La reconstrucción despejó dudas y sería inminente la elevación a juicio

Jueves 2 de julio de 2015 | 12:33hs.
El empleado judicial recrea el momento en que detiene su auto y observa cómo uno de los jóvenes apuñala desenfrenadamente al otro.

Durante la mañana de ayer, se concretó la reconstrucción del crimen de Alejandro Acosta (25), quien fuera asesinado de 17 puñaladas en septiembre de 2014, en una presunta pelea entre jóvenes en el microcentro posadeño.

 

La pericia ayudó a despejar las dudas que quedaban en torno a la participación de los dos implicados en el hecho y, de no existir otra diligencia, estaría cerrada la etapa de recolección de datos en la causa.

 

Ahora la instrucción de la causa quedó en manos de la fiscal, Adriana Herbociani, quien definiría la elevación a juicio en las próximas semanas.

 

Durante la medida participaron tanto el principal acusado; Guillermo B. (23), Héctor D. O. (30) quien se sospecha fue el que facilitó el arma al primero y Esteban A. (18), otro de los jóvenes que acompañaba a la víctima fatal al momento del ataque.

 

La reconstrucción comenzó minutos después de las 9 bajo las órdenes del juez de Intrucción Penal Tres, Fernando Verón y los miembros de la Secretaría de Apoyo en Investigaciones Complejas (Saic).

 

El primero en recrear lo sucedido la mañana del viernes 26 de septiembre fue Guillermo B., alias “El Brasilero”, ex empleado de una verdulería del barrio El Tajamar y amigo de Acosta, quien horas antes se había encontrado con la víctima y otro amigo de éste (Esteban A.), dentro de un local bailable de calle San Lorenzo.

 

El joven describió el trayecto, luego de haber salido del boliche, junto a los otros dos imputados por calle La Rioja hasta la avenida Corrientes. Allí se generó un entredicho con Acosta. Acto seguido, la discusión derivó en forcejeos e intercambios de golpes.

 

Minutos más tarde, Héctor D. O. participó del procedimiento. Ratificó lo dicho en su declaración indagatoria al señalar que su compañero de trabajo en la verdulería (Guillermo) lo había despertado esa mañana diciéndole que habían intentado robarle en la calle.

 

Sostuvo además que Guillermo tomó un cuchillo de su casa y salió nuevamente a la calle y que en el ínterin en que se cambió para salir en apoyo de su amigo, se encontró con éste cuando ya regresaba y que le dijo que volviera ya que todo había terminado.

 

“Me quedé helado”
El tercero en describir lo sucedido fue Estaban A. (18), quien llevó a los pesquisas hasta la avenida Centenario, en donde éste afirmó haberse iniciado el pleito entre su amigo Alejandro y Guillermo.

 

Según sus dichos, la discusión llegó hasta la calle Bermúdez en donde “Guille” comenzó a gritar que era víctima de robo y que de un momento a otro se adelantó en el camino, yendo en dirección a la vivienda de Héctor D.O.

 

El joven narró que al llegar al cruce de la calle Marcelo T. de Alvear (continuación La Rioja) y Bermúdez vio a Guillermo portando un cuchillo. “Me quedé helado”, dijo Esteban quien al ver esto, retrocedió unos metros, momento en que fue aprovechado por “El Brasilero” para ir en busca de Acosta.

 

Añadió que cuando reaccionó, siguió a Guillermo para evitar que éste ataque a su amigo, y que a media cuadra de llegar a la avenida Corrientes lo interceptó.

 

Allí logró tumbar a su contrincante y en medio de los forcejeos -de los cuales dijo sufrir dos puntazos en la espalda- vio a Héctor llegar al lugar con el cuchillo y que esto lo atemorizó y que por ello dejó de golpear a Guillermo.

 

Fue en ese momento en que este último salió nuevamente en busca de Acosta, quien había llegado escapando a la avenida -siempre por la calle Marcelo T. de Alvear-, momento en que comenzó a propinar le puñaladas a su amigo.

 

Añadió que, ante semejante ataque, no tuvo otra opción que salir a buscar ayuda.

 

Testigo clave
Un empleado judicial que se dirigía a su lugar de trabajo, el viernes 26 de septiembre, advirtió mientras circulaba por la avenida Centenario que tres jóvenes se encontraban peleando en la calle.

 

Preocupado por la gravedad de la discusión, el hombre narró ante los pesquisas que decidió seguir por varias cuadras a los involucrados hasta darles alcance a dos de ellos a metros de la esquina de la avenida Corrientes y calle Marcelo T. de Alvear.

 

Fue allí que el hombre detuvo la marcha de su automóvil sobre la avenida a cuatro metros de la vereda, observando cómo uno de los jóvenes asestaba las puñaladas al otro chico.

 

Este relato complicó la situación del principal sospechoso y único detenido en la causa.

 

La reconstrucción finalizó con el breve relato de un conocido de Héctor D.O., quien no aportó datos relevantes a la pericia.

 

El único que no se presentó a la prueba, en carácter de testigo, fue un cartonero quien también dijo en su momento haber visto de cerca la pelea, pero que no se animó a inteceder por la ferocidad que mostró el agresor.