Denunciaron grave abandono de aborígenes tobas en el Chaco

Martes 22 de mayo de 2007
26 kilos. | Mabel Fernández mostró ayer su grave estado de salud.
El Instituto del Aborigen Chaqueño (Idach) y el Centro Nelson Mandela de Chaco denunciaron ayer un “genocidio étnico” contra las comunidades toba del Impenetrable, donde hay víctimas de desnutrición grado 3, chagas, tuberculosis y escabiosis entre otros males.
El Centro Nelson Mandela presentó el caso en diciembre de 2006 ante la Secretaría de Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo nacionales, aunque el principal destinatario de los reclamos es el ministro de Salud provincial, Ricardo Mayol.
Este funcionario sostuvo que el 80 por ciento de la provincia recibe atención del sistema sanitario, pero muchas comunidades indígenas rechazan además la medicina tradicional, que las autoridades “no pueden imponer”.
La semana pasada, el Idach y el organismo de derechos humanos intentaron, sin suerte, que autoridades nacionales vieran a seis adultos toba que accedieron a ser llevados especialmente a Resistencia y cuya salud aseguraban que era desesperante.
Una de las mujeres fue Mabel Pino Fernández, de 45 años, con 26 kilogramos de peso y residente en el El Espinillo, una comunidad cercana a Villa Río Bermejito, a 350 kilómetros de Resistencia.
“Lo más indignante es que los centros de salud no nos atienden porque somos indígenas y nadie llega a nuestros lugares, estamos totalmente abandonados”, dijo desde Castelli -la puerta del mítico impenetrable- Bashe Nuhem, comunicadora toba de la Red de Comunicación Indígena (RCI).
Rolando Nuñez, titular del Centro Mandela, hizo hincapié en el caso de otra mujer que, tras conseguir que un hospital la aceptara, le detectaron “diabetes derivada de la desnutrición, algo que no existe en Argentina, sólo en África o Asia se ve algo así”.

Desastre
Nuñez definió la situación como un “verdadero desastre socio-sanitario”, porque se trata de enfermedades de la pobreza, y remarcó que el sistema sanitario “no los contiene, no los rescata, porque excluye a los indígenas”.
Según el informe de esta organización no gubernamental, que con un equipo médico evaluó en 2006 a 171 personas de ocho comunidades de las cercanías de Villa Río Bermejito, detectaron “pocos pacientes evaluados y muy pocos previamente medicados, en su mayoría chagásicos y con tuberculosis profunda”.
Nuhem sostuvo que “no hay en todo el país casos de esta magnitud”, y lo atribuyó a que “se vendieron todas las tierras. Ellos no pueden sembrar, les quitaron las hectáreas que apenas tenían, así que apenas les queda espacio para vivir aunque en realidad se van muriendo de hambre”.
Nuñez hizo un pedido de ayuda solidaria para que el caso “se haga visible y que tomemos acción en la medida de lo que podamos”.