Producción de imágenes religiosas, un hobbie que se transformó en oficio

Viernes 6 de julio de 2012

Luego de ejercer la docencia durante muchos años, Daniel Atapuerca descubrió que su verdadera pasión es la producción y restauración de imágenes religiosas, tarea que requiere mucho trabajo, paciencia y tranquilidad.
En su Buenos Aires natal la vida corre a un ritmo vertiginoso, por eso decidió venir a Misiones y eligió una chacra en Villa Svea para instalar su taller y dedicarse exclusivamente a la tarea que en poco tiempo transformó su vida, lejos de los alumnos y las clases de biología.
“Así como me di cuenta que mi lugar en el mundo es Oberá, descubrí que mí pasión es hacer esto” afirmó Atapuerca, con tanta convicción que estremece y lo demuestra dedicándole muchas horas a sus imágenes, aunque también se ocupa de los trabajos de la chacra.

Para que entendamos un poco más cómo se introdujo en esto de la imaginería religiosa, el hombre explicó: “Soy profesor de ciencias biológicas y luego de ejercer durante largos años me di cuenta que necesitaba tener un hobbie, entonces decidí hacer un curso de restauración, tanto de piezas de madera como de vidrio”.
“Era como una terapia porque apenas conocía los colores primarios, pero me interesaron mucho las técnicas que se utilizaban. En determinado momento comenzamos con la restauración de imágenes religiosas y realmente me enganché, luego empecé a hacer unos trabajos y me di cuenta que era lo mío” recordó.
Agregó además que “me armé un taller precario en Buenos Aires para comenzar a trabajar pero luego tomé la decisión de venir a Misiones, a Oberá y acá instalé un taller grande para empezar a producir estas imágenes, que están repartidas en muchos lugares de Argentina y el mundo”.
A pesar de que sus obras son maravillosas no se considera un artista y asegura “me da satisfacción poder hacer esto porque me permite poder seguir investigando, averiguando, desarrollar un talento que ni yo sabía que lo tenía, pero es indudable de que estaba” subrayó.
Hace poco Daniel realizó una muestra de sus trabajos en la Casa de la Cultura, que fue visitada por muchas personas. “Era una deuda que tenía con esta ciudad, a la que considero también mí ciudad. Todo lo que hago sale con el sello de Oberá”.

 

Concentración y tranquilidad
Aunque también produce en base a sus propios gustos, la mayoría de los trabajos los hace a pedido y en algunas oportunidades hasta debió rechazarlos. La negativa más contundente (que ahora es una graciosa anécdota) fue ante el requerimiento de una Virgen de Lujan con la camiseta de Boca Juniors.
“Lo hago bien o no lo hago” afirma el hombre, quien cuenta que “se puede hacer cualquier santo, cualquier virgen y claro está, algunos que llevan más trabajo que otros”.
Las imágenes terminadas llegan a medir hasta 60, 70 u 80 centímetros y en general las obras más pequeñas son las que más horas demanda, puesto que deben utilizarse lupas muy fuertes para ver todos los detalles.
Para que el trabajo final sea lo más real posible a los ojos de sus compradores, Atapuerca se toma el tiempo de analizar, observar cientos de fotografías y leer detenidamente la historia del santo o la virgen y eso puede demandar hasta dos años, como el caso de la Madre Teresa de Calcuta.
“Uno va retocando imágenes y trabajándola constantemente. Es apasionante porque detrás de toda imagen hay una historia, una vivencia y todos los detalles hay que tener en cuenta para saber expresar en la obra las características más pequeñas” explicó.
Son pocas las personas que se dedican a esta tarea de forma independiente. Hay un joven en Tucumán que hace trabajos estilo barroco, en Salta hay otro hombre que utiliza técnicas mixtas y en Buenos Aires también varias personas se dedican a la actividad.

 

Técnica de telas encoladas
El taller que Daniel montó en Villa Svea está lo suficientemente acondicionado como para poder producir distintas imágenes y hacer las restauraciones. Trabaja en forma manual a través de una técnica que se llama “telas encoladas”, excepto la cara, los pies y las manos.
Utiliza telas de lino y algodón puro, porque sino la técnica copiada de países europeos no resulta y el proceso falla.
El profesor explicó que “la imaginería religiosa tiene muchos años de antigüedad y abarca distintas técnicas: pueden ser talladas en madera y con un proceso de policromado, otra con tierras cocidas y luego las de telas encoladas, que es la que uso yo”.
“En ese mecanismo la imagen tiene el rostro y las manos con un yeso especial y la parte interna de los cuerpos junto a la vestimenta se va haciendo con telas de algodón o lino puro. No se pueden utilizar telas sintéticas porque van embadurnadas con una mezcla que se hace con cola de carpintero, enduído, yeso, tiza y colorante, por eso tienen que ser telas puras” detalló.
En ese sentido, agregó que “las vestimentas no están costuradas, sino pegadas. Se recorta la tela para ir pegándola y adecuándola a la imagen que se está haciendo”. Para la imagen de la madre Teresa de Calcuta fue utilizada una cantidad de tela similar a una sábana de dos plazas.
Daniel le dio vida al blog www.imagineríareligiosasanjuandedios.blogspot.com.ar donde no solamente enseña sus trabajos por medio de fotografías, sinó que comparte todo lo que aprendió detallando las técnicas de trabajo y la historia de las imágenes que crea.

 

La Madre Teresa
Dos de los trabajos más sobresalientes de Atapuerca son: el Papa Juan Pablo II y la Madre Teresa de Calcuta; ésta última le demandó casi dos años de trabajo e investigación y es considerada una de las imágenes más grandes y reales del país.
“No hay en el país imágenes tan grandes y reales de Madre Teresa y al igual que al Papa Juan Pablo II, para mí fue un placer hacerlo por lo que significaron para la humanidad y las enseñanzas que nos dejaron” argumentó.
En cuanto a la obra de Madre Teresa en particular, detalló que “en dos años me la imagine como sería, el tamaño, los pliegues en su hábito que es la vestimenta normal de las mujeres que viven en la India, su mirada, sus arrugas, sus ojos. Es muy complejo”.
“Fueron muchos días de estudio, de ver fotos de costado, de atrás, de adelante, de pié, arrodillada y en un cuaderno iba anotando todas las características. No se puede hacer rápidamente, hay que sentarse a estudiar para hacer un trabajo bien hecho” graficó.