Las mujeres negras son más propensas a padecer cáncer

Martes 21 de marzo de 2006 | 18:05hs.
Las mujeres negras en Estados Unidos tienen más probabilidades de morir por un cáncer de mama y las minorías en general no reciben la mejor atención para esta enfermedad, comparadas con las mujeres blancas, según varios estudios.  
Los resultados -publicados en el Journal of Clinical Oncology- revelaron que las mujeres afroamericanas, aún tras haberse ajustado los datos de acuerdo a diferencias socioeconómicas, tienen casi un 20 por ciento más de posibilidades que las blancas de fallecer de cáncer de mama. "Aún tomando en cuenta el estatus socioeconómico y los estadios de la enfermedad, las mujeres afroamericanas tenían un 19 por ciento más posibilidades de morir por cáncer de mama que las mujeres blancas", dijo Lisa Newman, directora del Breast Care Center en la University of Michigan y principal autora del estudio.    Según otra investigación, las mujeres pertenecientes a las minorías, incluyendo las hispanas, tienen la mitad de posibilidades de completar un tratamiento de seguimiento contra la esta enfermedad, informó la agencia Europa Press.   
Este informe, realizado por investigadores de la Escuela de Medicina del Mount Sinai de Nueva York, halló que en una etapa temprana de la enfermedad las mujeres pertenecientes a una minoría tenían el doble de riesgo que una mujer blanca de fracasar en recibir radiación, quimioterapia o terapia hormonal tras una cirugía por un cáncer de mama. "Encontramos que una de cada tres mujeres negras y casi una de cada cuatro hispanas fracasaron al recibir la terapia", explicó Nina Bickell, profesora asociada en política de salud y medicina en el Mount Sinai y autora líder de la investigación.   
La posibilidad de no tener un apropiado tratamiento de seguimiento entre las blancas era de un 16 por ciento, menos del 23 por ciento entre las hispanas y del 34 por ciento entre las afroamericanas.   
Además, los investigadores hallaron que las mujeres pertenecientes a una minoría tenían más posibilidades de contraer otras enfermedades y de tener menos acceso a la Seguridad Social que las blancas, sugiriendo que esto influiría en la decisión de los médicos de prescribir el tratamiento y en la capacidad de las pacientes de recibirlo.