Un éxito de terror

Viernes 20 de junio de 2008
El sonámbulo y La Muerte. | Una de las tantas ilustraciones del libro.
El libro “Cuentos de Terror para Franco” del obereño por elección Hugo Mitoire, está catalogado por el portal mexicano www.leerescuchando.com como uno de los diez mejores audiolibros. El mérito no es menor, teniendo en cuenta que comparte la nómina con clásicos como El Quijote de la Mancha, Las Mil y una Noches, Marianela, El Principito, Alicia en el País de las Maravillas y las Fábulas de Esopo, entre otros.
“Son libros en audio, me pidieron que los mande narrados por mi mismo y tengo pensado hacerlo”, dijo Mitoire a El Territorio. Este logro se suma al impacto que tuvo su libro el año pasado en la Feria del Libro que se realizó en Oberá. En la ocasión, resultó el más vendido por segundo año consecutivo.
Leer Escuchando difunde obras literarias en español en formato sonoro gratis a través de internet. Es una propuesta no formal que busca ser una herramienta de apoyo para la lectura en débiles visuales o ciegos, o bien como un espacio para la práctica del español en países de habla extranjera. Su objetivo principal es ofrecer una alternativa para promover el hábito de la lectura en México; no sólo ofreciendo audiolibros a las personas, sino exhortándolas a leer en voz alta para crear sus propios archivos. Tienen un plantel de 60 narradores que se encargan de relatar las historias de los escritores que envían sus obras.
El sitio le dedicó un día a cada país y cuando llegó el turno de Argentina incluyó la primera parte del Martín Fierro, la declaración de la Independencia y el cuento infantil de Mitoire, pasando así a formar parte de los favoritos.
“Siempre me gustó escribir, mis dos primeros libros fueron autobiográficos y no tuvieron mucho éxito, es más, fueron un fracaso”, admitió sin culpa el escritor que hace unos años dejó de ejercer la medicina - es cirujano - para dedicarse de lleno a la literatura. Y ahora llegó el tiempo de los frutos: en agosto de este año “Cuentos de Terror para Franco” se va a editar y distribuir en el país y posiblemente en España.
Mitoire es oriundo de Margarita Belén, Chaco, pero hace catorce años vive en Misiones y asegura que su corazón “está teñido de tierra colorada”.

Impulsores
Está listo el cuarto volumen de cuentos de terror infantiles y este médico devenido en escritor jamás imaginó el éxito que pudiera tener un libro cuyo origen está en la insistencia de su hijo menor, Franco, para que le cuente historias inventadas. “Un día mi hijo Franco me cargoseaba, que le cuente cuentos y me pidió que le inventara, no quería que le leyera, entonces comencé a recordar cosas que me contaban en mi infancia”, señaló.
Después de Franco, el mayor impulsor de la obra fue Tempo Giardinelli. Fue en 2004 cuando en el Foro del Libro que se realiza cada año en Resistencia, Mitoire le entregó un ejemplar y luego de unos meses tuvo una respuesta vía mail. “Tus cuentos traen un aire fresco a la tibia literatura infantil que hay en el país”, le había escrito Giardinelli y con eso alentó mucho más su imaginación y su pluma.
Otro gran respaldo vino de parte de la Coordinación del Programa Abuelas Cuentacuentos, de la Fundación Mempo Giardinelli, que además de apoyar la iniciastiva han escrito para la contratapa del tercer volumen del libro.
Las Abuelas Cuentacuentos son quienes cada semana proveen de buena literatura a cientos de niños en escuelas, orfanatos y hospitales. Son quienes prueban los textos y quienes obligadamente vuelven a ellos cuando cumplieron su objetivo: cautivar lectores. “(...) A los cuentos de Hugo Mitoire bastó con ponerlos una vez sobre la mesa del encuentro, para que los libros desaparecieran y no dejaran nunca más de circular entre los chicos”, se destaca en la contratapa.

Anecdótico
Tal es el grado de aceptación que tiene el libro, que ni siquiera el mismo Mitoire se percata. El viernes pasado, por ejemplo, estuvo en la escuela Juan Bautista Alberdi de Ituzaingó, Corrientes, en un acto homenaje dedicado a él.
“Interpretaron una obra teatral basada en uno de mis cuentos. Además de 300 chicos pidiendo autógrafos. El contacto fue un chico de quinto grado que le leyó mi libro y me mandó un mail invitándome” dijo, y agregó: “la verdad que pensé no se trataba de una equivocación”.