Las contradicciones del monseñor

Viernes 4 de febrero de 2011

Ya lo dijo El Maestro de Palestina, cuando habló de la importancia del verbo, de la palabra. El uso de las palabras es sumamente importante, mucho más cuando las palabras son expresadas por quienes dadas sus funciones, generan automática credibilidad.
 En tal sentido, determinadas opiniones de Joaquín Piña están cargadas de inexactitudes, gruesas falsedades técnicas y apelaciones al más crudo terrorismo ecolátrico, mal entremezcladas con comentarios religiosos, forman un cóctel socialmente corrosivo, que contribuyen a la confusión y a la negativa exaltación, en lugar de ser mensajes de paz, de conciliación y de elevación espiritual.
Con relación a su oposición al desarrollo hidroeléctrico argentino, no puede ignorar que toda demora en el Plan Hidroeléctrico Argentino, favorece los muy poderosos intereses transnacionales vinculados con la Generación Termoeléctrica, la misma que quema petróleo y gas para producir electricidad.

¡Es notable que estas opiniones no vean que las múltiples ramificaciones del lobby termoeléctrico comienzan en los grandes fabricantes de usinas (que NO se hacen en Argentina), las petroleras anglosajonas, que además financian a Greenpeace que “dan letra” a los ultra ecologistas con los que hacen causa común quienes se oponen a Garabí o Corpus, y se ramifican en fleteros de combustibles, proveedores de repuestos, consultores, etc.! ¡Y también parece “desconocer” que son precisamente las usinas grandes devoradoras de petróleo, las causantes del 40 % de los gases de efecto invernadero! En la misma línea, tampoco pareció “molestar” a estos ambientalistas, la instalación de la usina termoeléctrica de Aristóbulo del Valle. Ni se mosquearon los usualmente ruidosos “ecologistas” antirerrepresas. Y ya que estamos, tampoco recuerdo que haya protestado por el uso de agroquímicos en los cultivos de tabaco. Antes de hablar de “ecología social” debemos pensar que no hay mayor agresión ambiental que la pobreza y la construcción de una presa es trabajo y mejor calidad de vida sobre todo para los pobres de nuestra provincia.
Se exalta el uso de la energía eólica en España y se ignora que: Los fuertes subsidios que privilegian a las eólicas son muy cuestionados en la empobrecida España actual. Incluso se acusó de corrupto al sistema de pagos de subsidios.
No sirve como energía de base por su imprevisibilidad (los vientos no se controlan), y por las constantes oscilaciones de frecuencia y tensión.
Omite mencionar que los molinos eólicos duran a lo sumo 25 años, mientras que las vidas útiles de las hidroeléctricas exceden largamente por regla general el siglo de vida útil. Así, las presas de agua de los romanos, aún están en servicio. Un experto como el ingeniero Juan Carmona (referente mundial) fundamentó el tema con contundencia, expresando “las presas bien construidas son eternas”.
Se ejemplifica la energía solar en Israel y se sugiere que Israel se abastecería casi totalmente con energía solar. ¡Falso!
Las fuentes de energía eléctrica de Israel son (a 2008)
- Carbón                     67,56 %
- Petróleo                   11,47 %
- Gas natural             20,27 %
- Renovables               0,70 % (solar - eólica - otras)
¡Y no se dice cómo se obtendrá energía solar de noche, cuando es más grande el consumo...! ¿O será que no les molestará seguir quemando los no renovables y muy contaminantes hidrocarburos?
Rusia genera su energía eléctrica en base a hidroeléctricas, nucleares, petróleo, gas y carbón. Solo muy marginalmente usa las solares, eólicas, y similares “nuevas fuentes”.
Como siempre, se omite mencionar que hoy se siguen construyendo hidroeléctricas en todo el mundo donde hay agua (con desniveles)…menos donde ya están prácticamente todas construidas, como Europa, Japón y EEUU. También omite que las tres grandes nuevas potencias emergentes (China, India y Brasil) tienen siempre un medio centenar de usinas hidroeléctricas en construcción.
Alguien culto e informado ¿puede desconocer las vinculaciones evidentes entre los sectores político - económicos neoliberales con los grandes lobbies petroleros y gasíferos, y sus “unidades de choque” (los grupos de la ecología)? ¿Por qué les hace el juego?
 ¿Se desconoce que la peor de las contaminaciones es la provocada por la miseria extrema? La energía abundante es el prerrequisito para el desarrollo. Negarse -sin fundamentos científicos serios- a la hidroelectricidad sin proponer ninguna alternativa concreta y coherente, es hacerles el juego a los “oscuros” intereses de la termogeneración, o peor aún, promover el subdesarrollo crónico

 

Carlos Ortiz
Contador y Analista