La música de los celulares provoca tensiones en los espacios públicos

Lunes 23 de marzo de 2009
A todas partes. | El teléfono multifunción.
En tiempos en que el uso de celulares por personas de todas las edades es generalizado, los teléfonos móviles tiene su lado conflictivo en lo que a la convivencia respecta.
A la capacidad de comunicación por llamadas o mensajes de texto desde cualquier señal, las empresas de telefonía fueron sumando otras llamativas propiedades promocionadas a los cuatro vientos: cámara de fotos, filmadoras, radio y capacidad para almacenar infinidad de temas en formato MP3. Con esto, los evolucionados aparatos superan a los reproductores de música portátiles, no sólo por combinarlos con la telefonía, sino porque son aptos para escuchar sin auriculares, ya que vienen con sus propios parlantes incorporados.
El fenómeno presenta una nueva situación dada por la difusión de música en los espacios públicos como instituciones educativas, salas de espera, plazas, paseos y colectivos urbanos, entre otros.
Según Corina Dousset Urquiza, psicopedagoga especialista en conductas adictivas, “las nuevas tecnologías fueron modificando e invadiendo el espacio público: lo privado, como hablar por teléfono o escuchar música, se hace público, ya que hoy con los celulares lo podemos hacer en plena calle y todos los que están alrededor participan de ella aunque no quieran, porque están obligados a escucharla”.
“En el caso de la música, lo jóvenes tal vez estén buscando en ella algo que les está faltando y eso sumado a la moda y a las comodidades que aporta la tecnología, hacen que el fenómeno se generalice e irrumpa en la cotidianeidad de las personas. Todos tenemos que aprender a convivir con eso, y eso lleva tiempo y genera tensiones”, agregó Dousset.
Así, en los espacios públicos la voluntad de escuchar música queda librada al gusto de cada usuario, tal como ocurre en los colectivos urbanos. Al no estar legislado, las empresas de transporte no toman cartas en el asunto, y según informaron, hasta el momento no recibieron quejas de los usuarios por el volumen al que muchos jóvenes escuchan su música comprimida.

Difícil convivencia
“Los adolescentes son los que más usan, andan todo el día escuchando desde la mañana cuando van a la escuela, y a veces es molesto porque está muy fuerte”, dijo Eric (33), mientras esperaba el colectivo junto a su esposa Mónica (30) y su hija. “Escuchan cualquier tipo de música y no sólo en el colectivo, sino en la calle, van caminando y eso es peligroso”, agregó ella.
Entre los más jóvenes las opiniones de los usuarios de colectivos son similares: “Algunos escuchan como si fuera que no hay nadie alrededor, y no sólo en los colectivos urbanos, sino también de media distancia”, dijo Verónica (18) quien junto a su hermana María (24) viaja los fines de semana a Jardín América donde viven sus padres.
Por su parte Adriana (17) indicó que “si alguien está cerca y tiene la música re fuerte molesta porque no te dejan hablar y te aturde, pero yo no me animo a decirle nada porque no sé como puede reaccionar”.
Teniendo en cuenta estas situaciones Dousset indicó que “debemos analizar que es lo que realmente nos molesta del otro que pone la música fuerte: el volumen de la música, la letra, el desparpajo con que la escucha o el hecho de que no se pueda sancionar”, indicó.
Asimismo la especialista enfatizó que “esta es una época sensible en que estamos replanteandonos un montón de cosas, y creo que como sociedad debemos inculcarle ciertos valores sobre el espacio público para favorecer la convivencia. Estoy convencida que como sociedad estamos capacitados para eso, y debemos ser conscientes que las tecnologías no son sólo para estar conectados, sino para comunicarnos, para entendernos y lograr en algún momento el bien común”.

En las escuelas: prohibido
En el caso de las instituciones educativas, en Misiones rige desde 2006 la ley Nº 4355 que prohíbe el uso de teléfonos a alumnos y docentes en horas de clase.
La medida, destinada a las escuelas de gestión pública y privada, en todos sus niveles, busca evitar trastornos de aprendizaje, distracciones, interrupciones durante el dictado de clases y el uso de los mensajes de texto para fraguar evaluaciones, como una especie de “machete electrónico”.

Tránsito peligroso
La Ley Provincial 3824 prohíbe el uso de teléfonos celulares mientras los automovilistas circulan. “Desde la Dirección de Tránsito de la Municipalidad buscamos primero realizar controles de prevención e informar a la comunidad sobre las leyes vigentes. Hemos visto muchos casos de uso de celular al volante hablando por teléfono, enviando mensajes de texto o escuchando música”, explicó Yolanda Barrios. “Todos distraen la atención del conductor y si bien solo lleva siete segundos chequear un mensaje, el contenido es el que puede afectar la atención porque qué pasa si es una mala noticia”, agregó.
“Labramos infracciones, pero apelamos al sentido común de la población, porque demás de saber que viola las normas, tiene que saber que pone en riesgo su propia seguridad y la de terceros”, puntualizó Barrios.