El ejercicio calma la ansiedad que generan las enfermedades

Sábado 27 de febrero de 2010 | 12:30hs.
Terapia. | Realizar actividad física calma la ansiedad que provocan las enfermedades crónicas. | Foto: Ilustrativa

Mediante el estudio de 40 ensayos de los que participaron 2.914 personas, se estableció que una rutina diaria de 30 minutos de actividad física es fundamental para quienes deben sobrellevar patologías crónicas como la diabetes, la artrosis o la esclerosis múltiple, no sólo desde el punto de vista clínico, sino también desde el emocional.
Las recomendaciones habitualmente relacionadas con calmar la ansiedad entre las que se contaban, por mencionar algunas, mirar televisión, alquilarse una película, comer dulces e incluso fumar han quedado en el pasado, dado que de acuerdo con los hallazgos del doctor Matthew Herring, del departamento de Kinesiología de la Universidad de Georgia en Estados Unidos, "la clave para combatir la ansiedad clásica que conllevan ciertas enfermedades está en realizar ejercicio".
Esta conclusión parece ser muy relevante ya que, frecuentemente, los cuadros de ansiedad acompañan al advenimiento de condiciones crónicas como la diabetes o la insuficiencia cardíaca aunque a éstos no se les presta la misma atención que a las manifestaciones clínicas propias de estas patologías.
"Creemos que realizar actividad física puede resultar un tratamiento -o al menos un componente vital de éste- muy económico y que puede contribuir mucho al alivio de los síntomas y el malestar", sostuvo el líder de la investigación que integra la reciente edición de la revista Archives of Internal Medicine y para la cual se revisaron 40 ensayos en los cuales se incluía a 2.914 personas que presentaban diversas condiciones médicas (enfermedades cardíacas aunque también cáncer, artritis y esclerosis múltiple).
En el 90 por ciento de los estudios analizados las personas que fueron asignadas a un programa de ejercicio diario (períodos de 30 minutos cada día) manifestaron padecer menos síntomas de ansiedad -patología que suele ir acompañada o más bien hacerse visible mediante la preocupación permanente, el temor o el nerviosismo- que aquellos que no participaron de ninguna actividad en especial.
"El beneficio del ejercicio físico para mejorar el estado de ánimo de las personas que deben sobrellevar una patología crónica está confirmado. A lo largo de los años tanto los estudios como la experiencia nos han llevado a afirmar que 'moverse' mejora el humor y aumenta la sensación de bienestar y placer como consecuencia del aumento en la producción y liberación de endorfinas", postuló el doctor Oscar Mendoza, cardiólogo y especialista en Medicina del Deporte integrante del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), al ser consultado por Pro-Salud News.
"A su vez, al sentirse bien, la persona paulatinamente comienza a incrementar su capacidad funcional, se siente más útil, no piensa tanto en lo que le está pasando y, claramente, disminuye su nivel de ansiedad y puede relacionarse mejor con su entorno. En conclusión: mejora su calidad de vida, y eso repercute positivamente en su situación clínica", agregó el especialista y sumó: "De hecho, frecuentemente vemos en el consultorio que cuando un paciente por cualquier motivo debe interrumpir la práctica de un deporte que le gustaba, se siente irritado, inestable, molesto e irascible, y eso mismo refieren sus familiares".
También consultada por esta agencia, la especialista en trastornos de ansiedad, licenciada Gabriela Martínez Castro, directora del Centro de Estudios Especializado en Trastornos de Ansiedad (CEETA) refirió: "Indudablemente cuando una persona realiza actividad física se desconecta, se relaja. De manera que, obviamente, esta indicación forma parte de lo que habitualmente se le dice a un paciente que está atravesando una situación que le genera ansiedad, sobre todo cuando no se trata de una permanente, sino crónica, como puede ser una enfermedad".
No obstante, Martínez Castro enumeró dos cuestiones a las cuales es necesario prestarles atención: "Por un lado debemos considerar que la actividad elegida sea placentera para el paciente, que lo haga con gusto, que los disfrute; y por el otro que esté en concordancia con su capacidad física y, sobre todo, que se relacione con las indicaciones del médico tratante".

Algunas definiciones más sobre el estudio
Por su parte, a la hora de brindar detalles, Herring y su equipo dijeron: "Aunque la mayoría de los pacientes no tenían puntaciones de ansiedad elevadas al extremo al comenzar con el entrenamiento de ejercicio, es claro que la actividad física regular reduce llamativamente el estado emocional de preocupación y temor. Más precisamente, calculamos que podemos hablar de una reducción del 20 por ciento".
"Al margen de la medicación y los elementos farmacológicos, estamos convencidos que el ejercicio no sólo tiene una influencia definida sobre la salud física, sino también sobre la mental", concluyeron los especialistas estadounidenses.