Caso Catella: finalmente los diputados no se reunieron
Viernes 16 de noviembre de 2007
La Sala Juzgadora de la Cámara de Representantes debería haberse reunido ayer por el caso de Marta Catella, la magistrada del Superior Tribunal de Justicia (STJ) destituida en 2006, pero la movida previa del presupuesto 2008 hizo que la reunión naufragara porque sólo concurrieron los diputados Miguel López, Julio Duarte y Ángel Repetto.
El STJ le dio lugar a un recurso de queja presentado por la jueza por la decisión que adoptó esta misma Sala en 2006 (con otros diputados en su composición ), y que ahora de acuerdo al procedimiento legal y administrativo debe acatar. En otras palabras: la Sala Juzgadora tiene que reconocer que se equivocó en su accionar.
Marta Catella cuando fue desplazada del máximo tribunal misionero presentó un recurso de casación donde argumentó que había sido violado el “debido proceso”.
En ese entonces, la sala rechazó el pedido de la magistrada con el argumento que la sentencia judicial no podía someterse a ninguna revisión.
“Siguiendo los recursos disponibles me presenté ante el STJ con un recurso de queja que me hicieron lugar porque fue mal denegado el recurso de casación que efectué ante la Sala Juzgadora”, relató Catella en diálogo con El Territorio.
El caso de Catella tomó trascendencia nacional e internacional. En el informe que realizó el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), resaltaron que “en el juicio político contra Catella se violaron importantes garantías del debido proceso”.
“La Sala Acusadora admitió la denuncia en una sesión secreta cuando debió haber sido pública y emitió dictamen acusatorio sin haber permitido un descargo de la jueza tan sólo cuatro días después de declarar abierto el trámite. El 12 de enero de 2006 la Sala Acusadora aprobó el dictamen acusatorio, y suspendió a la jueza en su cargo sin goce de haberes, sin que Catella haya podido saber de qué se la acusaba ni ejercido el derecho de defensa”, resaltaron en un informe confeccionado el año pasado.
El STJ le dio lugar a un recurso de queja presentado por la jueza por la decisión que adoptó esta misma Sala en 2006 (con otros diputados en su composición ), y que ahora de acuerdo al procedimiento legal y administrativo debe acatar. En otras palabras: la Sala Juzgadora tiene que reconocer que se equivocó en su accionar.
Marta Catella cuando fue desplazada del máximo tribunal misionero presentó un recurso de casación donde argumentó que había sido violado el “debido proceso”.
En ese entonces, la sala rechazó el pedido de la magistrada con el argumento que la sentencia judicial no podía someterse a ninguna revisión.
“Siguiendo los recursos disponibles me presenté ante el STJ con un recurso de queja que me hicieron lugar porque fue mal denegado el recurso de casación que efectué ante la Sala Juzgadora”, relató Catella en diálogo con El Territorio.
El caso de Catella tomó trascendencia nacional e internacional. En el informe que realizó el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), resaltaron que “en el juicio político contra Catella se violaron importantes garantías del debido proceso”.
“La Sala Acusadora admitió la denuncia en una sesión secreta cuando debió haber sido pública y emitió dictamen acusatorio sin haber permitido un descargo de la jueza tan sólo cuatro días después de declarar abierto el trámite. El 12 de enero de 2006 la Sala Acusadora aprobó el dictamen acusatorio, y suspendió a la jueza en su cargo sin goce de haberes, sin que Catella haya podido saber de qué se la acusaba ni ejercido el derecho de defensa”, resaltaron en un informe confeccionado el año pasado.
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