El sobrino de Carlos Rovira terminó en la Policía tras negarse al alcotest

Lunes 26 de marzo de 2007
El sobrino del Gobernador de la provincia terminó demorado en la seccional Primera de Policía ayer a la madrugada, tras negarse a realizar la prueba de alcoholemia en un control municipal desplegado en la costanera, casi en su intersección con la rotonda del puerto de la capital misionera.
Cristian Rovira circulaba por la avenida Jorge Kemerer alrededor de las 6 de la mañana en un Volskwagen Golf, patente alfanumérica FOC 797, en compañía de amigos y amigas cuando debió detener su marcha al toparse con un nuevo control municipal en el principal paseo de la ciudad. Si bien el sobrino del gobernador Carlos Rovira no intentó eludir el control como sí lo hicieron durante este mes el presidente de una entidad provincial y el hijo del secretario privado del Gobernador,  se atrincheró en el auto que manejaba y se negó en todo momento a realizarse el alcotest.
El procedimiento se inició a las 6:08 de acuerdo al director de tránsito municipal José Luis Redlich, y desde un primer momento el joven conductor manifestó ser el sobrino del gobernador Carlos Rovira y permaneció por casi una hora dentro del VW Golf. Cerca de las 7,  ya sin la compañía de sus amigos de la noche, Cristian declaró a la Policía que se hizo presente en el lugar y ante la Patrulla Municipal, que el vehículo era propiedad de Miguel Ángel Rovira, su abuelo, domiciliado en Catamarca 491 de esta ciudad capital.
También aclaró que el vehículo estaba en regla y que solamente se negaba a someterse al control de alcoholemia. Por esa razón, el comisario de la Unidad Regional Nº 1 Raúl Borjas, lo invitó a subirse a una de las patrullas y cuando la ciudad amanecía el sobrino del gobernador fue trasladado a la comisaría del barrio Villa Sarita, en donde permaneció cerca de una hora.  
Uno más y van…
El pasado miércoles, el vicepresidente de Canal 12, Jorge Lozina, puso en escena un montón de maniobras para recuperar su vehículo, luego de que la grúa lo secuestrara por estar mal estacionado, tener la verificación técnica vencida y poseer vidrios polarizados.
El auto, un Peugeot 405, al no estar a su nombre y al parecer en depósito judicial, fue al corralón municipal y a pesar de intentar recuperarlo con un poder especial otorgado por un juez amigo, la jueza de Faltas de turno lo mandó a realizar la verificación técnica y seguir los trámites como cualquier ciudadano de Posadas.
En la primera quincena de este mes, el presidente del Ente Provincial Regulador de Aguas y Cloacas (Eprac), Guillermo Manfredi, había evadido un control de alcoholemia que dispuso la Municipalidad sobre la avenida Rademacher, para huir con la camioneta de la entidad provincial, e impactar con un taxi en el cruce con la avenida Mitre.
El funcionario siguió su fuga pero fue interceptado metros más adelante y nuevamente se negó el alcotest municipal, pero sí aceptó que se lo realizara la Policía. El resultado del examen dio positivo: 1,94, cuando lo permitido es de 0,5. Manfredi no quedó preso. Salía de la fiesta de inauguración del canal propiedad del asesor del gobernador, Alfonso "Fonchi" Duarte.
Hace casi una semana, el hijo del secretario privado de Carlos Rovira, José Luis Alzarría, también eludió el control de alcoholemia. Gabriel Alzarría conducía un Peugeot 307 por la calle Ayacucho a la altura de la plaza San Martín, cuando decidió eludir el control, aunque la Patrulla Municipal lo frenó metros después.
El hijo de Alzarría también se negó durante más de hora y media a bajarse del vehículo, hasta que llegó su madre y accedió a deponer su actitud. La prueba determinó que tenía 0,89 de alcohol en la sangre.