El Papa dio la orden para que la Iglesia juzgue al padre Santurio

El cura de las monjitas, como se conoce al sacerdote puntano Miguel Ángel Santurio, será sometido a un juicio canónico sospechado de abusar de jóvenes misioneras. La decisión llegó desde el Vaticano y si el cura es hallado culpable sería suspendido de por vida en el ejercicio de su ministerio.
El sacerdote fue sobreseído en una causa de abuso deshonesto y sometimiento en perjuicio de tres menores, tras una denuncia de la Ong Alto a la Trata ante la Justicia Federal, que se declaró incompetente por tratarse de un delito de instancia privada. En el fuero Penal provincial la Justicia desestimó la causa de abuso porque ninguna de las supuestas víctimas denunció a Santurio. El propio Santurio se presentó con su abogado al juzgado, pidiendo ser investigado.
Sin embargo, el Vaticano consideró que existen elementos que ameritan un juicio canónico. De acuerdo con la última reforma del Código de Derecho Canónico, de 1983, en caso de existir indicios de que un sacerdote abusó de un menor, debe ser la Santa Sede la que ordene el proceso por la gravedad de la acusación.
Claudia Lazcano, de Alto a la Trata, dijo a El Territorio, que la decisión de la Iglesia no le sorprendió, “sabíamos que la Iglesia acompañó el proceso que realizamos con la denuncia y que esto iba a pasar en cualquier momento”.
Y entendió que el sacerdote todavía no aclaró su situación con la Justicia. “Esperamos que la investigación vuelva al fuero Federal por una causa de trata por esclavitud donde ejerció la violencia de servilidad agravada por su investidura”, dijo Lascano. 
“Las abusadas son más de tres y prestan testimonio en la denuncia que presentamos pero resguardan su identidad, las chicas fueron maltratadas y atemorizadas”. 
El padre Santurio se convirtió en un personaje polémico que se arroga poderes de curación y que se enfrentó al Obispado de San Luis, de Posadas y de Puerto Iguazú, y no tiene licencia para dar Misa.