Santa Rita, patrona de los casos imposibles

Jueves 29 de septiembre de 2005
Santa Rita. | La imagen de la patrona de lo imposible de la capilla de Posadas. | Foto: Ramón González
La historia dice que por siglos Santa Rita de Casia (1381-1457) ha sido una de las santas más populares en la Iglesia Católica. Ella es conocida como la “Santa de lo Imposible” por sus impresionantes respuestas a las oraciones, como también por los notables sucesos de su propia vida.
Santa Rita quería ser monja pero, por obedecer a sus padres, se casó. Su esposo le causó muchos sufrimientos, pero ella devolvió su crueldad con oración y bondad. Con el tiempo el hombre se convirtió, llegando a ser considerado y temeroso de Dios.  Santa Rita tuvo que soportar un gran dolor cuando su esposo fue asesinado.
Descubrió después que sus dos hijos estaban pensando en vengar el asesinato del padre. Ella temía que pusieran sus deseos de acuerdo con la maliciosa costumbre de la venganza. Con un amor heroico por sus almas, ella le suplicó a Dios que se los llevara de esta vida antes de permitirles cometer este gran pecado. No mucho tiempo más tarde ambos murieron después de prepararse para encontrarse con Dios.
Sin su esposo e hijos, Santa Rita se entregó a la oración, penitencia y obras de caridad. Durante un tiempo ella se aplicó para ser admitida al Convento Agustiniano en Casia, pero no fue aceptada. Después de orarles a sus tres especiales santos patronos -San Juan Bautista, San Agustín y San Nicolás de Tolentino- milagrosamente entró al convento y le permitieron quedarse. Esto sucedió alrededor del año 1411.
En el convento, la vida de Santa Rita fue marcada por su gran caridad y severas penitencias. Sus oraciones obtuvieron para otros curas notables, liberación del demonio y otros favores especiales de Dios . Para que ella pudiera compartir en el dolor de su corona de espinas, Nuestro Señor dio a Santa Rita una herida de espina en su frente. Fue muy dolorosa y expelía un olor desagradable, pero ella lo consideraba una gracia divina. Ella oraba “Oh, amado Jesús, aumenta mi paciencia en la medida que aumentan mis sufrimientos”. La herida duró por el resto de su vida.
Santa Rita falleció el 22 de mayo de 1457 a la edad de 76 años. La gente se agolpó en el convento para darle sus últimos respetos.
Innumerables milagros tuvieron lugar a través de su intercesión, y la devoción hacia ella se extendió a lo largo y a lo ancho del mundo.
El cuerpo de Santa Rita fue conservado perfecto por varios siglos, y a veces despedía una fragancia dulce. En la ceremonia de beatificación,  se elevó y abrió los ojos. Dios ha escuchado las oraciones de Santa Rita por otros en innumerables ocasiones, y ciertamente ella estará feliz de interceder una vez más, a nombre de aquellos que le ruegan ahora, para continuar percibiendo la verdad de su gran nombre.

Mercedes “Mecha” Villalba


Oración
“Oh, santa patrona de los necesitados, Santa Rita, cuyas plegarias ante el Divino Señor son casi irresistibles, quien por la generosidad en otorgar favores has sido llamada mediadora de los sin esperanza e incluso de lo imposible; Santa Rita, tan humilde, tan pura, tan mortificada, tan paciente y de tan compasionado amor por Jesús Crucificado, que podrías obtener de Él cualquier cosa que le pidas. A cuenta de esto recurrimos confiados a ti, esperando, si no siempre alivio, al menos consuelo. Sé favorable a nuestra petición, mostrando el poder de Dios a nombre de este/a suplicante, sé generosa con nosotros, como lo has sido en tantos casos maravillosos, para la más grande gloria de Dios, por la divulgación de tu propia devoción, y por el consuelo de aquellos que confían en ti. Prometemos, si nuestra petición es concedida, glorificar tu nombre, informando del favor concedido, para bendecir y cantar tus alabanzas por siempre. Confiando entonces en los méritos y poder ante el Sagrado Corazón de Jesús, te rogamos... (mencione ahora su petición)”. Con esta oración los fieles pueden encomendarse a la santa de lo imposible.
También se le puede rezar esta otra oración: “Oh Dios, quien en tu infinita ternura has sido bondadoso para escuchar la plegaria de tu sierva, Santa Rita, y otorgas a su súplica lo que es imposible a la vista, conocimiento y esfuerzos, en recompensa de su compasionado amor y firme confianza en tu promesa, ten piedad en nuestra adversidad y socórrenos en nuestras calamidades, que el no creyente pueda saber que Tú eres la recompensa del humilde, la defensa de los sin esperanza y la fuerza de aquellos que confían en Ti, a través de Jesucristo, nuestro Señor. Amén”.