El jueves cocinamos con ricota y crema

Martes 11 de octubre de 2005 | 00:01hs.
Babas. | Los sabores típicos de la culinaria eslava en otra entrega imperdible
El Territorio entrega hoy con su edición diaria otro fascículo de Cocina de Inmigrantes, con la tradición paraguaya plasmada en recetas y relatos de historias cargadas de amor por la tierra y recuerdos imborrables.
Cocina paraguaya es el cuarto fascículo de una serie de 17 que conforman la obra y que al finalizar las entregas podrá ser encuadernada con tapas especiales y colocada en un contenedor de madera especialmente diseñado.
Ya han sido entregados el capítulo presentación así como los fascículos Nº 2 y 3 correspondientes a la cocina italiana y cocina japonesa, respectivamente. Las entregas se realizan cada martes y jueves con la edición de El Territorio y a un costo adicional de 30 centavos por fascículo.
Cocina de Inmigrantes es un aporte a la cultura misionera a partir del registro detallado y pormenorizado de los aspectos vinculados a las prácticas que los inmigrantes llegados desde distintos puntos de la tierra incorporaron a la cultura culinaria local.
Una obra imperdible, tanto por su contenido simbólico como por los testimonios que dan contexto a cada fascículo y la lista de recetas que permitirán reproducir los platos típicos en la cocina de cada lector de El Territorio.

El jueves, más calorías
El recorrido por los distintos paisajes se irá completando paso a paso, como el procedimiento de cada receta. El jueves próximo Cocina de Inmigrantes acerca la historia de inmigrantes rusos llegados a tierra misionera. Los obstáculos iniciales, cómo se aggiornaron al nuevo clima y su vegetación, cuáles fueron las estrategias que emplearon para reinventar su cultura culinaria y de qué modo preservaron la herencia que los acompañó y aún hoy se impone en la mesa familiar.
Siguiendo el ritual inaugurado desde el comienzo y respetado a rajatabla, además de lograr testimonios significativos, el equipo de Cocina de Inmigrantes se instaló en el corazón de la colectividad y presenció la preparación de cada plato típico, se acercó a sus sabores y sus secretos, todo registrado en un fascículo completo con una producción fotográfica de alta calidad.
Un penetrante aroma a chucrut, a pepinos encurtidos y el dulzón sabor que deja en el ambiente la levadura fermentada dieron la bienvenida a esa cocina donde los platos tradicionales rusos se convirtieron en protagonistas.
Las mujeres al frente de la tarea se desenvolvieron con absoluta naturalidad, es que los ingredientes de cada receta están escritos en su memoria luego de tantos años de sazonar  platos y deleitar a los comensales reunidos alrededor de la mesa para saborear el popular menú ruso. Son platos que no sólo requieren un tiempo y un proceso exacto, sino cariño y dedicación.
Tanto lo dulce como lo salado, en la cocina rusa es sinónimo de queso ricota, un ingrediente que se repite en todos los platos eslavos. En bollos fritos, en tortas o empanaditas saladas hervidas y rociadas con crema de leche, la ricota asume la importancia del arroz en la comida japonesa.
Una sopa roja con remolacha y un poco de crema de leche al momento de servir se convierte en el menú ideal para los días fríos. Un simple y sencillo brebaje que tiene la virtud de elevar la temperatura corporal y espiritual. Ellas así lo aseguraron.