Alertan sobre la creciente “infantilización” de la pobreza

Lunes 8 de diciembre de 2008
El Instituto de Estudios y Formación de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) difundirá esta semana su informe titulado “La Geografía de la Infantilización de la pobreza”.
Es sus más de 50 páginas se destaca que en Misiones las tasas de pobreza alcanzan al 43,6% del total de la población, ese porcentaje aumenta al 57,2% cuando se considera a los menores de 18 años. Lo mismo ocurre en la tierra colorada con las tasas de indigencia, ya que en el total de la población alcanzan el 12,6%, y trepan al 17,8% para los menores de 18 años.  
Con esos números, la tierra colorada se ubica por encima de la media nacional. Ya que para la Argentina se indica que las tasas de pobreza ascienden al 26,9 % en el total, que ascienden al 40,6% para los menores de 18 años. Y las de indigencia son de: 8,7% (total) y de 14,1% para los menores de edad. 
El equipo que concretó la investigación está compuesto por: Tomás Raffo, Ana Rameri y el diputado nacional Claudio Lozano.
Según los datos recabados, para el presente año, 6,3 millones de menores de 18 años son pobres, de los cuales 3,1 millones directamente pasan hambre. Además el 47,2% de los menores de 18 años no posee cobertura sanitaria.
Eso implica que 6,3 millones de chicos no cuenten con una obra social o un plan médico. Destacan que por día se mueren 25 recién nacidos, de los cuales 14 mueren por causas evitables. 
“El actual esquema de seguridad social desconoce el derecho de percibir una asignación familiar a 9 millones de chicos, que equivalen al 70% del total de nuestros pibes. Los montos de ingresos por hijo que brinda la ayuda social del Estado equivalen, prácticamente, a un tercio de la actual asignación familiar por hijo del sistema de seguridad social y sólo el 44% de los menores en situación de pobreza pueden acceder a ella”, según el informe.

Carencias varias
El estudio agrega que en la mayoría de los hogares que cuentan con la presencia de menores de 18 años se verifican situaciones de insuficiencia de espacio habitacional.
Cerca de 1,2 millón de menores (el 19,4% de los chicos pobres) viven en viviendas ubicadas en zonas inundables y otro millón de chicos (el 16% de los menores pobres) no tienen agua corriente. Del total de los menores de 18 años, el 52,2% (alrededor de 7 millones de chicos) viven en hogares en los cuales los jefes de hogar tienen una inserción laboral precaria. 
El 14,2% del total de menores de 18 años (que equivale a nada menos que 1,9 millón de menores) no asisten o nunca asistieron a un establecimiento educativo.
Gracias a esos índices, los autores sostienen que “un drama actual de la Argentina es el alto nivel de deterioro que han alcanzado las condiciones de vida de nuestros chicos. El daño que se les está causando no sólo implica dolor y tristeza en nuestro presente sino que implica hipotecar el futuro de nuestra sociedad. La permanencia de esta realidad resulta, desde cualquier punto de vista, incompatible con un desarrollo económico sostenible”.
“Las provincias que evidencian los niveles más alarmantes en el cuadro social de los menores coincide con aquellas que presentan las tasas más elevadas de pobreza e indigencia. Los chicos son las principales víctimas del hambre y la pobreza, marcando el rasgo central de esta problemática social: la infantilización de la pobreza. La extendida pauperización de las condiciones de vida de los menores se verifica en niveles de indigencia para algunas provincias que superan el 20% de la población menor. Las provincias con mayor deterioro infantil que el promedio nacional son: Chaco, Corrientes, Formosa, Santiago del Estero, Misiones, Jujuy, Salta, Tucumán, San Juan, Catamarca, Entre Ríos, La Rioja y Buenos Aires. El punto final a esta problemática debe estar en el primer lugar de la agenda pública”, finaliza el informe.