En Candelaria hay ediles que tienen miedo de ir a las sesiones

Martes 5 de diciembre de 2006
En offside. | Antonio Vidal González, acusado de azuzar el fuego en Candelaria | Foto: Sixto Fariña
La tranquilidad que  se percibe en los alrededores de el edificio legislativo de Candelaria, es en realidad una apariencia.
Más de una veintena de conocidos empleados municipales que responden al intendente Antonio Vidal González, pululan en las puertas y escalinatas del recinto.
En la vieja capital provincial aseguran que la presencia de personal del municipio, tiene bastante poco de casual o de inocente.
Norma Wilcke, concejala electa por el PJ, manifestó “que además del problema de salud que me impidió concurrir a la sesión de la semana pasada, no fui porque tenía miedo de que me pase algo, y más en el estado delicado en que me encuentro”.
Esta llamativa situación, junto a algunos incidentes que se producieron semanas atrás con los ediles opositores y algunos periodistas locales, no contó con ninguna manifestación pública de repudio por parte del Ejecutivo de esa ciudad. Simplemente, y en corcondancia con la línea política del Carlos Rovira, se apeló una vez más al mutismo.
Sin embargo, diversas fuentes indicaron que la presencia de los trabajadores en las cercanías del Palacio municipal se debe a una estratregia planificada directamente en el despacho de Antonio Vidal González.
Incluso, trascendió que desde la Municipalidad se les obliga a firmar una planilla donde se comprometen a concurrir a las sesiones a “apoyar” al oficialismo, a cambio de conservar sus puestos de trabajo.
En cambio, desde la oposición no coinciden en calificar a esa acción con la palabra “apoyo”. Creen que la comuna trata de intimidar a los ediles para que no avancen en las investigaciones contra la cuestionada gestión.
Sucede que uno de los puntos más controvertidos de los tantos pedidos de informe que Vidal González debe responder, se refiere a la supuesta contratación  irregular de personal.
En ese sentido, existirían presiones contra los contratados ya que desde el municipio se les dice que “por culpa de los concejales, a ustedes los van a echar”.

“Vinieron por propia voluntad”
Vidal González, por su parte, le explicó a una publicación regional que los trabajadores fueron al Concejo “por propia voluntad”  y que al no estar de acuerdo con lo argumentado por los ediles “vinieron a expresar su forma de pensar en defensa de mi persona”.
“Pudo haber gritos normales, pero en todos lados pasa”, definió el ex futbolista.
Los dichos de Vidal no se condicen con las versiones que se desprenden desde al oposición.
En la misma publicación, Raquel Amiel, concejal renovadora disidente, detalló que  cuando llegaron al cuerpo en una de las sesiones anteriores, “nos sorprendimos por la gran cantidad de empleados contratados, nos llamó la atención porque viendo la orden del día, no se justificaba la actitud, era el nombre de una calle  y la lectura del acta anterior y nada más, no había ningún tema importante a tratar”. “No sé queé les dicen a los empleados. Están mal asesorados”, concluyó.

¿Cómo va todo?
El intendente de Candelaria, a su vez,  aseguró que tanto la diputada ultrarrovirista Sandra Giménez, como desde la secretaría del jefe de Gabinete, Jorge Franco, se comunicaron con él “para saber cómo iba todo, y que yo ante cualquier novedad les avisaba”.
Insólitamente, en la publicación, Vidal explicó que no es el Concejo quien debe controlar al muncipio, sino el Tribunal de Cuentas. “Ellos (el Concejo) no están para controlarnos o para saber si se gastó o en qué se gastó”.


Sin respuestas por el momento
El Concejo Deliberante de Candelaria sesionará hoy a partir de las 20, a la espera de que se conozcan oficialmente las respuestas del intendente Antonio Vidal González a los 14 pedidos de informes que confeccionaron los ediles.
Otro de los puntos calientes que comenzarán a tratarse en el jornada, es la incipiente puja por el presupuesto para el año que viene.
Con este panorama, se aguardan días agitados en la ex capital provincial.