Rescataron en Campana a la joven de Oberá raptada por una red de trata

Lunes 10 de noviembre de 2008
(corresponsalía). “¿Ester Aquino?”, preguntó un hombre del otro lado de la línea. “Sí, ¿quién habla?”, contestó ella. “No importa, sé dónde está tu hija -respondió-. Tomate un micro y vení hasta Campana, yo te llamo mañana. Vení sola, sin policías, eh”.
La mujer se quedó helada, entre sorprendida y aturdida, por lo que tardó varios segundos en asimilar la información.
Con la voz temblorosa preguntó si Gabriela Andrea (15) estaba bien y el desconocido le respondió que sí, que se quedara tranquila.
Sin demasiados detalles, le dijo a Aquino que se dirigiera hasta la localidad de Campana, provincia de Buenos Aires, que él se volvería a contactar con ella para convenir la entrega de su hija.
Así, de manera cinematográfica, se gestó la entrega y posterior liberación de la joven obereña que el jueves 30 de octubre pasado fue secuestrada en esta ciudad por una red de trata de personas.

Después del llamado
El llamado de los captores se produjo el sábado, a la mañana, al celular de Aquino, quien a pesar de la advertencia de no informar del hecho a las fuerzas de seguridad se contactó con la Brigada de Investigaciones, dependencia que derivó los datos a la División Trata de Personas y a la Dirección de Inteligencia Criminal de la Policía de Misiones.
Por ello, en horas del mediodía, la mujer partió rumbo a Buenos Aires junto a tres agentes de civil de las mencionadas instituciones, quienes por una cuestión de jurisdicción dieron aviso de la situación a la Policía Bonaerense.
Desde el momento que denunció la desaparición, una y otra vez Ester Aquino aseguró que su hija fue secuestrada.
“A mi hija se la llevaron a la fuerza; si no, hubiera llevado sus cosas, la ropa y el celular, por lo menos”, señaló en diálogo con El Territorio el martes pasado.
El caso tuvo una amplia repercusión provincial y nacional, y reflejó de manera atroz el proceder de las redes de trata de personas que operan en Misiones.

Madre coraje
Ayer, a media mañana, y tal lo convenido telefónicamente, la mujer arribó a la terminal de ómnibus de Campana y un hombre joven se acercó a ella.
Inmediatamente, los policías lo rodearon y procedieron a su detención.
Un par de horas después la joven fue liberada tras el allanamiento a un domicilio situado sobre la calle Pueyrredón al 250 de la mencionada localidad bonaerense.
Agotada pero feliz, al cierre de la tarde de ayer, la señora Aquino charló telefónicamente en exclusiva con este medio y brindó detalles del rescate y del esperado reencuentro con su hija.
“Recién la revisó una doctora y gracias a Dios no le hicieron nada”, alcanzó a contar Aquino antes de quebrarse por la emoción.
Confirmó que el sábado, a la mañana, recibió un llamado del hijastro de la propia secuestradora de su hija, quien dijo estar dispuesto a liberar a la joven.
“Ahí me comuniqué con la Brigada (de Investigaciones) y se organizó el viaje. Yo viajé en colectivo con un policía y adelante fueron más en una camioneta, ellos detuvieron al muchacho”, relató la mujer.
Además, contó que los secuestradores son gitanos y, presumiblemente, regentean prostíbulos en Santa Fe y Buenos Aires. Según Aquino, el hijastro de la gitana se quebró al enterarse del rapto, aunque no hay certezas si pertenece o no a la banda. Igual fue demorado.
Al respecto, la mujer contó que “el muchacho me dijo que él también es padre, que por eso no podía permitir que le hagan eso a mi hija”.
El reencuentro con su hija fue emocionante, se estrecharon en un largo abrazo y lloraron juntas. Con relación al secuestro, Aquino señaló que Gabriela Andrea habría sido drogada por los secuestradores.
“Me contó que le dijeron que la iban a llevar a casa para hablar conmigo, por eso subió a la camioneta. Aparte estaba su amigo y ella creyó. Dice que le invitaron una gaseosa y al ratito se durmió”, explicó la madre.
Grande fue la sorpresa de la adolescente cuando se despertó camino a Buenos Aires, aunque esta vez la historia tuvo un final feliz.
“Estamos agotadas pero felices -reconoció Aquino-. Si Dios quiere mañana (por hoy), al mediodía, estaremos en Oberá todos juntos otra vez”, concluyó con la voz entrecortada.
Voceros del procedimiento destacaron la colaboración de la Prefectura de Campana, cuyos efectivos trabajaron a la par de los pesquisas misioneros para que esta historia tuviera un desenlace feliz y los autores del rapto de Gabriela Andrea se encuentren tras las rejas.


Recibió 100 pesos por vender a su amiga
Gabriela Andrea (15) desapareció el jueves 30 de octubre y desde el primer momento su madre expresó fundadas sospechas de que la menor había sido raptada por una red de trata de personas.
De todas formas, en un primer momento la Policía obereña no quiso tomarle la denuncia porque algunos integrantes especularon que podría tratarse de una fuga de hogar.
Fue central la figura de Javier (15), el joven que habría actuado de nexo entre los reclutadores y las hijas de Aquino.
Según los dichos de la mujer, el muchacho se ganó el afecto de sus hijas porque éstas se habrían enternecido por las historias que él contaba de su pasado como chico de la calle.
Pero el buen concepto hacia el joven se desdibujó en un instante. El jueves 30, sabiendo que la mujer se hallaba trabajando, Javier fue a su casa y le propuso trabajo con una supuesta familia de Rosario a Paola (13), otra de las hijas de Aquino.
Junto a su hermana Gabriela Andrea  -que escuchó la proposición- y Javier, la joven se dirigió hasta el trabajo de su madre y le comentó la posibilidad.
“Les dije que si era así no había problema, pero que esa gente primero tenía que hablar conmigo. Él me dijo que era imposible porque en media hora la familia se volvía a Rosario, entonces yo le dije no”, relató.
Al despedirse, Javier le pidió a Gabriela que lo acompañara un par de cuadras. La joven nunca regresó.
Esa tarde, al salir del trabajo, Ester Aquino volvió a su casa y se encontró con que Gabriela Andrea no había vuelto.
Tampoco había dicho que pensaba ir a algún lugar, ni siquiera llevó su celular.
Tras la denuncia y en sede policial, Javier confesó que le dieron 100 pesos por entregar a Gabriela Andrea y que con esa plata se compró una camiseta de Boca y unas zapatillas.


Trece menores caen por día en redes de Trata

POSADAS. Trece menores de edad por día son capturados por las redes de trata de personas para el turismo sexual infantil en la Argentina, de acuerdo a un relevamiento difundido por los técnicos de la Red de Periodismo Social que disertaron en la capacitación sobre la erradicación de trabajo infantil, que se realizó en el Ministerio de Trabajo de la Nación y fue organizado por la Comisión Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil.
El escenario presentado por estos técnicos asombró a los integrantes de la Coalición Alto a la Trata y Explotación Sexual Comercial Infantil, quienes si bien dijeron desconocer esas cifras, no pusieron en duda sobre el relevamiento que estaría indicando un notable crecimiento de estas redes.
Según Claudia Lascano, representante de la coalición en la región, hasta el momento se desconocía el funcionamiento de redes que se dediquen exclusivamente a la captación y explotación de niños para el ofrecimiento de sus cuerpos a los turistas que visiten la provincia o el país.
Distintas organizaciones provinciales y nacionales afirmaron en los últimos meses que Misiones es una de las provincias preferidas por las redes para captar o engañar a niñas y adolescentes para el creciente negocio del tráfico y trata de personas.
Un estudio elaborado este año por los estudiantes de la Universidad Nacional de Buenos Aires, describe que las redes de captación de mujeres y de niñas están compuestas por “familiares, vecinos, reclutadores profesionales, agencias de viajes, de empleos, dueños de prostíbulos, gestores de documentos y funcionarios de los tres niveles de la administración pública que dan protección y felicidades en la gestión de tránsito de fronteras”.
Otro informe indica que unos seis millones de niños son obligados en todo el planeta a llevar vida de esclavos, sufren de ataques, explotación o son violados regularmente, según una denuncia de la organización británica “Save The Children”.
El jefe de campañas de Save the Children, Bill Bell, dijo que “la esclavitud infantil no es un problema del pasado”, informó la agencia italiana ANSA. “Sigue habiendo millones de niños, tanto en países ricos como pobres, que son forzados a llevar una vida de esclavos en condiciones horribles de humillación y abuso”, agregó.
Bell sostuvo que, “en la actualidad, hay en todo el mundo 1,8 millones de niños atrapados en el comercio de la prostitución, más de un millón de menores que trabajan como esclavos en minas, y otros millones más, algunos de hasta seis años, que son forzados a trabajar hasta 15 horas diarias como empleados domésticos”, concluyó.