En un pueblo de Córdoba venden camisetas con el símbolo nazi

Sábado 19 de marzo de 2005
Camisetas con una cruz esvástica salieron a la venta en Villa General Belgrano, en la provincia de Córdoba, donde vive una importante colonia alemana que tiene su origen en los marineros supervivientes del acorazado “Graf Spee”, hundido en 1939 frente a Montevideo.
Se trata de remeras de color negro con la leyenda “Villa General Belgrano, Córdoba-Argentina” y una cruz esvástica que provocó una infinidad de reacciones en el lugar.
Sergio Favot, alcalde de la pintoresca Villa, ubicada en la serranía cordobesa e impregnada de la cultura germana, se manifestó preocupado por la aparición de la prenda que se vende en un negocio de indumentaria y artesanías concurrido por turistas.
“Estamos evaluando qué marco legal tenemos para que cese la venta. Sospecho que hay varias medidas y las vamos a tomar con fuerza porque no queremos que se asocie a nuestra localidad con el nazismo, de ninguna manera”, enfatizó Favot en declaraciones a Radio Universidad de Córdoba.
“Además, me molesta que hagamos apología de esta locura demencial que fue el totalitarismo de (Adolf) Hitler”, agregó efusivo el gobernador que casualmente se encuentra en Buenos Aires promocionando su localidad para la Semana Santa, para cuando se espera el arribo de miles de turistas argentinos y extranjeros a tierras cordobesas.

La colonia alemana
La numerosa colonia alemana tiene su origen en los marineros del “Graf Spee”, que el 13 de diciembre de 1939 protagonizó la Batalla del Río de la Plata contra la flotilla británica del Atlántico Sur, en el marco de la Segunda Guerra Mundial.
Seriamente averiada, la nave se refugió en Montevideo, donde fueron sepultados 36 marinos alemanes, hasta el 17 de diciembre: es día debió abandonar el puerto, y a las pocas millas fue hundida por su capitán, Hans Langsdorff.
Parte de los 1.100 tripulantes se quedó en Montevideo, en tanto que otros se trasladaron a Buenos Aires junto a Langsdorff, que se suicidó allí el 20 de diciembre de 1939.
Muchos de estos tripulantes fueron para las sierras de Córdoba, la mayoría a Villa General Belgrano, y otros a localidades del Valle de Punilla, como La Cumbre, también en esa provincia (700 km al norte).
El alcalde Favot se manifestó convencido del malestar que debe haber en la población, porque "hay un repudio permanente de la comunidad en ese sentido".
“Para nosotros, los marineros que se quedaron a vivir en Villa General Belgrano son gente que colaboró a hacer Villa General Belgrano”, dijo.
“Estos chicos tenían entonces 20 ó 21 años y evidentemente pertenecían a la marina de guerra de Hitler. Seguramente en ese contexto y a esa edad su labor era estratégica y funcional al mandato del régimen nazi. Eso es innegable”, comentó.
Sin embargo, esto “no quiere decir que la gente que se quedó a vivir en Villa General Belgrano fuera nazi, porque en definitiva se sumaron a una comunidad, y trabajaron como trabajamos todos allí, mis abuelos y mis padres, y la gente que estaba en el lugar ya radicada”, aseguró.
Tras la derrota de Hitler muchos nazis se radicaron en Argentina, en particular en las provincias de Córdoba y en las de la Patagonia, dos de los centros turísticos más importantes del país.
En esta última región, por ejemplo, fue presentada el año pasado en Bariloche una curiosa guía turística de 130 páginas, con 69 fotos y una docena de documentos sobre los sitios en que vivieron y trabajaron ex jerarcas del régimen alemán.
En Bariloche, una zona andina rodeada de lagos, fue descubierto el ex SS Erich Priebke, extraditado en 1995 a Italia donde se lo juzgó y condenó por la matanza de las Fosas Adreatinas en Roma al final de la Segunda Guerra.
En 1960 el jerarca nazi Adolf Eichmann fue capturado en Buenos Aires por un comando israelí y llevado a juicio en ese país, donde fue ejecutado por sus crímenes. En Argentina se refugiaron otros varios personeros nazis después de la guerra, entre ellos Joseph Mengele, Martin Borman, Walter Kutschmann, Josef Schwammberger, Eduard Roschmann, Wilfred Von Owen, Heinz Henrich Brucher y Alois Brunner.