Cada día 300 jóvenes comienzan a fumar

Martes 28 de diciembre de 2004
La Legislatura porteña analiza un proyecto de ley que apunta a prohibir la publicidad de tabaco y alcohol en los talles infantiles de las camisetas de fútbol y otros deportes que atraen masivamente a la juventud.
La iniciativa es apoyada por quienes trabajan en prevención de adicciones, desde el convencimiento de que, pese a las prohibiciones legales, las publicidades focalizan en los adolescentes, que cada vez se inician más jóvenes en el consumo de tabaco y alcohol.
Según la Unión Antitabáquica Argentina (UATA), un colectivo que agrupa a organizaciones no gubernamentales que trabajan en la prevención del consumo de cigarrillos, cerca de 300 jóvenes empiezan a fumar por día en el país.
Médico oncólogo y presidente de la UATA, Diego Perazzo aseguró que el consumo aumenta en los segmentos más jóvenes de la población y que la edad de inicio descendió a los once años.
"Los factores preponderantes son la presión del grupo y la publicidad", sostuvo Perazzo. Y agregó que, "si bien las tabacaleras dicen que la publicidad no está dirigida a los menores de edad, a quienes incentivan es a los púberes, a los adolescentes y a los adultos jóvenes".
"El cigarrillo está mal asociado por las publicidades a la liberación, la independencia y el glamour", explicó Perrazo, quien se preguntó a qué franjas etarias intentan seducir las tabacaleras que, por ejemplo, sortean entre los fumadores camionetas 4x4.
Lo mismo opinó el titular del área de asistencia de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), Camilo Verruno.
"Captan a los segmentos más jóvenes de la población con mensajes que ligan el rendimiento sexual y el éxito, en el deporte y en la vida, con el alcohol y el tabaco", detalló.
"Un chico que lleva puesta una camiseta de fútbol con una marca de cerveza promueve el alcohol como parte del éxito deportivo", alertó Verruno, quien agregó que este tipo de publicidades plantea un conflicto de intereses porque no dice nada sobre el abuso de una bebida alcohólica que consume buena parte de los jóvenes y que, según la Sedronar, es la "puerta de entrada" a bebidas más fuertes o drogas livianas.

Leyes que no se cumplen
Los límites a la publicidad de alcohol y cigarrillos están fijados en antiguas leyes nacionales, pero diversos especialistas aseguran que esas normas son "letra muerta" a la hora de hacer efectivas las regulaciones.
La ley 24.788 establece en su artículo sexto la prohibición a "toda publicidad o incentivo de consumo de bebidas alcohólicas que sea dirigida a menores de 18 años" o "sugiera que el consumo de bebidas alcohólicas mejora el rendimiento físico o intelectual de las personas".
No obstante, y pese a que ya pasaron siete años desde la sanción, la ley no fue reglamentada y nadie respeta sus principios, observó el titular del área de asistencia de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar), Camilo Verruno.
"¿Por qué no fue reglamentada? Por muchas razones", afirmó Verruno, quien, sin entrar en detalles, agregó que "hay muchos intereses en juego".
También afirmó que la prohibición de promover una asociación entre el deporte, el éxito y el alcohol no es caprichosa, "sobre todo en el caso de la cerveza, que entre los segmentos más jóvenes de la población, compite con bebidas cola".
El presidente de la Unión Antitabáquica Argentina (UATA), Diego Perazzo, hizo una crítica similar a la ley 23.344, sancionada en 1986, que a su criterio, "reglamenta muy poco".
Entre otras cosas, la ley les prohíbe a las compañías tabacaleras publicitar en televisión y radio entre las 8 y las 22 y, de hecho, hace unos años que las mismas empresas se abrieron de los medios electrónicos y prácticamente no publicitan más en ellos.
No obstante, Perazzo asegura que reforzaron la publicidad en los medios gráficos, que no tienen horario de consumo, y en la vía pública, en gigantografías, estratégicamente ubicadas a la vera de las rutas y de las calles principales de los grandes centros urbanos.
"Las tabacaleras dicen que la publicidad no está hecha para incitar al consumo sino que apunta a que los fumadores cambien de marca, pero eso es una falacia", advirtió Perazzo.
Explicó que los comerciales son muy influyentes y vinculan el cigarrillo con el éxito, la conquista del sexo opuesto, los deportes extremos y demás deseos de la gente joven, "sobre todo de los adolescentes que atraviesan una etapa de mucha inseguridad".


Las estadísticas
El 40.7 por ciento de los niños y adolescentes argentinos de entre doce y quince años consume tabaco o alcohol, de acuerdo con las últimas estadísticas de la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar).
Los niños se inician en el consumo del tabaco, la cerveza y el vino entre los once y los catorce años, mientras que entre los doce y los quince, prueban el whisky y otros destilados.
Así es como más del 40 por ciento de los encuestados respondió haber consumido tabaco o alcohol al momento de la encuesta: once de cada 100 fumaron tabaco y 39 de cada 100 declararon haber tomado bebidas alcohólicas.
El "dato sobresaliente" que destaca la Secretaría es el cambio en los patrones de consumo según el sexo.
"Se observa que una mayor cantidad de chicas de este grupo de edades se incorporó en los últimos años al consumo de alcohol, superando en su proporción a los varones (40 por ciento de mujeres y 38 por ciento de varones) y, por otra parte, las mujeres que fuman son igualmente proporcionales a sus pares varones (once de cada cien adolescentes fuman, varones y mujeres)", precisa el informe.
La Sedronar detalla que el Estudio Nacional de 1999 indicaba un consumo, en este grupo de edad, prevalentemente masculino a diferencia del último relevo, "en el que se han desdibujado las diferencias en el consumo de drogas legales entre varones y mujeres".
La encuesta también indagó sobre el consumo declarado de drogas ilegales como inhalantes, solventes,  marihuana y alucinógenos.
En estos casos, los primeros datos informan que "un adolescente y medio de cada cien declararon haber consumido alguna droga ilícita sin diferencias por sexo", aunque la excepción es la cocaína, que registra mayor consumo entre los varones.
El informe ubica entre los nueve y los doce años las edades de inicio en el consumo de estas sustancias y advierte que el uso del resto de las drogas ilegales comienza alrededor de los trece.
Otro dato relevante es la "prevalencia indirecta de consumo", dato que señala  que "gran parte de los chicos de esta edad están incluidos en grupos de riesgo, o bien son consumidores no declarados" ya que 20 de cada 100 niños dijo tener amigos que consumen drogas ilegales y cinco de cada 100, familiares consumidores.
Los técnicos de la Sedronar trabajaron sobre las encuestas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), sobre la base de una muestra que comprendió 7650 viviendas particulares durante los meses de junio y julio  del año 2004.