Kirchner reconoció que la estructura aérea está quebrada

Sábado 17 de marzo de 2007
El presidente Néstor Kirchner reconoció ayer que la estructura aérea argentina “está quebrada” y ordenó el alquiler de dos radares para garantizar la seguridad en vuelos de cabotaje e internacionales, mientras persisten las demoras por la aparente falla en sistemas de rastreo.
Sin embargo, la Fuerza Aérea Argentina reiteró que el radar principal utilizado en el Aeropuerto de Ezeiza y al Aeroparque Jorge Newbery “funciona con normalidad” y consideró que es “muy seguro” viajar en Argentina. Estas declaraciones fueron realizadas por voceros de la fuerza tras la decisión oficial de traspasar el control aéreo a una dependencia civil.
Ante una preocupación creciente de tripulantes por la falta de controles y la ineficacia de los radares, que afecta a los aeropuertos de la región desde hace al menos quince días, el gremio APTA se declaró ayer en “estado de movilización” y dijo que “continuarán las demoras” en las dos aeroestaciones.
El presidente Kirchner afirmó en Chubut que antes de partir de Buenos Aires ordenó al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y a la ministra de Defensa, Nilda Garré, que “alquilen dos radares más para que no haya ningún tipo de dudas y todos los argentinos estén absolutamente seguros” respecto al tránsito aéreo.
El mandatario, al advertir el estado del sistema, reconoció que “estamos avanzando en el proceso de recuperar la quebrada estructura aérea argentina”, durante un acto en la ciudad de Puerto Madryn.
“Tenemos funcionando bien cuatro radares y uno que es complementario, no está funcionando”, añadió.
La Fuerza Aérea manifestó que el radar principal utilizado en Ezeiza y en esta capital “sigue funcionando normalmente como funcionó ayer y antes de ayer”, y de esa manera salió a defender su accionar como responsable del control aéreo.

Perder poder
“Los despegues están a cinco minutos en aeroparque, que es como normalmente opera, es probable que se produzcan (demoras) debido a reprogramaciones, fruto de los inconvenientes que existieron ayer (por el miércoles)”, dijo el Comodoro Jorge Reta, titular del departamento de Relaciones Institucionales.
La fuerza perdió ayer la potestad para controlar el tránsito aéreo, luego de que Kirchner firmó un decreto de necesidad y urgencia por el que traspasó la función a la órbita civil.
El secretario de Transporte, Ricardo Jaime, dijo que “es un paso importante” y “va a llevar su tiempo”, ya que “el grueso del personal del Comando de Región Aérea es militar y son unas cinco mil personas”.
Un grupo de tripulantes de Austral que inició ayer medidas de fuerza por falta de seguridad, mientras la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) se declaró en estado “de movilización permanente”.


Johnson defendió las obras de Rovira
Negar que el Centro del Conocimiento, otra de las construcciones incluidas en el festival de obras públicas del saliente gobernador Carlos Rovira, represente un riesgo para la seguridad aérea de la zona del aeropuerto de Posadas, tal vez sea uno de los últimos actos del mayor Carlos Johnson como responsable del aeropuerto “General San Martín”. Fue el jefe de Prensa y Difusión de la Fuerza Aérea, Alejandro Argañaraz, quinen desde el Edificio Cóndor dijo a El Territorio que estaban enterados de la proyección del Centro del Conocimiento. También aseguró que antes de determinar el aval final de la obra, pidieron un conjunto de exigencias al Gobierno provincial. Como era de esperar, según el oficial, Carlos Rovira nunca respondió.
En las últimas semanas las contradicciones y supuesta negligencia de los hombres de la Fuerza Aérea estuvieron en el tapete, a tal punto que el presidente Néstor Kirchner tuvo que crear la Administración Nacional de Aviación Civil para poner orden en los aeropuertos.   
Johnson dijo ayer a este diario que la obra que cuestionó el concejal posadeño Enrique de Arrechea (MAP) estaba en “condiciones” de realizarse. Sin embargo los nubarrones siguen tapando la visibilidad sobre el polémico tema.  En declaraciones radiales, Johnson comentó ayer que “hay una diversidad de opiniones o de malos entendidos sobre cuál es la función de Fuerza Aérea y qué implicancias tienen en sus controles en el ejercicio de una obra en una zona cercana al aeropuerto”. Lo que da a entender que no todo está lo suficientemente claro. Se debió “gestionar la autorización de obra ante la regional aérea de Resistencia, que luego envía el expediente a Buenos Aires, donde seguramente se advirtió que no podrá  superar los 27 metros de altura, que es lo máximo permitido para esta obra”, destacó el comodoro Jorge Reta, del Departamento de Relaciones Institucionales de la FFAA. Esta será otra de las “diversas opiniones”.  El mayor Johnson basó su postura en que la todavía inconclusa obra se encuentra a unos  710 metros del eje de la pista de aterrizaje del aeropuerto, además de la existencia de un desnivel del terreno que decae a medida que se acerca al edificio. Así defendió la construcción del edificio cuya autorización de la Fuerza Aérea está en dudas, al menos para un concejal y para la propia Municipalidad de Posadas que aún no vio nada que así lo acredite. Pero las reglas no son todas iguales. El Territorio recibió una carta documento firmada por Johnson el 12 de septiembre del 2000, donde intima a este medio: “desarme las antenas de su propiedad ya que están incorrectamente erigidas en cuanto a sus respectivas alturas, correspondiendo a la de 48,80 metros una elevación de 42,64 y la de 88,10 también de 42,64 metros… están emplazadas a 4.200 metros del Aeropuerto de Posadas”. Los 30 metros que construye el Gobierno a 400 metros del aeropuerto están bien, según el mayor.
Por otra parte, Johnson desautorizó a todos los oficiales que hablaron oficialmente con este diario y a las fuentes que aportaron datos a través de los mismos teléfonos que el mayor usa todos los días. “El único encargado para hablar sobre el tema soy yo. Me encontraba ausente de mi trabajo con un hernia de disco pero ya me reincorporé", protestó Johnson mientras dialogaba telefónicamente con El Territorio.