El periodista Alberto Mónaca tiene razón cuando dice que “la gente conoce al general Manuel Belgrano por haber creado la bandera nacional y nada más”.
“Entre otras omisiones fundamentales, destacó Mónaca, pocos libros señalan la importancia, por ejemplo, de su escala táctica de 1810 en Candelaria para llegar al Paraguay, o de la redacción de los 30 artículos del Reglamento de los 30 pueblos de Misiones, del 30 de diciembre de aquel año, considerado primera semilla constitucional del país”.
Desde mediados de 1810 el general Belgrano marchaba hacia el norte, atravesando a su paso arroyos y ríos, y el 19 de diciembre cruzó desde Candelaria para tomar la plaza realista instalada en Campichuelo, sobre la orilla opuesta.
Homenaje, en 1960
Naufragio, en 2010
Cincuenta años después de su justa instalación, la importancia del mural de Arturo Gastaldo quedó relegada al doble naufragio histórico-artístico: el aumento de la cota del río por el embalse de Yacyretá corroe sus cimientos y en poco tiempo caerá para que lo disfruten los bagres. Literalmente el intrépido general Belgrano está con el agua a la cintura. Por ello, desde el año pasado, los vecinos de Candelaria, el propio Mónaca y el diputado provincial (UCR) Luis Pastori, libran su cruzada de salvataje de la obra; intentan convencer a la autoridades de la EBY, encargada de los trabajos ribereños, para que lo reinstalen en un sitio público. Adelantó Mónaca que se brindará proximamente un homenaje a Belgrano instalando una placa en el mausoleo de la Iglesia de Santo Domingo, donde reposan sus restos, en Buenos Aires.
Un método típico
El peso del muro sobre el que el escultor ha realizado su histórico bajorrelieve ronda las 10 toneladas, sin embargo el rescate del mural es imposible; según reglas de arte basta recuperar con cuidado, en planchas, su superficie artística, mucho más liviana, y volver a adosarla a un nuevo muro que se levantará en el lugar de emplazamiento que se elija. El tomado de juntas entre planchas será tarea de restauradores profesionales y una buena pátina las disimulará.
Ya se han retirado el busto del prócer y la placa instalada en 1960. Resta salvar la memoria de Belgrano y de Gastaldo.
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