El “Almirante Irizar” se sostiene a flote con sólo su capitán a bordo

Jueves 12 de abril de 2007
El buque rompehielos “Almirante Irizar” sufrió un voraz incendio cuando navegaba en alta mar, a 140 millas náuticas (más de 200 kilómetros) al este de la ciudad chubutense de Puerto Madryn, por lo que debieron ser evacuados sus 296 tripulantes sin sufrir heridas.
El siniestro ocasionó una avería bastante importante en la embarcación y no se descartaba que pudiera hundirse, aunque con pocas probabilidades que sucediera.
De todas maneras, el comandante del rompehielos, capitán de fragata Guillermo Tarapou, permanecía hasta anoche en soledad a bordo del buque.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, el brigadier Jorge Chevallier, precisó que “en la jerga naval se cumple la ley del mar, que es que un capitán no deja su barco mientras se mantiene a flote. Eso es lo que está haciendo el comandante del barco. El es el último que va a abandonarlo”, precisó el uniformado.
Estaba previsto que a principios del mes próximo el Irízar viajara a la zona del hundimiento del Crucero General Belgrano, ocurrido el 2 de mayo de 1982, durante la Guerra de las Malvinas.
En el Irízar y otras dos naves que lo iban a acompañar como escolta iban a viajar unos 600 invitados, entre los que se contaban sobrevivientes del Belgrano, familiares de víctimas del hundimiento y funcionarios nacionales.
El incendio se originó a las 22 de la noche del martes en el compartimiento de generadores del rompehielos y se propagó de forma que se tornó incontrolable, aunque sin que se registren víctimas.
Los 296 tripulantes abandonaron a las 23.30 el buque, por orden del capitán de fragata Guillermo Tarapow, en 24 balsas salvavidas.
Todos fueron rescatados y trasladados en un petrolero y dos pesqueros que navegaban en la zona del siniestro.
“Todo el personal fue llevado a primero hasta Trelew, desde donde vía aérea fueron transportados a la Base Naval de Puerto Belgrano, situada en la ciudad bonaerense de Punta Alta y al Destacamento Aéreo Naval del aeropuerto internacional de Ezeiza”, agregó.
Entre la tripulación se encontraba un grupo de científicos, personal civil de la Dirección Nacional del Antártico y efectivos del Ejército, la Fuerza Aérea y de la Armada, que participaron de la campaña antártica del verano.
A la región del hecho fueron enviados buques de la Armada y aviones de la Fuerza Aérea, para reforzar el operativo.
El siniestro se inició cuando se desató un incendio en las máquinas generadoras, en oportunidad en que el buque regresaba de Ushuaia luego de finalizar la Campaña Antártica de Verano 2006/07, cuya duración fue de cuatro meses.
La campaña a la Antártida se realiza anualmente para satisfacer los requerimientos que se encuentran en el Plan Anual Antártico, Científico, Técnico y de Servicios de la Dirección Nacional del Antártico.
Buques que navegaban en inmediaciones acudieron en auxilio del rompehielos y los primeros en arribar a la zona fueron el petrolero de bandera panameña Scarlet-Ibis y el pesquero uruguayo Magrit.
El rompehielos Almirante Irizar había zarpado del Puerto de Buenos Aires el 12 de diciembre y durante la campaña efectuó el reaprovisionamiento de las bases de Esperanza, Jubany, San Martín, Primavera, Orcadas, Cámara, Petrel, Decepción, Melchior, Brown, Marambio, Belgrano y Matienzo.
El buque fue construido en la ciudad de Helsinski, Finlandia, desde 1978 está al servicio del programa Antártico-Argentino y tiene 119,30 metros de eslora (largo), 25,20 metros de manga y 9,50 de calado.
El Irizar puede navegar en un campo de hielo de un metro de espesor en forma continua y por embestida puede romper packs gélidos de 5,60 metros de espesor.


El Irizar también  peleó en Malvinas
El Irizar cumplió una misión vital en Malvinas. Llevó tropas que desembarcaron el 2 de abril de 1982 y más tarde cumplió funciones de hospital.
El misionero Rodolfo Ramírez estuvo en el desembarco y lo recuerda nítidamente. Partieron de Puerto Belgrano el 28 de marzo. Desde allí navegaron cinco días en los que gracias a la nave pudo sortear sin graves daños una feroz tormenta que inutilizó uno de los helicópteros que transportaban. El único que quedó operable, fue el que depositó a Ramírez y sus compañeros en las islas, el 2 de abril a las 6 de la mañana.
La víspera, en la bóveda del buque, se celebró la misa en la que el sacerdote bendijo a los combatientes y les entregó los rosarios que darían nombre luego a la Operación Rosario. Ramírez recuerda el ataque inglés con que fueron recibidos y destaca las maniobras que realizó el piloto para evitar la muerte. Resultó el primer desembarco helitransportado del conflicto.


Nave héroe de la “Cruz del Sur”
En junio de 2002 el buque alemán Magdalena Oldendorff, con 79 científicos rusos y 28 tripulantes, completaba su misión de reabastecer bases científicas. Por diversas causas demoró su partida y la ruta fue bloqueada por un espeso campo de hielo cuando partía de la base rusa  Novolazarevskaya.
La empresa Oldendorff Carriers gestionó ante la Armada Argentina la finalidad de concretar la operación destinada a asistir al buque y rescatarlo.  La operación Cruz del Sur.
Con sólo cuatro horas de luz, temperatura de 50º bajo cero y tormentas de nieve. Llegar hasta la nave entrañó severas dificultades por lo impredecible del hielo marino.
La nave argentina lo logró, y rescató a los tripulantes.
El Irízar es un rompehielos diseñado especialmente para la Antártida por la empresa finlandesa que lo construyó realizando estudios en su predecesor, el rompehielos General San Martín. Combina capacidad de ruptura de hielo, con gran capacidad de carga, para investigación científica. Es apto para operar lejos de otros buques o de su base, posee buen comportamiento en mar abierto y consume poco combustible.
Los rompehielos más poderosos son los rusos clase Arktika propulsados a energía nuclear con eslora de 148 metros, manga de 30 metros, calado de 11 metros y  potencia de 75 mil HP. Pero el Tratado Antártico prohibe el uso de energía nuclear y la eliminación de desechos de radioación en su zona de vigencia, lo que imposibilita a este tipo de rompehielos a operar en la región.