Cuando la intimidad se vuelve espectáculo

Domingo 23 de mayo de 2010

La frontera entre lo público y lo privado se trastoca con la irrupción de las pantallas a la vida cotidiana. Dos esferas que convivían como universos paralelos: la casa y el afuera se superponen al punto de que la primera no existe si no se la hace  hace notar, si no se la muestra y expone a través de soportes tecnológicos.
En las últimas semanas dos hechos aberrantes de muerte y abuso ganaron los medios nacionales con el ganchoso ribete de videos captados en la intimidad y difundidos con la velocidad de un chisme. El primero fue el ataque de una mujer a su amiga que enfurecida porque difundió un video íntimo que la mostraba cometiendo una infidelidad que le costó la ruptura de su noviazgo, la agredió ocasionándole heridas que resultarían fatales. La acusada Silvia Luna terminó detenida.
Más cerca en el tiempo, las imágenes que desde General Villegas conmocionaron a la opinión pública del país fueron captadas por un celular y muestran a una niña de catorce años manteniendo relaciones sexuales con tres hombres. Esta vez la sociedad entera se dividió adhiriendo a la víctima o exonerando a los culpables.

El Territorio analizó con especialistas y docentes el impacto de la tecnología que revolucionó la sexualidad y que en ocasiones la expone como en una tribuna.   
Elena Maidana, docente e investigadora de la carrera de Comunicación Social de la Facultad de Humanidades de la Unam  consideró en una entrevista publicada en esta edición:
“Más que juzgar, o de valorar en términos de positivo/ negativo la irrupción de la tecnología en la sexualidad, me interesa comprender lo que pasa y por qué pasa lo que pasa. Cuando se habla de que los jóvenes se filman en escenas íntimas es porque repiten lo que ven. Su espejo refleja a los adultos. Las poses con las que se exhiben las aprenden de los medios. En ese sentido no inventan nada nuevo”, espetó (ver la nota completa en página 13).    
Por su parte el médico Raúl Claramunt, coordinador del programa de Salud Sexual y Procreación Responsable del Ministerio de Salud Pública, opinó que “como parte de la cotidianeidad, la sexualidad también se encuentra atravesada por la tecnología y las nuevas formas de relacionarse a partir de la irrupción de la era virtual, no es nuevo que las parejas utilicen elementos como medios para obtener placer y llegar a una vida sexual plena y saludable, pero el acceso masivo a la tecnología hizo que algunas personas sientan placer en el exhibicionismo en mostrar aquello que era sólo para el consumo de la pareja”.
Por su parte, los docentes ven con preocupación que los adolescentes ocupan los celulares en el despertar de su vida sexual.
“Los chicos se sacan fotos en pareja, fotos de beso o de expresiones de cariño y después seguro las publican, habrá que ver cómo la escuela responde para educar en estos temas”, indicó la directora de la Comercio 18, Olga Bernal.
La profesora de letras, Karina Mariño, evidenció que los chicos no miden “que publicar fotos puede ocasionar graves consecuencias. La forma de ver de la gente no avanzó tanto como la tecnología, la manera en que los varones ven a las mujeres o las conductas esperables para uno y otro género”.
La docente del Cep 5 del barrio A4 de Posadas señaló que chicos de todos los estratos sociales tienen acceso al celular y a las redes sociales a través de ciber o en la casas, “en la escuela se negoció y los chicos pueden usar el celular en el recreo no hay manera de que no lo traigan a la escuela”, dijo.    
Entre los estudiantes reconocen que se sacan fotos “a escondidas”. “La forma es sacar una foto a una parejita sin que se den cuenta así los escrachamos en Facebook, más cuando sabemos que tienen novio o novia y los están engañando”, contó Florencia, alumna del Cep. 
Los docentes temen más a la manipulación que puedan hacer los adultos utilizando a los adolescentes a través esta nueva modalidad de expresión, “aprovechándose de su lugar de poder como adulto”, manifestó la docente Clara González.  
Mezcla de morbo, falta de valores, códigos rotos, irrespeto por el otro y cosmovisión barrial alteran la percepción de los límites y ponen al acto sexual a rodarse como un espectáculo que puede tener tanto de placer como de destrucción de las vidas personales.
Para Claramunt el problema es que los jóvenes -y también muchos adultos- no tienen claro qué es un acto sexual. “Piensan que el sexo oral no es sexo o asocian las relaciones sexuales sólo a genitalidad y esto los expone tanto a enfermedades sexuales como a la manipulación de personas que captan las imágenes con la intención de difundirlas y esto siempre tiene como consecuencia un daño porque te expone a una situación que no consentiste y si un menor consiente este consentimiento carece de valor porque la ley lo protege y dice que un menor no puede consentir un acto sexual”, planteó aludiendo al caso de Villegas.
La directora del Nacional Martín de Moussy contó que la escuela desarrolla contenidos como límites y exhibicionismo en los talleres de educación sexual. “Los chicos publican todo, tienen esa necesidad de registrar todo. En los grupitos, ellos hacen eso, se filman se pintan y se besan, vi algunas fotos de los pequeños grupos después cuelgan en las páginas y se muestra y todos opinan”, detalló. 
Lo cierto es que pantalla mediante, pasa lo que se registra. Estados de ánimo, acontecimientos familiares, secretos inconfesables y prácticas íntimas como las relaciones sexuales o hasta bañarse pueden verse reproducidas cientos de veces en internet o por cadenas en los videos de los celulares. 
El delegado regional del Inadi, Mariano Antón reflexionó sobre la masividad del acceso a la tecnología que viabilizan la necesidad de verse reflejado. “Hay una necesidad de transcender. Es complejo”, notó.
Y Antón agregó,  “los medios de comunicación exponen que el éxito se logra cuando uno consigue destacarse en la televisión. Yo creo que tiene que ver con esos parámetros desacertados de creer que uno es exitoso cuando logra posicionarse en el conjunto de la sociedad”, apreció. 
Para el funcionario, formar parte de estos videos de circulación masiva “es en un punto irreversible, de un video cargado en la web puede surgir su daño en cualquier momento no deseado, uno lo puede hacer como una anécdota de adolescente pero después cuando sea un adulto, estos videos o fotografías son fácilmente rastreables que como en una gran memoria virtual, de eso no se toma dimensión, acá en Misiones hay algunos videos muy preocupantes que no han salido a la luz  y algunas situaciones confusas en el ámbito educativo”, sostuvo Antón.

 

Separar conductas
La psicóloga y sexóloga Pamela Wimer separa las conductas patológicas y delictivas de las personas que trafican imágenes sexuales con niños o para hacer un daño, de aquel juego de adolescentes que incorporan las pantallas en el umbral del despertar sexual.  
“Seguramente que con la tecnología las prácticas sexuales se modifican, aparecen nuevas formas de relacionarse, ‘nuevo’  significa ‘nuevo’, ni bueno ni malo, ni normal ni patológico; yo creo que es este el salto cualitativo que se va a dar, entender una nueva forma como algo más, como en su momento la genitalidad se vio influida por la aparición del profiláctico, de las revistas de contenido erótico. Afortunadamente cada generación plantea cambios y esto es parte de vivir”, evidenció.
Con respecto a una conducta exhibicionista, Wimer remarcó que “siempre existió la necesidad en los seres humanos de conocerse y ser conocidos corporalmente, es una parte normal del desarrollo psico-sexual. No es infrecuente que los niños en edad preescolar exploren qué hay debajo de un guardapolvos para así saber si el otro es igual  a él”.
En este sentido, entendió que la tecnología “lo que hace hoy es que la modalidad de investigación entre cuerpos se da de una forma diferente, más abierta, menos desinhibida, o marcando la distancia que surge cuando la visualización es virtual o no real”.
 La sexóloga opinó que estas nuevas modalidades de explorar y sentir placer pueden tener su raíz en el bombardeo de imágenes que se recibe desde los medios. “Hay una necesidad muy fuerte de mostrarlo todo”.
Y agregó, “no sólo la desnudez del cuerpo sino también a la desnudez de alma. Se ponen a consideración en internet, los estados anímicos, pensamientos que antes estaban reservados al círculo más íntimo de la familia y las  amistades”.

 

Opinión

Acompañar a los hijos

La tecnología llegó para quedarse, ahora se coló en la intimidad de la gente. Pienso que es perfectamente válida cuando se la usa como un elemento para obtener placer y tener una pareja plena, pero el peligro es que las personas y más los adolescentes quedan muy expuestos a ser vulnerados en su intimidad cuando caen en manos de inescrupulosos o también cuando te sacan imágenes a hurtadillas. Lo necesario es que los adultos acompañemos el crecimiento de los hijos y que no haya temas tabú.

Raúl Claramunt
Programa de Salud Sexual del MSP

 

 

“En internet tampoco nadie lee la letra chica”

 

POSADAS. Elena Maidana, docente  e investigadora de  la Universidad Nacional de Misiones, analizó en  una entrevista con El Territorio la permeabilidad del círculo entre lo íntimo y privado y recomendó autores como pistas para entender esta realidad que se plantea.

 

¿Se puede decir que la intimidad está en crisis por la irrupción de la tecnología?
Cuando hablamos de lo público y lo privado en realidad aludimos a un orden espacial, social y simbólico propio y funcional a la emergencia y expansión de las sociedades capitalistas modernas; que opuso y relacionó de determinada manera los ámbitos de la producción -del trabajo, la política, la economía-,y de la reproducción-de la familia, de lo doméstico, de la vida en el hogar. Es decir, se hace referencia con esos términos a como se pensó, imaginó, significó una vida social que se movía entre un adentro y un afuera de la casa privada. Recomiendo al respecto leer los trabajos de Rechard Sennet, Hanna Arendt, Habermas y más cercano a nosotros al brasileño Roberto Da Matta.
En ese orden que articuló de particular manera “la casa” y “la calle”; el hogar venía a ser “el refugio” seguro contra las inclemencias.
Por ejemplo, no se les abre a todos la puerta de la casa, a algunos se los recibe en el hall de entrada, a otros en el living, en la cocina, a muy pocos en el dormitorio, sitio de la intimidad burguesa.  
Los medios de comunicación en ese sentido acercan el mundo a la casa. Bueno es ese orden así imaginado el que hoy está en crisis y no sólo por usos de las nuevas tecnologías. Son sobre todo razones de hegemonía y de rentabilidad económica las que inciden en esas reconfiguraciones que por momentos distancian o aproximan ambas esferas, cuyas relaciones han sido y son objeto de tensiones y debates públicos más que interesantes.
La discusión sobre dónde empieza y termina la vida íntima no es nueva, en todo caso hoy adopta nuevos rasgos.

 

¿Aumentó el interés por la vida ajena?
La vida ajena siempre interesa, los chismes movilizan, tanto en las interacciones directas como en las mediadas tecnológicamente. En eso tampoco hay nada nuevo bajo el sol, en todo caso lo diferente son sus materializaciones emergentes bajo otras condiciones sociohistóricas.
En cuanto a lo de ver-ser vistos; cómo no va a aumentar esa necesidad si en nuestras sociedades se confiere valor y  sentido social a la existencia justamente a partir de la visibilidad obtenida en los medios, en internet. ¿Acaso no se repite una y otra vez que lo que lo está en la TV, en Youtube,en Facebook no existe?   Y entonces: ¿por qué extrañarse cuándo eso ocurre?

 

¿Cree que se hace un mal uso de la tecnología en la vida íntima?
 Más que juzgar, o de valorar en términos de positivo/ negativo, me interesa comprender lo que pasa y por qué pasa. Los jóvenes repiten lo que ven. Su espejo refleja a los adultos.    

 

¿Somos conscientes de lo que significa ventilar intimidades?
Creo que no, no se dimensiona  los alcances de tamaña exhibición. Pero, ¿quién lee la letra chica? Hay que trabajar con los jóvenes en la escuela y desde otros ámbitos es necesario que conozcan sus derechos  que están protegidos, y sus obligaciones.
La circulación de imágenes sexuales entre los adultos nos conecta con toda una producción cultural asociada con “la pornografía”  que tampoco es historia nueva. Internet lo que si quizás permite es que los jóvenes y adolescentes agreguen sus propias imágenes sexuales a las miles que ya circulan.

 

 

Desinhibidos y con poca conciencia de los riesgos

El exhibicionismo entre adolescentes a través de internet y celulares se extiende en las escuelas de Posadas y genera preocupación

 

POSADAS. Cada vez son más las imágenes y videos que circulan a través de los celulares y en la web. Entre adolescentes y jóvenes se despierta el exhibicionismo en el ámbito escolar y los chicos buscan pertenecer en el reconocimiento o la mirada del otro.
Facebook, Twitter y Youtube son las páginas o redes sociales más conocidas entre los jóvenes. Constantemente se conocen casos de compañeros de colegio que se graban con los celulares difundiendo su privacidad sin tapujos.
Desde las escuelas de Posadas aseguran que se trata de una actitud que aumenta y alertan sobre la poca responsabilidad de los adolescentes ante los posibles riesgos que implica publicar la intimidad o exhibirse a través de Internet, pero ¿cómo actúan los docentes ante esta nueva tendencia?
El Martín de Moussy es uno de los únicos colegios que cuenta con un taller de educación sexual, en donde profesores y alumnos debaten sobre el cuidado y preservación del propio cuerpo y la intimidad de cada persona.
La directora Gladis Ledesma contó que los estudiantes “se quieren sacar fotos y pertenecer. Existe esa necesidad de registrar todo. En algunos grupitos se filman mientras se pintan y se besan, y después cuelgan las fotos en alguna página”, y advirtió que “los chicos no están conscientes de los riesgos”.

 

Tecnología para pertenecer
En diálogo con los alumnos de diferentes colegios de Posadas admitieron que existe una necesidad de mostrarse a través de la tecnología y sobre todo en las redes sociales. Diariamente, los chicos publican fotografías o videos y expresan sus deseos más íntimos en la web. También aparece el celular como un elemento imprescindible en la vida de los jóvenes.
“La tecnología lo que hace es que se vea más, estas cosas existieron antes y se mostraban también”, dijo la directora del Martín de Moussy.
Y consideró que los estudiantes “no están consciente de eso y hay que crear una conciencia real de muchas cosas no sólo del exhibicionismo. Creo que con los talleres se va a ir logrando, pero también debe intervenir la familia. El adolescente contenido y mirado por el adulto no llega a ese extremo”.
En el taller de sexualidad que se dicta en la institución “los chicos hablan de todos los temas y va surgiendo la mirada del otro y el conocimiento de su cuerpo y de su sexualidad. Se nota que la necesidad de mostrarse y exhibirse está exacerbada, ellos quieren pertenecer, porque naturalmente son exhibicionistas y los padres quedan azorados cuando ven esto”.
Según explicó Ledesma el exhibicionismo extremo también podría estar relacionado con alguna problemática externa al ámbito educativo, “sobre todo problemas familiares complejos, a partir de no tener la contención el chico se dispara, y buscan llamar la atención de manera errónea”.
Además reflexionó que actualmente “se están mostrando muchas patologías de adultos y los chicos ven un espejo en eso, pero en la etapa de crisis de la adolescencia el exhibicionismo natural se vuelve una problemática  y se agudiza por otros problemas”.

 

Una necesidad en el aula
La psicóloga y sexóloga Pamela Wimer brindó su punto de vista sobre la tecnología, los riesgos que involucra la publicación de la intimidad y el rol de la educación en relación a esta tendencia. “A un niño no puede educarlo la tecnología, se recomienda que los padres puedan hablar de estos temas con sus hijos a fin de evitar que su único medio para conseguir respuestas sea la informática”.
Y explicó que “los adolescentes tienen sexo y no es novedoso, en las escuelas suceden algunas veces cuestiones que contradicen la moral y también lo sabemos”.
Con respecto a la Ley de educación sexual promulgada en 2006 pero que aún no se aplica en las escuelas de Misiones, la sexóloga opinó que “tendría que estar implementada hace ya bastante tiempo, redactada por personas idóneas y ejecutadas de manera correcta para que no resulte contraproducente”.
Por su parte, el delegado del Inadi, Mariano Antón consideró que “hay que fortalecer a los chicos que están siendo educados hoy, para que sean buenos padres y se comprometan con sus futuros hijos a que la escuela es un ámbito importante, ese es el desafío. El Estado no se puede meter a las casas a educar padres, eso es imposible”, dijo para romper el círculo de las culpabilidades entre escuela y familia.
Desde la experiencia en el taller, la directora Ledesma contó que “los chicos  se inician sexualmente casi todos a partir de los 13 o 14 años. Cuentan y difunden sus relaciones con mucha libertad. Los docentes estamos tratando de despojarnos de los prejuicios, no es un tema fácil romper un esquema armado de nuestra propia sexualidad”.

 

Acciones preventivas
El programa “Una computadora por alumno”, dotó a alumnos misioneros con 5 mil netbooks en pleno debate sobre el buen uso de las tecnologías. La directora de la Comercio 18, Olga bernal planteó que la escuela recibirá 140 equipos. “El área de tecnología ya está trabajando con otras áreas para ver cómo se aprovecha este soporte para enriquecer la educación y no para fomentar cosas como los faltazos masivos, creo que una cuestión crucial es el diálogo pero también la presencia de los adultos para ver en qué andan los chicos, qué páginas visitan”.  
Una iniciativa de protección de jóvenes frente a las pantallas se viene implementando desde el año pasado en escuelas de Misiones que adhirieron al programa “Formándonos Juntos”. Es un programa internacional de uso responsable y cuidado de las pantallas para niños y jóvenes que en la Argentina trabaja articulado con el Ministerio de Educación de la Nación. El proyecto ya se implementa en las escuelas de Misiones a través del área de Tics del Ministerio de Educación provincial.
Un informe del equipo técnico de Formándonos Juntos concluyó que Argentina es "uno de los mayores productores de pornografía infantil en el mundo".
Y agregó, "son muchos los casos de abuso de chicos por medio de plataformas de comunicación de internet, por eso hay que aprovechar iniciativas como estas que buscan generar conciencia y conocimientos para prevenir y reducir los peligros de Internet para la población infantil".
En Argentina, más de una de cada dos chicas declaró recibir mensajes y llamadas de personas desconocidas. Y el 12 por ciento de los chicos argentinos declararon haber recibido un mensaje con contenido obsceno o pornográfico.
En el país, tres de cada diez chicos consiguen su primer celular a los nueve años.

 

 

“Que Villegas ayude a educar”

La docente y habitante de General Villegas Alejandra Pedrini en comunicación con El Territorio contó cómo vive la ciudad de 20 mil habitantes el caso del video que muestra a tres mayores abusando de una adolescente de 14 años
“Acá la presencia de los medios de Buenos Aires enrarecieron mucho todo, exacerbaron las emociones de la gente,la mayoría de los ciudadanos saben discernir que lo que ocurrió fue un abuso a una menor”, entendió la profesora de artes plásticas que estudió en el Instituto Montoya de Posadas. “Ojalá se saque en limpio que en las escuelas hay que hablar de sexo, hay que implementar la Ley de educación sexual y hay que trabajar mucho para contener a los jóvenes para que estos casos nunca más sucedan”, dijo.
“Creo que el sentimiento de Villegas es que todo vuelva a la normalidad, aunque estamos todos un poco tristes y claro esto será posible cuando los culpables paguen por su crimen” agregó.

 

 

El Ciberacoso, agresiones a través de la red

 

POSADAS. El delegado del Instituto Nacional Contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) Mariano Antón informó que los últimos tiempos se comenzaron a recibir una serie de denuncias vinculadas a situaciones de discriminación que se planteaban a través de la web y las redes sociales.
El ciberacoso se realiza por Internet y también por teléfonos celulares, y su finalidad es la provocación, la difamación, la humillación, la intimidación o la amenaza de forma reiterada y bajo un formato anónimo, de identidad falsa o de suplantación de identidad. A nivel nacional el Inadi recibe unas 200 denuncias mensuales de usuarios que son hostigados por grupos en las redes sociales.
“En Misiones tenemos dos páginas identificadas. Detectamos que habían imágenes en la web que no eran deseadas que existan y a su vez habían un montón de páginas creadas especialmente para agredir”, contó Antón.
En una de las páginas, los padres del chico agredido se dirigieron hasta el establecimiento educativo para manifestar a las autoridades del colegio sobre la situación. El argumento de la institución fue que la agresión no sucedió en el ámbito educativo, en consecuencia, los padres decidieron cambiar de colegio al chico.
Generalmente explicó Antón, las agresiones que se desarrollan en la vida real suelen ser a partir de un grupo de cinco o seis chicos, “lo preocupante es que en las páginas del facebook un chico tenía casi doscientas o trescientas personas que apoyaban esa página, nos alarmaba que hay una irresponsabilidad del que crea la página que quiere hacer daño y después, hay doscientos chicos que no dimensionan que le están produciendo un daño a esa persona, entonces se adhieren a esa página, la apoyan como si fuera una risa”.
Y a su vez, consideró que “ese  daño psicológico en muchos casos puede ser mucho más perjudicial que el daño físico”.

 

Entre lo virtual y lo real
Asimismo, el otro conflicto que se genera en el ámbito educativo   es lograr identificar las amenazas publicadas en la web como un tipo de agresión. “En las escuelas nos encontrábamos con que no era reconocida como una agresión real, porque como es virtual no está pasando físicamente. Hoy en los adolescentes su vida virtual es tan importante como la real. Casi el primer acercamiento que tienen los adolescentes que están en el mundo de internet lo hacen a través de curiosear en esas páginas”, opinó el delegado. 
El uso de la información electrónica magnifica el daño debido a la cantidad de personas que pueden ver, leer o escuchar la agresión y en la Argentina no hay legislación específica que regule las actividades en las redes sociales.
Según relató Antón, desde el Inadi “también se detectaron videos o aspectos privativos de las personas que no deseaban estar en un espacio tan público y se sentían despojados de sus derechos porque no tenían elementos para contrarrestar esa situación”.