Solicitan a Lugo crear secretaría para las víctimas de la dictadura

Jueves 28 de agosto de 2008
Los integrantes de la Comisión de Verdad y Justicia de Paraguay (CVJ) darán a conocer hoy a las 9 en el Teatro Municipal de Asunción las conclusiones de su trabajo sobre la desaparición de personas durante la dictadura militar encabezada por Alfredo Stroessner (1954-1989).
En la oportunidad se solicitará al presidente Fernando Lugo la creación de una secretaría de Estado para la atención de las víctimas. El informe será entregado a los representantes de la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema de Justicia. 
Uno de los puntos destacados por los investigadores en las recomendaciones se refiere a la necesaria participación de los civiles para la concreción de las violaciones a los derechos humanos. “Los datos sobre el golpe militar de 1954, los mecanismos de manutención del régimen y los mecanismos de legitimación, nos permiten tener un panorama del modus operandi de la dictadura y cómo parte de la población colaboró con el golpe”, se resalta en uno de los pasajes del trabajo. 
La CVJ presentará su trabajo a la sociedad en una ceremonia pública, que “tendrá la mayor difusión nacional e internacional”, destacaron sus organizadores.
El informe oficial espera facilitar al Poder Judicial los elementos de juicios necesarios para iniciar las acciones correspondientes por las violaciones de derechos humanos, delitos imprescriptibles según el Artículo 5 de la Constitución Nacional de Paraguay, cometidos desde 1954 hasta la fecha de constitución y vigencia de la comisión.
“El informe pretende esclarecer el pasado y brindar a la sociedad paraguaya la posibilidad de construir un futuro democrático dentro de una cultura de paz en la que se busque la reconciliación, la paz, la concordia y la solidaridad entre todos los paraguayos”, afirmó uno de los comisionados de la CVJ, Carlos Portillo Esquivel.
El representante del Ejecutivo paraguayo en la comisión, Mario Sandoval, definió que ese “es un organismo mixto del Estado paraguayo y la sociedad civil que realiza la investigación de las graves violaciones de los Derechos Humanos ocurridas en los últimos años”.
La semana pasada Judith Rolón Jaquet, integrante de la citada comisión, relató a El Territorio los pormenores de la presentación del informe final. 
Con 2.300 testimonios recogidos para las más de 1.000 páginas, “donde se desanda parte de la historia más triste de nuestro país, con temas sobre jurisprudencia nacional e internacional, torturas, exilio, apropiación de chicos y de tierras”, sentenció Jaquet.

Las repercusiones
Uno de los integrantes de la CVJ, el monseñor Melanio Medina, destacó días atrás que “el exilio es una de las grandes heridas por las que han sufrido, han sangrado y siguen sangrando nuestros países. La CVJ recibió el testimonio de cientos de víctimas directas e indirectas de la dictadura. El número de los exiliados por causas políticas es cuantioso y difícil de calcular”. Al decir del prelado, “el exilio ha sido constante, masivo y muchas veces fueron exilios vitalicios, exilios perpetuos. Muchos compatriotas no pudieron regresar a su patria, algunos ni siquiera después de muertos. Algunos fueron desaparecidos incluso en la tierra que los asiló, hasta donde les persiguió la mano larga de la dictadura stronissta”.
Expresó que “al recordar y reconocer estos hechos, debemos resaltar la semilla de futuro y de libertad sembrada con la lucha, el heroísmo y el dolor de los que se oponían al régimen dictatorial. Si en Paraguay y en Argentina hubo víctimas, es porque también hubo coraje y voluntad de luchar por la igualdad, la libertad, la justicia y la fraternidad. Este legado es imprescriptible, es un capital inembargable de dignidad humana”.
Por su parte, Martín Almada, abogado que descubrió el 22 de diciembre de 1992 los Archivos Secretos de la Policía Política de Alfredo Stroessner, titulados “Archivos del Terror”, manifestó que “investigar 39 años de historia, casi cuatro décadas de violación sistemática de los Derechos Humanos, traducidos en desapariciones forzadas y torturas casi inenarrables en un país con una tradición de autoritarismo casi tan larga como la propia historia de la nación, no es fácil. Aún cuando se cuenta con la ayuda inestimable e invalorable de los Archivos del Terror, únicos en su género en América Latina. Esa es la responsabilidad y el gran desafío que enfrenta la Comisión de Verdad y Justicia del Paraguay”.
La CVJ no posee carácter o funciones judiciales.
Sus atribuciones incluyen, entre otros, determinar la verdadera naturaleza de los hechos ocurridos, preservar la memoria y testimonios de las víctimas, determinar el paradero y situación de los afectados por las violaciones e identificar, en la medida de lo posible, a los victimarios.


Los orígenes
La intención de instalar esta investigación en tierra guaraní se remonta a los primeros años de la transición democrática, como parte de las demandas a los gobiernos de la transición, formulada por organizaciones de Derechos Humanos y por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
A diferencia de otros países, cuyas comisiones de verdad fueron establecidas por un decreto del Estado, por la sociedad civil o por la iglesia, la CVJ paraguaya fue creada por una ley. Establecida por la Ley 2225 del 6 de octubre de 2003, la CVJ tiene el objetivo de investigar las violaciones de los Derechos Humanos cometidas por agentes estatales o paraestatales durante la dictadura Stronissta. Sus integrantes trabajan en la investigación de las desapariciones forzadas, ejecuciones extra judiciales, torturas y otras graves violaciones de los Derechos Humanos.