Convivir con padres fumadores aumenta el riesgo de alergias en los niños

Sábado 22 de diciembre de 2007 | 09:00hs.
Padres fumadores. | perjudican a sus hijos


Debido al humo de segunda mano, los chicos evidenciaron niveles elevados de Inmunoglobulina E (IgE), una sustancia que es liberada por el sistema inmunológico cuando la persona se encuentra expuesta a un factor nocivo para la salud.
El humo de segunda mano representa un peligro para quienes conviven con fumadores. Éste es uno de los fundamentos de la ley antitabaco que impera en la Ciudad de Buenos Aires y diversas ciudades del interior del país hace más de un año.
En la Argentina, las últimas estadísticas afirman que anualmente mueren aproximadamente 40 mil personas como consecuencia de la adicción al cigarrillo. De ellas, alrededor del 15 por ciento -unas seis mil- son fumadores pasivos.
Pero más allá de las cifras y la legislación, lo cierto es que los tóxicos que emanan los cigarrillos pueden permanecer durante muchas horas en un mismo ambiente, especialmente cuando se trata de uno cerrado o pequeño.
Fumar con chicos en la casa, un riesgo para todos
A fin de conocer las consecuencias derivadas de la inhalación involuntaria de sustancias tóxicas, los investigadores del reconocido Instituto Karolinska de Estocolmo, en Suecia, llevaron adelante un estudio que se prolongó por aproximadamente cinco años y cuyas conclusiones forman parte de la publicación especializada Thorax, a partir del cual se estableció que la exposición al humo de segunda mano durante la infancia aumenta el riesgo de alergias en los niños.
Mediante la realización de cuestionarios -que los padres llenaron en diversas oportunidades, cuando los más de 2.500 chicos involucrados en la muestra tenían dos meses, uno, dos y cuatro años- y gracias a la recolección de muestras de sangre, los científicos determinaron que ante la presencia de humo de tabaco en el hogar, los niños presentaban niveles elevados, por encima de lo normal, de Inmunoglobulina E (IgE), una sustancia que es liberada por el sistema inmunológico cuando la persona se encuentra expuesta a un factor nocivo.
Cabe aclarar que en presencia de un alergeno, el nivel de IgE aumenta como consecuencia de la sensibilidad y se desencadena una serie de procesos liderados por el sistema inmune que provocan los reconocidos síntomas de la alergia.
"Cuando una persona fuma, se está exponiendo a sustancias que provocan el deterioro del estado de salud general, al mismo tiempo que se comprometen numerosos órganos y crece el riesgo de desarrollar diversas afecciones. Si la exposición comienza de chicos, es peor porque a medida que el contacto con el humo se vuelve más frecuente, la adicción aumenta", explicó a Pro-Salud News el doctor Alejandro Videla, médico neumonólogo, integrante del Servicio de Neumonología del Departamento de Medicina Interna del Hospital Universitario Austral.
En este sentido, vale señalar que todas las afecciones que puede contraer un fumador, entre las que se encuentran además de la alergia, el asma y la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), las complicaciones cardíacas, es posible que también se desarrollen en los fumadores pasivos.
"Las personas que están expuestas al humo ajeno son fumadores pasivos y tienen un riesgo muy alto, aunque menor que los activos, de padecer un evento cardiovascular", consignó al respecto el doctor Ricardo Rey, médico cardiólogo, jefe del Servicio de Cardiología Preventiva y Definición Precoz de Ateroesclerosis del Hospital Italiano de Buenos Aires (HIBA).
Por su parte, al ser consultado específicamente por los síntomas respiratorios, el doctor Videla, quien también es miembro de la Asociación Argentina de Tabacología, refirió: "si bien la adicción a la nicotina es un factor a tener en cuenta a la hora de evaluar el estado de salud de una persona así como también las causas de una determinada afección, no hay información acerca de si el tabaquismo es un factor que pueda despertar síntomas respiratorios, aunque sí se sabe que presenta una acción muy marcada sobre la aparición de problemas de salud que antes no lo eran. Uno de los ejemplos más claros se da con el asma, enfermedad inflamatoria que puede dar signos o no. Lo que suele suceder es que en un fumador los dé, y en una persona que no fuma no. En los jóvenes, un asma que antes no molestaba, cuando empiezan a fumar, comienza a hacerlo".
Cifras de la investigación
De las conclusiones de los profesionales del Instituto Karolinska, se desprende que alrededor del 20 por ciento de los padres fumaba tras el nacimiento de su hijo, mientras el cuatro por ciento de los niños resultaba expuesto al humo de segunda mano, como resultado del accionar de ambos progenitores.
Además, el 25 por ciento de los niños tenía altos niveles de IgE a los cuatro años, y el 15 por ciento de ellos resultó alérgico a los alérgenos inhalados en el humo de los cigarrillos.
Finalmente se confirmó que, en comparación con los hijos de no fumadores, los niños expuestos al humo de segunda mano durante el principio de la niñez tenían casi el doble de probabilidades de ser alérgicos a sustancias inhaladas, y casi un 50 por ciento más de probabilidades de desarrollar la misma condición frente a determinados alimentos.