Las costumbres argentinas se ven modificadas por prevención

Viernes 17 de julio de 2009 | 13:15hs.
Recomiendan no compartir el mate. | Foto: archivo


El cliente se acercó hasta el mostrador del banco. Rodrigo lo miró, lo saludó moviendo la mano y le sonrió. Lejos de ofenderse, el cliente enseguida comprendió de qué se trataba el cambio de hábito. Rodrigo Amado, empleado bancario, cumplió las nuevas políticas de su compañía para prevenir la gripe A: no más besos ni contacto en los saludos.
Evitar el beso en el saludo y dejar de compartir el mate son algunas de las costumbres más características que los argentinos intentan modificar ante el peligro que genera el virus H1N1.
"Lo ideal es un saludo de no contacto, porque el virus se puede trasladar por el aire a distancias menores a un metro. Puede contagiarse, simplemente, que una persona tenga secreción en su boca o en su nariz", explica Pablo Bonvehí, jefe de Infectología del Cemic.
En la misma línea, Enrique Casanueva, jefe de Infectología Infantil del hospital Austral, sostiene que cualquier contacto es un peligro. Y recomienda: "El saludo tiene que ser más emocional que físico. Podemos sonreír o manifestar alegría de cualquier otra manera".
El beso como saludo es una de las costumbres argentinas. "Somos muy efusivos. Deberíamos disminuir esos contactos", agrega Casanueva. Sin embargo, la gente parece comprender la importancia de la prevención. "En el banco, la gente lo entiende perfectamente", dice Amado.
Algunas instituciones también decidieron estimular la prevención entre la población. La Iglesia aconsejó tomar la comunión en la mano y pidió obviar el beso de la paz en las parroquias de la Ciudad de Buenos Aires. "La sugerencia tuvo buena repercusión entre la gente. Directamente omiten el contacto; lo toman como algo natural", relata el padre Alejandro Russo, secretario de la Vicaría de la Pastoral.
El culto católico tomó, en distintos lugares del país, acciones preventivas ante la pandemia de gripe A que incluyeron hasta la suspensión de misas. Russo no descarta que la Iglesia deba tomar otras medidas para prevenir el contagio de gripe A. "Seguiremos las precauciones que nos indique la autoridad sanitaria", sostiene.
En los últimos días, el aumento en la cantidad de víctimas fatales también arrastró a la televisión a modificar su rutina: algunas tiras de ficción tratarían de evitar las escenas con besos. Enrique Estevanez, productor de la novela Herencia de amor, aseguró que sólo quedarán los que tengan una lógica para la trama.
Además, los programas de entretenimiento restringieron el ingreso de público al estudio. Showmatch , por ejemplo, se emitió sin público en las tribunas que suelen albergar a unas 300 personas. Y Justo a tiempo, el programa conducido por Julian Weich, instaló el saludo del codo para evitar posibles contagios.

Cuidarse con el mate
Los cambios de hábitos que generó el crecimiento de la gripe A también modificaron el tradicional rito del mate. Jimena López, estudiante de abogacía, ya no comparte el mate en la facultad. "Yo no puedo saber si algunos de los familiares de mis compañeros tiene síntomas. Por las dudas, prefiero no tomar", afirma.
Según los especialistas médicos, la costumbre de compartir la bombilla en casa o en el trabajo es un "peligroso" foco de contagio. "Hay temas culturales que cuestan modificar, pero hay que ser prudente", señala Casanueva ante lanacion.com. Sin embargo, el infectólogo considera que si quienes toman mate están sanos, el riesgo disminuye considerablemente. Aunque advierte que, en muchas ocasiones, los infectados pueden transmitir el virus antes de manifestar síntomas.
El Instituto Nacional de Yerba Mate (Inym) aconsejó la semana pasada tomar mate en forma individual y pidió que se extreme el aseo de la bombilla. Además, Bonvehí sugiere extender el cuidado en la limpieza de utensilios de cocina y pidió particularmente que se evite compartir vasos.
"Dejar de comerme las uñas es inevitable. Es algo inconciente. Por eso trato siempre de desinfectarme las manos", cuenta, preocupado, Matías Sebastián Ieno. Y agrega: "En la oficina uso alcohol en gel para no tener que ir tantas veces al baño".
Según Bonvehí, el hábito de comerse las uñas es peligroso porque las manos pueden ser un vehículo del virus. Y remarca que el escritorio laboral puede ser un lugar riesgoso. "Hay que limpiar bien los teclados", indica. Además, recomienda no llevarse las manos a la boca como primera medida preventiva.
Pero no sólo la boca es una zona peligrosa. La costumbre de tocarse los ojos y la nariz también es un riesgo, sobre todo, durante el viaje en transporte público. "Es difícil quedarse quieto: te agarrás del pasamanos o tocas el asiento. Es peligroso porque tocarnos la cara es una acción inconciente", dice Casanueva, quien sugirió la utilización de alcohol en gel para esos momentos. "El virus sobrevive en la mano unos cinco minutos. Hay que tener precaución", insiste.
"El cambio de hábito es importante, porque realmente disminuyen el riesgo de transmisión del virus", afirma Casanueva. Según Bonvehí, las advertencias ya causaron efectos positivos entre la población. "Hay más conciencia; nos estamos cuidando más", afirma.  (Fuente: La Nación)