Descubren más restos de hombres diminutos en Indonesia

Domingo 16 de octubre de 2005 | 12:00hs.
Uno de los descubrimientos científicos más importantes de los últimos 100 años se verá reforzado cuando, el jueves, la prestigiosa revista Nature publique las conclusiones de un grupo de científicos que acaban de encontrar más restos del Homo Floresiensis, una especie de humanos desconocida hasta el año pasado.
Los científicos que excavan en una remota caverna en la isla de Flores en Indonesia hallaron una nueva mandíbula, huesos del brazo derecho y de las manos de un individuo de esta especie que, según sostienen, constituye una nueva prueba sobre la existencia de este antepasado prehistórico y diminuto del hombre.
Hace casi un año exacto, estos antropólogos de la Universidad de Nueva Inglaterra, Australia dejaron patas arriba a la comunidad científica: habían descubierto -en la misma isla de Flores- los restos de homínido (ancestros del hombre) pequeñísimo que vivió hace 95.000 años y hasta hace sólo 13.000 años. La nueva especie fue bautizada entonces como Homo Floresiensis (Hombre de Flores) y medía como máximo un metro de altura, pesaba cerca de 25 kilos y tenía un cráneo del tamaño de un pomelo y una capacidad menor que la de un chimpancé: 380 centímetros cúbicos. Se cree que estos hombres pequeñitos vivieron en forma paralela al Homo Sapiens, el antepasado más cercano del hombre actual, y que es descendiente enano de otra especie primitiva que dejó Africa hace dos millones de años. Esta teoría demuestra que la diversidad humana en el pasado era mayor de lo que se esperaba. Luego de estudiar los restos hallados, incluidos los nuevos, los científicos reforzaron la conclusión preliminar que habían lanzado el año pasado: no se trata de un homínido con alguna enfermedad como enanismo o microencefalia (un trastorno genético que provoca un cerebro y cráneo pequeños), sino de una especie que era simplemente diminuta. Sin embargo, no todos los expertos coinciden con los australianos. Mucho siguen insistiendo en que el tamaño del Homo Floresiensis se debe a alguna enfermedad o anomalía.
Dos grupos han presentado sus propios estudios a otras publicaciones científicas importantes para refutar el trabajo de los australianos en Flores. Pero según los científicos australianos, el pequeño tamaño del cuerpo se debe a un encogimiento como adaptación a un nuevo medio. En el reino animal es conocido un tipo de proceso en el cual una oferta limitada de alimento puede conducir a una selección natural de ejemplares más pequeños con menor necesidad de calorías.
La pequeñez de estos individuos no llamaba la atención hace miles de años en la isla de Flores. Allí habitaban elefantes del tamaño de un pony y otras especies en miniatura que contrastaban con animales gigantes como ratas del tamaño de un perro. Las evidencias geológicas indican que una erupción volcánica, ocurrida hace unos 12.000 años, provocó su extinción al igual que la de otras especies de la isla de Flores. (Clarín)