El reverso del milagro

Domingo 4 de abril de 2010
Los escenarios de las salas que componen el Centro Cultural de la Cooperación han sido pisados por Eduardo Pavlovsky, Norman Briski, Mauricio Kartún, Pompeyo Audivert, Cristina Banegas, Los Macocos, Ricardo Capellano, Ana María Bovo, Enrique Dacal, Laura Bove, Julio Ordano, Marcelo Katz y Enrique Federman, entre otros, quienes por los espectáculos que brindaron han tenido gran éxito de crítica y público, representaciones creadas en el ámbito del propio espacio de Corrientes 1543 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se ubica en la vereda enfrentada al conocido Teatro General San Martín.
Una posadeña, coreógrafa, directora de obra, lo que en centros especializados denominan régisseur (palabra francesa para designar al regidor, hacedor), se encarga del área danza de este centro, que como su nombre lo indica privilegia el cooperativismo, el poner hombro contra hombro en la toma de decisiones y llevar adelante un proyecto. Gabily Anadón hace cinco años que entra a este lugar a encargarse de todo lo relacionado en danza y también integra el comité de programación del Centro Cultural de la Cooperación (CCC). Pero, en simultáneo, desarrolla un trabajo de laboratorio, investigación y producción, con el grupo que engendró apenas llegó a Buenos Aires desde esta Misiones que ya no contuvo su crecimiento explosivo.
Su criatura Reverso, de ella se habla, está por alumbrar una nueva obra y abrirá el telón del CCC el próximo jueves, con muestra plástica y proyecciones en la antesala, para que el público entre en contacto con el proceso creativo de El Milagro.
Se trata de una investigación escénica que juega entre otras cosas con la idea de obra acabada y en el que se inventan lógicas de mundos posibles, una experiencia colectiva, o sea se vio involucrado todo Reverso en el proceso creativo, “un testimonio existencial-político-estético que permite que todos los animales libres se levanten, acuesten, o giren sin ninguna dificultad. A mi me mordieron todos los perros, ave María, like a virgen, Camila O'Gorman, Xuxa, una venezolana y una bonaerense que se dice italiana. Dois brasileños, un porteño, un cubano, una lámpara y un homem de costa” manifiesta el programa mezclando lenguas, idiomas. Una postal del internacional grupo de intérpretes, que cual arcilla modeló Anadón. En esta nueva obra, Gabily dirigió a venezolanos, brasileños, cubanos y argentinos; pero con ellos involucrados fuertemente en el abordaje, en la exploración que permitió alumbrar el producto final.
Lo primero que considera la posadeña es que este “laburo” suyo fue menos estresante que la anterior puesta que dirigió, la ambiciosa Karo Vertical, “ya que fue muy grupal, muy cooperativo, menos estresante, dedicándome más a dirigir, tengo un grupo de gente en los que puedo delegar, la producción, las clínicas de investigación y montaje están asentadas en Sofía Garcia; Laura Lazzaro está coordinando el programa de Danzas y Políticas. Tengo donde recostarme”.

El Milagro
“Esta obra, que espero llevar al Centro del Conocimiento, estamos en tratativas, comenzó hace cuatro años, cuando ingresé al CCC y me encuentro con su postura política y cultural, cómo trabajan, la visión de las cosas. Y fue muy movilizante. Pero la ficha me cayó mediados del año pasado, cuando me doy cuenta y traduzco en obra. Ahí apareció clarísimo cómo se iba a laburar, que los intérpretes (bailarines actores) tomen un fuerte rol en lo creativo y yo más que una directora, iba a ser una guía. Tambien, que la estructura no iba a ser lineal, empezamos a navegar en esta idea. Fue liberadora, porque disfruté muchísimo el proceso” explicó Gabily Anadón desde su departamento en Buenos Aires.
Uno de los aspectos es que es una obra que desnuda la violencia existente en el seno colectivo y que se mete con paradigmas que cruzan a la sociedad, como la cuestión de esperar el milagro, esa cuestión que estimula la religión. No se mete con la fe, pero si con esa cosa dual del bien y del mal, con la que está totalmente en desacuerdo. “No existirá jamás alguien que va a venir a cambiar las cosas, sino que somos nosotros los que tenemos la posibilidad de cambio en nuestras manos, el milagro lo tenemos que provocar nosotros”. Pero, también, no pasa desapercibida una crítica hacia el rígido método de formación de la danza, uno de los cuadros, Hulk, en la que un chico agrede a una chica, pone en tela de juicio la formación en danza clasica.
Y por último, es muy atractiva la narración de El Milagro, son siete escenas, que se sortean entre el público y éste es el que elige cómo se arma el rompecabezas, en síntesis: habrá una obra diferente en cada presentación.

Antítesis de Karo Vertical
La anterior puesta en escena de Grupo Reverso, Karo Vertical, fue un derroche de inversión tecnológica, con un sistema lumínico, entre avances láser y digital, que pocas obras de danza teatro habían visto en Buenos Aires. Gabily contó que “esta es la antítesis, no tenemos nada si comparamos con Karo Vertical, sólo recursos básicos, una silla, tres momentos de iluminación, mucho teatro físico, que es lo nuestro”.
Estos parámetros los une a su vida, “tiene que ver como conmigo, suelo hacer cambios muy radicales, de trabajar con mucha gente a otras con poco interpretes. Acá la austeridad es un concepto”.

Clínicas y ganas de venir
A la par que ofrece su bagaje para la formación de nuevos valores y el perfeccionamiento de consagrados, como las Clínicas de Investigación y Montaje del Área de Danza del Centro Cultural de la Cooperación, que brinda junto a la prestigiosa Susana Tambutti, con Luis Biassotto, Alejandro Catalán y Gerardo Litvak, expresó los deseos de que sus puestas sean vistas por sus comprovincianos.
“Ya hemos hablado con Emilio Rocholl, es muy posible que este año vayamos y es casi seguro que sea El Milagro la primera obra que pueda presentar en Misiones, del grupo Reverso”.
Tras su partida a Buenos Aires, ocurrida mucho más allá de una década, solo se pudo ver Fragata Heroína. Fue en el Paseo Bossetti, ha pasado mucho tiempo y cuantioso caudal bajo el puente, se hace necesario comprobar la gran evolución de esta creadora que salió de las calles posadeñas.


Una coreógrafa muy formada
Su formación se inició en Guaynamérica Danza en Posadas. Posteriormente en Curitiba, Brasil, tomó un seminario de seis meses en Técnica Graham. En  1996 se recibe de Profesora de Técnica Moderna en la E.N.A, (Escuela Nacional de Arte) en La Habana, Cuba.
Desde hace 10 años estudia Historia de la Danza y Composición Coreográfica con Susana Tambutti y dirige su grupo Reverso. Su obra “Centuria Cero” participó de un documental de la BBC de Londres, acerca de la situación socio económica de la Argentina en el año 2002. En el año 2004 fue premiada como coreógrafa los premios “Clarín Espectáculos”.  Actualmente es coordinadora del área de Danza del Centro Cultural de la Cooperación.