Paraguay garantizó la seguridad en conflicto con “brasiguayos”

Miércoles 25 de enero de 2012
Las tensiones. | Desde hace un año se producen los enfrentamientos en la zona.

El Gobierno de Paraguay aseguró ayer que los 200 efectivos de la Policía Nacional destacados en una conflictiva zona rural, lindera con Brasil, tienen suficiente capacidad para garantizar la seguridad ante los riesgos de enfrentamientos entre campesinos sin tierra y productores brasileños o “brasiguayos” como se los denomina en la zona.
El ministro del Interior, Carlos Filizzola, explicó que “la Policía no está actuando porque no existe una invasión ni ocupación”, aunque ambas partes enfrentadas se quejan de hostigamiento y riesgo de violencia.
 Los roces son consecuencia de las tareas demarcadoras de los predios que realizan efectivos del Instituto Geográfico Militar (IGM), quienes son apoyados por los campesinos sin tierra, que denuncian irregularidades en la ocupación por parte de los empresarios, en su mayoría oriundos de Brasil.

Ante esta situación, un grupo de campesinos radicalizados paraguayos advirtieron el lunes que habrá derramamiento de sangre si deciden expulsar a colonos brasileños cultivando soja en el departamento Alto Paraná, en la frontera con los estados brasileños Paraná y Mato Grosso do Sul.
La amenaza fue lanzada por Victoriano López, líder de la Asociación de Carperos del Alto Paraná, en declaraciones a la estatal radio Nacional. “Cuando no tengamos otro camino más que ingresar a ocupar las tierras y expulsar a los brasileños, habrá derramamiento de sangre”, afirmó.
 Los “sin tierra” acamparon en la zona, pero no invadieron propiedades privadas, aunque insisten en sus denuncias de que -presuntamente- hay excedentes de tierras fiscales en manos de los empresarios y exigen que se regularice la situación.
Filizzola recalcó que se brindará garantía policial a las autoridades de la zona del Alto Paraná, reportaron.

 

Preocupación brasilera
El embajador de Brasil en Asunción, Eduardo Dos Santos, expresó ayer su preocupación por este tema, tras ser recibido por el presidente de Paraguay, Fernando Lugo.
El diplomático dijo que espera que las cosas se pacifiquen, “que haya diálogo y que el Gobierno paraguayo haga un buen encaminamiento” del asunto.
 “Estamos acompañando muy atentamente este tema, estamos en contacto con la gente del lugar. La embajada y los consulados del Brasil están asesorando a los productores del lugar; estamos en permanente contacto con las autoridades del Gobierno de Paraguay”, agregó Dos Santos.

 

La denuncia
 La zona conflictiva está ubicada en Ñacunday, departamento de Alto Paraná, 390 kilómetros al este de Asunción. El gobernador del departamento de San Pedro, José Ledesma, pidió ayer la intervención del Poder Judicial para resolver el problema  y sostuvo que el enfrentamiento “no es el camino correcto para encontrar soluciones”.
Los campesinos denuncian que unas 160 mil hectáreas de tierras públicas estarían en poder del colono brasileño Tranquilo Favero, uno de los mayores productores de soja del país.
Las tensiones y acusaciones mutuas se incrementaron la semana pasada con la presencia en la zona de militares, que comenzaron a realizar las mediciones, según los colonos, sin orden de la Justicia.
El conflicto lleva más de un año en los distritos Iruña y Ñacunday. Sin embargo, el gobernador de San Pedro aseguró que no habrá guerra civil ni episodios de violencia con derramamiento de sangre.
“Estoy mediando con López y sus adherentes para hacer las gestiones administrativas y legales en un ambiente de calma”.
No obstante, Héctor Cristaldo de la patronal sojera Unión de Gremios de la Producción, comentó que “estos campesinos actúan como terroristas, pero el Gobierno, al parecer, los protege porque no los detienen y procesan judicialmente por incitar a la violencia”.
“En unos 18 meses este Gobierno dejará el poder y todos los responsables directos e indirectos de esta situación de agitación social serán denunciados ante la Justicia.
Unas 500 mil hectáreas pertenecientes a inicios del siglo XX a un empresario llamado Domingo Barthe fueron todas vendidas a particulares”, afirmó. Cristaldo aclaró que “eventualmente si existiesen excedentes son de los particulares y no del Estado”.

 

 

“Brasiguayos”

• Brasiguayos llaman en Paraguay a los agricultores brasileños y sus descendientes, afincados desde comienzos de los años ‘60 en los departamentos del Este del país que comparten frontera seca con los estados brasileños de Paraná, Santa Catarina y Mato Grosso do Sul.
• De acuerdo con informes privados, del 1,5 millón de hectáreas plantadas con soja en los departamentos orientales del país vecino, 1,2 millones están en manos de productores de origen brasileño.