Los fenómenos sísmicos

Lunes 14 de marzo de 2011
Cada tanto la población mundial se ve sacudida por los efectos de algún movimiento sísmico transmitiendo distintos estados de ánimos entre los afectados y elucubraciones  entre los observadores. De todos los fenómenos naturales que se producen y afectan a la superficie terrestre los más temidos son los sismos: tsunamis y terremotos. Los medios masivos de comunicación utilizando los acelerados avances tecnológicos muestran en forma instantánea los efectos devastadores en el habitad humano.
La Tierra está constituida por numerosas capas. La corteza terrestre o litosfera, donde se desarrolla la vida, es muy delgada y flota como planchas de corcho sobre la Astenosfera. La litosfera está fracturada formando placas oceánicas y continentales como un rompecabezas. En las fracturas se originan las zonas de subducción preferentemente en el Pacífico y zonas de expansión en el Atlántico. Las placas  tienen direcciones definidas por las corrientes de magma que provienen de la Astenosfera.
Este magma - lava al entrar en contacto con el agua se solidifica y se desplaza lateralmente empujado por la sucesión de más lava originando la expansión de los océanos. Este efecto es contrarrestado en las zonas de subducción por las placas oceánicas, más pesadas, al producirse la colisión con una placa continental se hunden debajo de esta y se destruye por rozamiento. El material que llega a la Astenosfera es fundido por las altas temperaturas del interior de la Tierra, que vuelve a ser expulsado en forma de magma a través de una dorsal. En síntesis, los sismos son consecuencia de las distintas reacomodaciones de la corteza terrestre, los fondos oceánicos se expanden y las placas se acomodan, fenómenos que se repiten hace un sin numero de años.
El punto donde se origina el fenómeno sísmico se llama hipocentro, que por medio de ondas se propaga al epicentro, lugar donde se manifiesta. Cuanto más cerca de la superficie se localiza el hipocentro mayor será la intensidad del desastre. Por supuesto que los efectos de la magnitud (Escala de Richter) e intensidad (Escala de Mercali) van a depender de la estructura geológica y la percepción del desastre al asentamiento humano. Si el hipocentro se registra en el continente estamos frente a un terremoto, y si tiene lugar en el fondo oceánico ante un maremoto originando una inmensa ola llamada tsunami que llega a tener efectos devastadores sobre las costas dependiendo de la extensión de los terrenos bajos y de la población asentada en ella. Islas en el Océano Pacífico han desaparecido por efecto de tsunamis pero no han registrado trascendencia por no estar habitadas.
Los fenómenos sísmicos, como otros, forman parte de la vida de la Tierra, por lo que los especialistas en el tema ya han determinado la distribución geográfica de los mismos.
No se los puede evitar, sí desarrollar planes de contingencia  para minimizar los desastres en las zonas afectadas que aumentan aceleradamente por la explosión demográfica.
Misiones es una zona asísmica, pero es susceptible a otros riesgos naturales como las tormentas, descargas eléctricas, olas de calor sobre los cuales se debe concientizar a la población.

Elida Arenhardt de Romagosa
Doctora en Geografía