Nuevas irregularidades en la administración de “Pelito” Escobar

Domingo 8 de octubre de 2006
Pese a las denuncias que carga en su contra, el ministro de Bienestar Social, Ricardo “Pelito” Escobar, sigue administrando uno de los presupuestos más altos de la provincia. El funcionario se maneja con unos pocos proveedores y gasta millonarias cifras en alimentos que no suelen verse en los comedores comunitarios.
En ninguna sopa que se sirvió en los comedores de Villa Cabello durante julio se vio ni una pizca de queso rallado. Sin embargo, Escobar gastó en ese mes 12.890 pesos en “queso rallado tipo Parmesano marca Santa Ana”. También sumó a la compra 2.541,90 pesos de laurel y 1.542,90 en orégano, todo para condimentar una sopa que tiene gusto a nada.
Sólo en fideos, harina, arroz, lentejas, aceite, arvejas, sal, el queso de rallar, el orégano y las hojitas de laurel, gastó más de 221 mil pesos para abastecer de esos productos a los 210 comedores de Posadas para agosto. También se compró 1.515 pesos en perejil.
A la hora de salir a buscar precios el ministro casi siempre se inclina por los mismos proveedores. Los Gallegos S.A., de la avenida Maipú, es uno de los preferidos al momento de cerrar negocios en el tercer piso del Ministerio de Bienestar Social.

Una cuestión de chapas
El 23 de mayo de 2005 el ministro compró 1.087 chapas de cartón a 9,90 pesos cada una. El 16 de mayo de ese mismo año, el recientemente echado director General de Defensa Civil, Lisandro Silvero, pagó 3,05 pesos por cada una de las mismas chapas que compró Escobar.
Sucede que “Pelito” realizó la compra en Los Gallegos S.A., y Silvero prefirió ir a Kartonsec S.A., a 15 minutos, en automóvil, de donde hace las compras el ministro.
O Escobar avala por alguna razón el sobreprecio o simplemente no sabe hacer compras. El 9 de septiembre de 2005 el ministro decidió comprar 10 mil chapas de cartón y las volvió a pagar a 9,90 pesos. Otra vez facturó la firma Los Gallegos S.A.
A pesar que Silvero y Escobar acudían al mismo tiempo cuando un temporal descerrajaba los techos de los barrios más humildes de Misiones, la comunicación entre ambos era nula. Al menos no hablaban sobre las compras que hacían con los fondos públicos.

Una cuestión de apoyo 
Semanas atrás el gobernador Carlos Rovira decidió echar de la dirección de Defensa Civil al funcionario que compraba las chapas a bajo costo. Pero el verdadero motivo de la expulsión fue otro. Silvero no apoyaba la reelección indefinida de Rovira, en cambio Escobar sí lo hace.
“Pelito” no trabajó tanto desde las legislativas del año pasado. Pero para las elecciones constituyentes del próximo 29 de octubre tiene más de un motivo para redoblar sus esfuerzos; sucede que su esposa, la concejala posadeña Silvia Risko, es candidata en la lista del Gobierno y precandidata a la intendencia de la capital provincial.
Otro de los motivos que lo impulsan es su situación judicial. El ministro tiene una causa abierta en su contra por supuestas irregularidades en la administración del plan nacional el “Hambre más Urgente”.
El expediente se instruye en el juzgado de Instrucción Tres a cargo del juez Eduardo D'Orsaneo. Pero Escobar no escarmienta.