Investigación sobre el origen guaranítico del chamamé

Viernes 26 de noviembre de 2010
Ponencias. | El Salón Mayor del Palacio del Mate fue el escenario para los expositores. | Foto: Natalia Guerrero

La investigadora correntina María Elena Zambón cerró ayer el Simposio “Música y danzas del Litoral: pasado y presente, tiempo, espacio y acción del hombre en doscientos años”, lo hizo con su ponencia “Historia de la Música del Litoral en el Bicentenario”). Tras la discusión que se abrió luego de su alocución, los organizadores comenzaron a redondear las conclusiones. La magister Zambón viene de investigar durante largos años en otra línea sobre el origen del chamamé y para ella  el origen es “étnico”, los creadores son los guaraníes, y hasta se animó a deslizar que la milonga también su origen es étnico y los emparentó, aunque “aún no puedo asegurarlo no he podido dar con las pruebas suficientes para la milonga, es una evolución del chamamé, que llevaron los guaraníes blandengues desde Banda Oriental hasta los fortines bonaerenses, pero del chamamé no me quedan dudas que es étnico”.
Especifica en su trabajo que “El chamamé, danza rezo sin traducción, que se convirtió en arte entre 1610/1630 sin dejar de ser música étnica originaria para perpetuarse en el tiempo como barrera cultural junto al idioma guaraní. Hecho que surge de los escritos de Pampín en 1808, de las vivencias de Sáenz de Cavia entre 1807/1810, recordadas y escritas en 1821, y de los relatos de viajes de D' Orbigny en 1827. Las danzas y ritmos musicales cultivados como música nativa por los grupos intelectuales y la elite llegaron entre 1810 y 1900 como las que son de aporte inmigratorio europeo, en su mayoría no español como la redowa, el galop o galopa, entre 1850-1870; el vals, entre 1800 y 1840; lanceros, entre 1840-1850 la polka, la mazurca, el schottis, la habanera, la chamarrita”.
En definitiva, para Zambón el guaraní ya había sido creado el chamamé música y con la aculturación jesuítica se dan los cambios, las evoluciones, algunos habitantes de pueblos originarios empiezan a leer y escribir música; también las impregnaciones que le propinan la llegada de los instrumentos que traen los europeos, la guitarra que llega en 1555, después, entre los más conocidos, el arpa, el clavicordio, la viola, la corneta, flauta, fagot, que arriban alrededor de 1600. El tercer grupo es el acordeón, instrumento aerófono que desembarca en el Río de la Plata y en la costa brasileña en 1850.

“El chamamé fue extendido, modificado, disfrutado casi secretamente y cultivado por el verdadero pueblo hasta muy avanzado el siglo XX, cuando solo tenía melodías…Los músicos intuitivos, transitantes descendientes de inmigrantes lo recopilaron, le pusieron sus propios versos, modificaron las melodías según sus instrumentos y gustos y los registraron como propios, por lo que no es correcto asignarle terminologías de movimientos intelectuales de elites que desde 1920 lo excluyeron y le asignaron significados despectivos o que lo negaron al igual que a los aborígenes”.

 

Sobre la expositora
María Elena Zambón, es oriunda de Monte Caseros, Corrientes, se graduó de Profesora en Historia, carrera en la que se inició en la investigación independiente.
Además es abogada, especialista en Educación Superior y en Derecho Ambiental. Ha publicado: “Propiedad Ambiental y Agro - Ambiental”, “Historia de la Información Educativa”, “El Chamamé como Código Cultural Histórico. Historia de las Mentalidades Correntinas”.