El humor como vínculo teatral

Sábado 16 de mayo de 2009

Los actores del grupo de teatro posadeño Laberintos, Andrés Dutra y José María Barrios Hermosa, responden el cuestionario de Contratapa horas antes de las presentaciones de “Terapia”, hoy  en Eldorado y mañana enMontecarlo. Conózcalos en su salsa. Terapia, aseguran,  es una obra que les ha dado muchas satisfacciones, los ha hecho viajar, conocer gente, hacer amigos… ya lleva más de 20 funciones, y en cada una los actores se divierten y disfrutan seguir encontrándole cosas nuevas al texto, y, por sobre todo, sintiendo una gran satisfacción por la repercusión en el público.

1. ¿Qué aspecto de sus personajes le ha costado más trabajo durante los ensayos?
Andrés: Lo que más me costó al principio fue no reírme con los disparates que dice mi personaje, tratar de que suene convencido de su verdad y lograr sus cambios (grandes y sutiles) durante las tres sesiones de la obra.

José María: A mí, particularmente, me llevó tiempo aprenderme la letra. Eso es algo que me cuesta bastante.

2. Al trabajar Psicología desde el escenario ¿qué cosas los identifica én ese campo con su personaje?
José María: Sin duda, mi personaje es el típico psicólogo que cree ser dueño de la Verdad, algo que sucede muy seguido con los doctores de las ciencias.

Andrés:
A veces hablo con mi madre muerta (risas). En lo que me puedo llegar a sentir identificado con el personaje es en los cambios de humor que tiene. Dejá de hacerme preguntas... ¡quiero a mi abogado!

3. Dos personajes que no se ven en el escenario llaman la atención por su delineado ¿Cómo imaginan a la madre del paciente y a la esposa que no quiere morir?
José María: Buena pregunta. A la madre del paciente la imagino como una viejita de 1,50 de altura, flaquita, con lentes grandes, ruleros y muy, pero muy mandona, y a la esposa del doctor la imagino como una mujer común, delgada,¡y bastante rompe quinotos!

Andrés:
La esposa del doctor debe ser un pobre ángel que lo soportó durante mucho tiempo, sin decir nada. La madre del paciente, siempre la vi como a una anciana retrógrada, con los surcos de la edad marcando su cara fea, dueña de un carácter horrible. Una versión femenina de un personaje del teatro local.

4. El final de Terapia es sorpresivo. ¿hasta qué punto lo escamotean durante el desarrollo?
José María: No sé… porque si el espectador es atento, se va a dar cuenta que durante la obra, en forma muy sutil, vamos anticipando el final.

Andrés: Claro, fijate que mi personaje lo trata al principio, pero como no tiene respuesta, decide ir dando indicios sutiles durante la obra hasta llegar al final.

5. Anécdota breve de las puestas anteriores.
José María: Una vez Andrés, sobre el final de la obra, me pregunta por qué me comunico con un colega mediante un grabador digital, pero en vez de señalarme el grabador me señala unas pastillas. Yo lo miro, y no sabía como explicarle, porque de ninguna manera me podría comunicar con alguien mediante unas pastillas. Fue algo muy cómico para nosotros. Creo que la gente no se dio cuenta, pero nosotros, al final, nos reímos mucho. Pasan estas cosas...

Andrés: Durante la segunda puesta en el Regional de Teatro en Corrientes, un desperfecto en el equipo de sonido hizo que las pistas de la cachetada que recibimos se raye. Asi fue que en plena función, al momento de las cachetadas, apareció una ametralladora de golpes a cargo de la madre, teniendo que zafar de alguna forma. Después de “vaaaarios” golpes, y al ver que venia el knockout, decidimos tirar la toalla detras del sillón..