Indican que los trastornos digestivos son un problema en aumento

Lunes 18 de julio de 2011 | 16:00hs.
Indican que los trastornos digestivos son un problema en aumento

Según publicó Pro-Salud News, se dieron a conocer los resultados de un relevamiento realizado entre 600 mujeres de un grupo de importantes ciudades del país, vinculado al padecimiento de trastornos digestivos funcionales. El estudio fue realizado por TNS Argentina y difundido por la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE), y arrojó como resultado que el 69% de las entrevistadas afirma padecer alguno de este tipo de trastornos.

Resultados de un estudio realizado por TNS Gallup en 600 mujeres de Capital y GBA, Córdoba, Rosario y Mendoza. Sólo 1 de cada 10 acude a una consulta médica.

De la investigación que incluyó a argentinas de entre 18 y 70 años, de niveles socioeconómicos ABC1,C2C3 y D, residentes en Capital Federal, GBA, Rosario, Córdoba y Mendoza, se desprende que los principales trastornos digestivos funcionales que manifiestan son hinchazón, tránsito lento, pesadez, estreñimiento y dolor de estómago.

“Los trastornos funcionales digestivos son aquellos en los cuales los síntomas crónicos que presentan los pacientes al momento de la consulta, no evidencian como causa una anormalidad estructural o bioquímica. Suelen tener un claro predominio femenino y son más frecuentes en países desarrollados. Generan elevados costos en salud, ausentismo laboral y deterioran de manera significativa la calidad de vida”, explicó el Dr. José Tawil, médico gastroenterólogo del Departamento de Patología Funcional de GEDyT (Gastroenterología Diagnóstica y Terapéutica).

Los trastornos digestivos implican diversas sintomatologías asociadas, tales como que el 52% de las mujeres encuestadas que los padecen refieren sentirse incómodas, el 31% padecer mal humor o enojo, al 28% le ‘duele la panza’, y el 24% se siente hinchada ‘como un globo’. Entre las principales medidas que toman, las mujeres que participaron del relevamiento mencionaron el consumo de yogures, el cuidado de la alimentación y la ingesta de agua.

La Organización Mundial de Gastroenterología publicó una guía con recomendaciones nutricionales que permiten mejorar la salud digestiva adoptando medidas simples y efectivas. Entre éstas, se encuentra el consumo de alimentos lácteos con fermentos, especialmente probióticos, que han demostrado beneficios sobre la salud digestiva.

Los productos lácteos que contienen fermentos probióticos con beneficios demostrados sobre la salud digestiva contribuyen a la función intestinal en general, pero además mejoran condiciones como el tránsito lento, la gastroenteritis, la diarrea o el síndrome de intestino irritable.

Estudios científicos evidencian que determinados probióticos tienen impacto terapéutico, particularmente en algunos trastornos funcionales. “El consumo de probióticos ha demostrado su utilidad en los pacientes con distensión abdominal, intestino irritable y estreñimiento crónico”, explicó el Dr. Luis Soifer, Jefe de Gastroenterología del CEMIC, y aclaró que “previamente hay que evaluar al paciente para determinar que la ingesta de probióticos actuará favorablemente sobre su sintomatología”.

 

Digestión y estrés

En función de profundizar acerca del estado general del paciente, el Dr. José Tawil, sugirió que “La relación entre el estrés y el aparto digestivo es universal. Toda persona que camina por la calle ha sentido alguna vez algún síntoma digestivo relacionado con alguna situación de estrés. Los pacientes con estos trastornos, en cambio, los padecen en forma crónica. Daría la impresión que presentan un aparato digestivo más predispuesto o sensible a este tipo de inconvenientes”.

En este sentido, Tawil agregó que “en el último tiempo, se ha encontrado una relación directa entre el estrés emocional y las bacterias de la microflora colónica. Ante situaciones de estrés, varía la permeabilidad intestinal y las reglas de juego entre el huésped y la flora cambian. Ahí radica la importancia de contar con una flora de buena calidad, apoyada en una dieta adecuada y la inclusión de probióticos”.

 Luego de años en los cuales se los entendió como trastornos psicológicos, agregó el especialista, “hoy en día los avances científicos permiten entender que en algunos pacientes los síntomas están más relacionados con ciertos alimentos, con las alteraciones de algunos neurotransmisores, con las variaciones que pueden sufrir las bacterias intestinales, con infecciones gastrointestinales severas y con el uso de ciertos medicamentos”.

 En cuanto al estrés crónico, el Dr. Soifer refirió que es un factor a tener en cuenta porque produce cambios en el aparato digestivo y en el sistema nervioso. “Entre otras cosas, aumenta la permeabilidad intestinal, se incrementan las contracciones musculares del tubo digestivo, el intestino se vuelve más sensible y esto se traduce en dolor abdominal, cambios en las evacuaciones, pesadez e intolerancia a las comidas”.

 

Impacto diario

Los trastornos funcionales afectan la calidad de vida de los pacientes de manera significativa. Tal es así que, además de generar un gran ausentismo laboral, es importante el número de individuos que refieren sentirse incómodos en sus trabajos o en sus casas, limitan su hábito alimentario y creen que los médicos no los comprenden. Los pacientes con trastornos funcionales poseen un alto grado de ansiedad, vigilancia, anticipación a los hechos y depresión.

 En opinión del Dr. Tawil, “estos trastornos son frecuentes, requieren de contención y comprensión por parte del médico, quien debe entender que no debe tratar sólo el síntoma presentado por el paciente sino también considerar sus hábitos, antecedentes, personalidad, perfil psicológico y estar al tanto de los avances de la fisiopatología para poder ser exitoso en el tratamiento”.

 Al respecto, el Dr. Soifer concluye: “para una persona con trastornos funcionales digestivos es muy importante la relación médico-paciente. Tomarse el tiempo para escucharlo es la llave que abre las puertas para entender lo que le pasa y para lograr su mejor tratamiento”.