Los misioneros están entre los que más fuman en la Argentina

Miércoles 15 de junio de 2011
Antes o durante. | Ahora fumar implica tener que salir a la calle y hacerlo de la manera más productiva o recreativa. | Foto: Natalia Guerrero

En el país, el 30 por ciento de la población adulta fuma. Se producen 40 mil muertes anuales  como causa directa. Y hay, de acuerdo a distintas fuentes nacionales, unas 6 mil personas no fumadoras que mueren al estar expuestas al humo del cigarrillo ajeno.
A diferencia de lo que ocurre en los países desarrollados, el consumo de cigarrillos de tabaco crece en la Argentina, con un mercado interno de mayores ingresos y nuevos consumidores. Y desde el pasado martes, mediante la aprobación de la Ley Antitabaco, el país ratifica el convenio con la Organización Mundial de la Salud.
En Misiones, los índices son un poco más elevados, junto a otras provincias, como Catamarca, Tucumán, Santa Cruz y San Juan. Todas rondan en una prevalencia cercana al 35 por ciento de su población de 18 a 64 años que fuma.

Ayer, al día siguiente de la promulgación de la ley antitabaco, los posadeños se mostraron antipáticos con la medida y muchos de los abordados dijo desconocer que se había hecho ley la prohibición de fumar en ambientes cerrados y que, desde entonces, se puede fumar solamente en la vía pública y en las casas de los adictos al tabaco.
Sí muchos fueron los que admitieron que ya será práctica habitual la de fumar antes de entrar al trabajo y aprovechar la ocasión para tomarse un café. “Pero si hace mucho frío, no creo que sea muy conveniente”, dijo uno de los fumadores que no abandonará el vicio, por lo menos en lo inmediato.
Según un informe de la Prensa Argentina, las personas más pobres son las más afectadas por la epidemia de tabaco, por eso el control del tabaco constituye un componente clave de una política pública inclusiva y de protección de derechos humanos esenciales como son el derecho a la salud, el derecho a la no discriminación y el derecho a la información.

 

Leyes y embarazadas
El fenómeno mundial dado por una tendencia decreciente en el consumo per cápita no se verifica hasta ahora en Argentina, pese a que se aprobaron una serie de leyes provinciales y municipales tendientes a limitar el uso en los espacios públicos. La falta, por entonces, de un marco nacional, provocó y provoca aún diferencias entre distritos en cuanto a la severidad del control y las campañas de prevención.
En ese marco, el Ministerio de Salud de la Nación lanzó una guía para promover una maternidad libre de humo, ya que entre un 15 y 20 por ciento de las embarazadas en la Argentina son fumadoras, lo que la convierte en uno de los porcentajes más altos del mundo. Además, según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en 2009, el 26 por ciento de las mujeres en edad fértil son fumadoras, mientras que un 34 por ciento está expuesta al humo ajeno.
Un estudio de la Alianza Libre de Humo Argentina (Aliar) reveló que alrededor de 110 personas mueren por día en Argentina por enfermedades relacionadas con el cigarrillo, por lo que la entidad insistió reiteradamente por la sanción de la ley nacional de control del tabaco, hecho que se dio finalmente el pasado martes y fue anunciado por la presidente Cristina Fernández.
Si el consumo de cigarrillos continúa al mismo ritmo, para 2030 se cobrará 8 millones de vidas, indicó el estudio que fue encargado por la Organización Mundial de Salud al Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (Iecs) y difundido por la agencia de noticias DPA.

 

Hombres, edades y cantidades
Según la investigación del Ministerio, los hombres fuman más que las mujeres pero ellas están cada vez más cerca de alcanzarlos.
“No es precisamente una batalla ganada en la guerra de los sexos. Es un perjuicio enorme para la salud femenina, porque las mujeres registran cáncer de pulmón cada vez con más frecuencia”, sostiene el informe final.
Según el mismo documento, la mayoría de los riesgos en las personas que fuman son reversibles si dejan de fumar, especialmente a temprana edad.
“Las personas que dejan de fumar antes de los 30 años, igualan los años de sobrevida que tendrían si nunca hubieran fumado, y ganan más de 10 años de expectativa de vida”, dice el informe de la cartera sanitaria argentina.

 

 

Publicidad y pesadas sanciones

La nueva ley también limita todo tipo de publicidad de tabaco en medios de comunicación y establece sanciones económicas que van desde los 264 a 1320 dólares a quienes permitan la violación de los espacios libres de humo, a quienes vendan cigarrillos en lugares prohibidos o a menores de 18 años, aunque todavía no se estipuló sobre quién recaerá la responsabilidad de hacer cumplir las nuevas normas, lo cual probablemente requiera de un reglamento específico. La ley obliga al Estado a garantizar el tratamiento de la adicción al tabaco a las personas afectadas.
Del producto de las multas económicas a quienes no acaten estas disposiciones, un 50% se destinará a la lucha antitabaco, el 30% a municipios que presenten planes que coadyuven al control del tabaquismo y el 20% para proyectos de organizaciones no gubernamentales con el mismo objetivo.