien la padece se ve muy empobrecido, al punto de que hay casos de personas que llegan al extremo de no poder salir de su casas por esta patología, y a veces lo logran tan sólo acompañado por otra persona, de la cual va a depender, que se denomina objeto contrafóbico.”
“Si bien la ansiedad es desencadenada por el mundo exterior, en realidad proviene del inconsciente de la persona y es un mecanismo con el que el individuo trata de proyectar hacia afuera ese miedo interno para tratar de controlarlo”, explicó Tesone, y dio como ejemplo que “si en vez de sentir ansiedad generalizada, la concentro en miedo al avión, es suficiente con evitar dicho transporte para no sentir la ansiedad como propia.”
El psiquiatra detalló que “el origen de la fobia se encuentra en algún conflicto inconsciente que la persona deberá poder dilucidar, con ayuda de un profesional, y que a veces puede ser relativamente simple de superar o la punta del iceberg de algo más grave”.
Por eso aconsejó como tratamiento para las fobias “la consulta psicoterapéutica especializada que vaya al fondo de los conflictos para solucionarlos de raíz y no tan sólo quedarse en la superación del síntoma superficial”.
El doctor Horacio Vommaro fue presidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (Apsa) y es director de los cursos de posgrado en Neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Consultado sobre la cantidad de gente que padece fobias, dijo que “se estima que la tasa de prevalencia en nuestro país de los diferentes tipos de fobia oscila entre el 16 y el 18 por ciento, y las más frecuentes además de la nomofobias de los teléfonos celulares (ver aparte) son la agorafobia, vinculada a los temores a los lugares abiertos y a las multitudes; la claustrofobia, que es el pánico a los espacios cerrados y a no poder salir de ellos, como ascensores, aviones o ciertas habitaciones; las fobias sociales muy comunes hoy en la población joven, que se manifiestan en los adolescentes en las ‘previas’ que hacen antes de las salidas de fin de semana, donde se recurre al alcohol para poder desinhibirse y lograr ser aceptado por sus pares; y también las fobias a diversos animales, a las tormentas y a las alturas”.
En cuanto a los síntomas que una persona debe tener en cuenta para saber si está padeciendo un trastorno de fobia, Vommaro dijo que “estos pueden variar desde un alto grado de intranquilidad hasta el sentimiento del terror que se manifiesta a través de una irritabilidad general, aniquilación de la vida,caer fulminado por un síncope, espasmos al corazón, falta de aire, oleadas de sudor, falta de apetito, palpitaciones, temblores, estremecimientos, diarrea, vértigo locomotor, terror nocturno, mareos, desmayos o náuseas”.
Según Vommaro, “en general las fobias surgen a partir de una experiencia traumática infantil que queda registrada en el inconsciente de las personas y que luego se suele manifestar en las primeras dos décadas de la vida”.
Censo
El doctor Juan Cristóbal Tenconi, vicepresidente de la Apsa y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Favaloro, señalo a El Territorio que actualmente se está haciendo un relevamiento en todo el territorio argentino para saber la prevalencia de las enfermedades mentales, entre las que se encuentra la fobia. El sondeo además busca saber qué tipo de tratamiento recibieron las personas afectadas y cuáles fueron los resultados.
El profesional destacó que se trata del primer estudio estadístico en el país, que no cuenta hasta el momento con cifras actualizadas de esta patología mental. Los resultados se conocerán en agosto próximo y la investigación está a cargo de un grupo de organismos, entre los que figuran la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad de Harvard.
“El universo de todas las patologías mentales es muy diverso y tiene una relación directa con el contexto social, por eso es muy relevante este estudio para tener una radiografía cierta de cómo está actualmente la salud mental de los 40 millones de argentinos”.
Daniela Cortés
interior@elterritorio.com.ar
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El Territorio consultó a tres representantes de la Asociación Psicoanalista Argentina (APA) y de la Asociación de Psiquiatras de Argentina (Apsa) sobre el panorama nacional y coincidieron en destacar que en la última década creció la demanda de consultas sobre diferentes tipos de trastornos de ansiedad, tanto en el ámbito de la salud pública como en los consultorios privados, y que básicamente están relacionadas con la inseguridad social, el uso excesivo de tecnologías y el consumo de alcohol y drogas.
Los psiquiatras explicaron que dentro del universo de los trastornos de ansiedad se encuentran las fobias, que son un temor imaginario compulsivo o una aversión obsesiva hacia un objeto, un animal o una situación específica como un lugar cerrado, uno abierto o la altura.
Los profesionales también destacaron que es una patología que puede superarse con tratamiento psicoterapéutico que a veces pueden requerir de ayuda farmacológica y que es fundamental que la población sepa que se trata de un trastorno mental que tiene cobertura asistencial tanto en la salud pública como en el ámbito de las obras sociales y prepagas.
Se supera con terapias
“La fobia es una manifestación de la ansiedad que padece una persona en forma de miedo a objetos o situaciones del mundo exterior, que pueden ser muy variables, por ejemplo el avión como un espacio cerrado o un parque por ser abierto”, explicó el doctor Juan Eduardo Tesone, es médico psiquiatra egresado de la Universidad de París y miembro de la APA.
Según el profesional, “los objetos o situaciones fóbicas pueden ser infinitas y también pueden ir variando con el tiempo, es decir una persona fóbica puede tener aversión primero a las cucarachas y luego eso se puede extender a otro tipo de insectos. O puede tener fobia a cruzar una avenida y luego esto va creciendo al punto de no poder salir a la calle”.
Según explico Tesone, “cuando la fobia se genera ante todo el mundo exterior incluidas las relaciones sociales, se la conoce como fobia social, y quien la padece se ve muy empobrecido, al punto de que hay casos de personas que llegan al extremo de no poder salir de su casas por esta patología, y a veces lo logran tan sólo acompañado por otra persona, de la cual va a depender, que se denomina objeto contrafóbico.”
“Si bien la ansiedad es desencadenada por el mundo exterior, en realidad proviene del inconsciente de la persona y es un mecanismo con el que el individuo trata de proyectar hacia afuera ese miedo interno para tratar de controlarlo”, explicó Tesone, y dio como ejemplo que “si en vez de sentir ansiedad generalizada, la concentro en miedo al avión, es suficiente con evitar dicho transporte para no sentir la ansiedad como propia.”
El psiquiatra detalló que “el origen de la fobia se encuentra en algún conflicto inconsciente que la persona deberá poder dilucidar, con ayuda de un profesional, y que a veces puede ser relativamente simple de superar o la punta del iceberg de algo más grave”.
Por eso aconsejó como tratamiento para las fobias “la consulta psicoterapéutica especializada que vaya al fondo de los conflictos para solucionarlos de raíz y no tan sólo quedarse en la superación del síntoma superficial”.
El doctor Horacio Vommaro fue presidente de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (Apsa) y es director de los cursos de posgrado en Neurociencias de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Consultado sobre la cantidad de gente que padece fobias, dijo que “se estima que la tasa de prevalencia en nuestro país de los diferentes tipos de fobia oscila entre el 16 y el 18 por ciento, y las más frecuentes además de la nomofobias de los teléfonos celulares (ver aparte) son la agorafobia, vinculada a los temores a los lugares abiertos y a las multitudes; la claustrofobia, que es el pánico a los espacios cerrados y a no poder salir de ellos, como ascensores, aviones o ciertas habitaciones; las fobias sociales muy comunes hoy en la población joven, que se manifiestan en los adolescentes en las ‘previas’ que hacen antes de las salidas de fin de semana, donde se recurre al alcohol para poder desinhibirse y lograr ser aceptado por sus pares; y también las fobias a diversos animales, a las tormentas y a las alturas”.
En cuanto a los síntomas que una persona debe tener en cuenta para saber si está padeciendo un trastorno de fobia, Vommaro dijo que “estos pueden variar desde un alto grado de intranquilidad hasta el sentimiento del terror que se manifiesta a través de una irritabilidad general, aniquilación de la vida,caer fulminado por un síncope, espasmos al corazón, falta de aire, oleadas de sudor, falta de apetito, palpitaciones, temblores, estremecimientos, diarrea, vértigo locomotor, terror nocturno, mareos, desmayos o náuseas”.
Según Vommaro, “en general las fobias surgen a partir de una experiencia traumática infantil que queda registrada en el inconsciente de las personas y que luego se suele manifestar en las primeras dos décadas de la vida”.
Censo
El doctor Juan Cristóbal Tenconi, vicepresidente de la Apsa y profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Favaloro, señalo a El Territorio que actualmente se está haciendo un relevamiento en todo el territorio argentino para saber la prevalencia de las enfermedades mentales, entre las que se encuentra la fobia. El sondeo además busca saber qué tipo de tratamiento recibieron las personas afectadas y cuáles fueron los resultados.
El profesional destacó que se trata del primer estudio estadístico en el país, que no cuenta hasta el momento con cifras actualizadas de esta patología mental. Los resultados se conocerán en agosto próximo y la investigación está a cargo de un grupo de organismos, entre los que figuran la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Universidad de Harvard.
“El universo de todas las patologías mentales es muy diverso y tiene una relación directa con el contexto social, por eso es muy relevante este estudio para tener una radiografía cierta de cómo está actualmente la salud mental de los 40 millones de argentinos”.
El 53% de los usuarios sufre nomofobia La fobia a estar sin el teléfono celular es una de las más comunes
El doctor Vommaro comentó que “una de las patologías más frecuentes en la actualidad es la de la nomofobia, o miedo a estar sin el teléfono celular, que está afectando cada vez a más personas de todas las edades”. En ese sentido, el profesional de la salud mental advirtió “que en ese grupo también están los que comprueban a cada instante si han tenido alguna llamada o notificación en su teléfono, que se conoce como síndrome de la ‘vibración fantasma’, un hecho que vincula cualquier estímulo con el celular”.
“El 53 por ciento de los usuarios de teléfonos móviles padece esta fobia, que básicamente puede ser detectada en cualquier grupo o reunión social donde ciertas personas están más pendientes de su teléfono celular que de la comunicación con los que tienen a su alrededor. Y esta dependencia se suelte trasladar a todos los momentos de la vida, incluso a las horas de descanso, interrumpidas por el teléfono que permanece encendido en la mesa de luz”, reveló.
El psiquiatra también mencionó que “es frecuente en personas mayores a los 65 años la fobia a las nuevas tecnologías, que se llama tecnofobia y que es un miedo patológico a teléfonos, computadoras y aparatos electrónicos por el sentimiento de no poder manejarlos o usarlos como el resto”.
El doctor Vommaro comentó que “una de las patologías más frecuentes en la actualidad es la de la nomofobia, o miedo a estar sin el teléfono celular, que está afectando cada vez a más personas de todas las edades”. En ese sentido, el profesional de la salud mental advirtió “que en ese grupo también están los que comprueban a cada instante si han tenido alguna llamada o notificación en su teléfono, que se conoce como síndrome de la ‘vibración fantasma’, un hecho que vincula cualquier estímulo con el celular”.
“El 53 por ciento de los usuarios de teléfonos móviles padece esta fobia, que básicamente puede ser detectada en cualquier grupo o reunión social donde ciertas personas están más pendientes de su teléfono celular que de la comunicación con los que tienen a su alrededor. Y esta dependencia se suelte trasladar a todos los momentos de la vida, incluso a las horas de descanso, interrumpidas por el teléfono que permanece encendido en la mesa de luz”, reveló.
El psiquiatra también mencionó que “es frecuente en personas mayores a los 65 años la fobia a las nuevas tecnologías, que se llama tecnofobia y que es un miedo patológico a teléfonos, computadoras y aparatos electrónicos por el sentimiento de no poder manejarlos o usarlos como el resto”.
Daniela Cortés
interior@elterritorio.com.ar
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