Informan novedades en el tratamiento de la leucemia mieloide crónica

Domingo 20 de marzo de 2011 | 07:00hs.

La Leucemia Mieloide Crónica (LMC), uno de los tipos más agresivos de esta enfermedad es una patología que se presenta por lo general en adultos, y que se caracteriza por el crecimiento anormal, desmedido y descontrolado de los glóbulos blancos.

En la Argentina anualmente se diagnostican 400 nuevos casos. Hace 10 años se produjo una revolución: surgió un medicamento capaz de atacar directamente al gen específico que provoca la enfermedad. Ahora, nuestro país se convirtió en el primero de Latinoamérica en contar con un nuevo avance. Se trata de la aprobación como indicación de inicio de tratamiento de una droga de última generación para los pacientes de reciente diagnóstico y que se encuentren en fase crónica.

En la mayoría de los casos el cuadro responde a una alteración genética conocida como Cromosoma Filadelfia positivo (Ph+). Por esta razón desde hace algunos años los investigadores tienen como objetivo principal hallar mecanismos de tratamiento que puedan atacar directamente al germen de esta enfermedad.

 

Panel compuesto por el Dr. de Tezanos Pinto, el Sr. Saucedo y la Dra. Moiraghi

 

En ese sentido, en 2001 se produjo el primero gran hito: la aprobación de imatinib, primera droga contra un blanco molecular específico, que cambió para siempre el pronóstico de esta patología que hasta ese momento estaba signado por la ingesta de diversos medicamentos, no siempre con los mejores resultados, o bien por la realización de un trasplante de médula, cuando éste era posible.

Ahora se produjo el segundo gran avance: la aprobación de una nueva opción que brinda mejores resultados a aquellos pacientes recientemente diagnosticados y en fase crónica.

De acuerdo con los datos del estudio de fase III ENESTnd realizado a 24 meses, el nuevo uso de la medicación llamada nilotinib (pues antes era opción de segunda línea para quienes no respondían a imatinib) presenta mayor eficacia en tres frentes, en comparación con la terapia estándar.

Por un lado, logró mayores tasas de reducción de niveles de Cromosoma Filadelfia (respuesta citogenética completa); y por el otro se detectó una mayor reducción de la proteína anormal que favorece del crecimiento de los glóbulos blancos. Finalmente, también demostró reducir la cantidad de complicaciones (sobrevida libre de eventos).

Tanto nilotinib como su antecesora, el imatinib, son medicaciones que fueron investigadas y desarrolladas por el laboratorio Suizo Novartis.

"El nilotinib pertenece a la categoría de los inhibidores de la tirosina kinasa. Esto quiere decir que fue diseñado especialmente para atacar la proteína Bcr-Abl, que es la responsable del crecimiento anormal de los glóbulos blancos", expuso durante una rueda de prensa el doctor Miguel de Tezanos Pinto, médico hematólogo, académico de número de la Academia Nacional de Medicina.

El doctor también detalló los alcances del estudio ENESTnd, del cual participaron 846 pacientes con LMC Ph+ de diagnostico reciente en fase crónica, que fueron seguidos y monitoreados durante un año, y a los cuales se dividió en forma aleatoria para que recibieran nilotinib 300 y 40 mg dos veces al día, y por otro lado imatinib 400 mg una vez al día.

A los 12 meses, las tasas de respuesta molecular mayor fueron significativamente superiores en pacientes recibiendo nilotinib 300 mg 2 veces al día (44 por ciento) o nilotinib 400 mg 2 veces al día (43 por ciento), que en aquéllos que recibían imatinib (22 por ciento).

Dado que para el desarrollo de nilotinib se empleó todo el conocimiento previo obtenido con imatinib, el segundo medicamento es más potente que el primero, entre otras cosas porque posee eficacia contra 32 de las 33 mutaciones resistentes al fármaco, así como una limitada intolerancia cruzada.

Vale destacar que esta droga ya se encontraba disponible en Argentina y en más de 80 países para el tratamiento de las fases crónica y acelerada de la LMC Ph+ en pacientes adultos con resistencia o intolerancia a por lo menos un tratamiento previo que incluyera el imatinib.

Ahora se suma la indicación para pacientes con LMC Ph+ de reciente diagnóstico; nuestro país es el primero de Latinoamérica y uno de los primeros en el mundo (también está disponible en Estados Unidos y la Unión Europea) en contar con ella.

En cuanto a los beneficios "extra", la doctora Beatriz Moiraghi, médica de planta del servicio de Hematología del Hospital Ramos Mejía, también presente durante la reunión remarcó: "Los inhibidores de la tirosina quinasa de segunda generación han demostrado lograr una buena respuesta con pocos efectos adversos. Con ellos se logra una respuesta más rápida y menores probabilidades de recaer".

Esto es sumamente importante cuando se piensa en la adherencia al tratamiento que, aunque pueda parecer extraño, en la LMC es un tema aparte porque dado que la enfermedad no da síntomas, muchas veces los pacientes se ven "tentados" a dejar el tratamiento sobre todo porque si bien deben tomar únicamente una o dos pastillas por día, hay ciertas limitaciones en cuanto a la combinación de éstas con las comidas diarias.

"La falta de adherencia genera recaídas y complicaciones. Por eso es importante que los pacientes se sientan contenidos y sean tratados con psicólogos -aunque no lo soliciten- y asistan a grupos de autoayuda como el de la Asociación Leucemia Mieloide Argentina (ALMA)", subrayó la especialista.

Por su parte, Fabián Saucedo, oriundo de Rosario, 31 años y paciente con LMC refirió que si bien nunca en casi tres años había abandonado el tratamiento, "es verdad que uno se siente bien y puede realizar cualquier tipo de actividad, llegando por momentos inclusive a olvidarse que esté enfermo".

"Por eso es fundamental entender que se puede estar en un tratamiento, sin que eso implique estar curado. Lo mismo pasa con la ausencia de síntomas o malestar. Que uno se sienta bien no quiere decir que la enfermedad no esté", concluyó Fabián, paciente de la doctora Moiraghi y uno de los voluntarios de uno de los protocolos de experimentación que se están realizando con nilotinib.