Dos jóvenes guaraníes se graduaron en el polimodal

Viernes 9 de diciembre de 2005
Título en mano. | Crispín y Sergio continuarán con una carrera universitaria. | Foto: Sixto Fariña
La noche del miércoles el paseo La Terminal se vistió de gala: se produjo el acto de colación de los egresados del polimodal de Bachillerato para Adultos y Común (Bapayc). Y dentro del conjunto de egresados se encontraban dos jóvenes particulares: Sergio Villalba, de 18 años, y Crispín Benítez, de 26. Son de una aldea que se encuentra localizada entre El Alcázar y Montecarlo, es la comunidad indígena llamada Perutí. En Posadas viven en un albergue estudiantil en el barrio Ñu Porá, que pertenece a la Dirección de Asuntos Guaraníes, organismo gubernamental que les provee a estos estudiantes los alimentos necesarios y los pasajes de colectivo para su movilidad en la capital de la provincia. El nombre del lugar es Yvy Pytá, que en lengua guaraní significa “tierra colorada”. Son varios los jóvenes guaraníes que se encuentran cursando el polimodal mediante la condición intensiva para adultos que implica un régimen de sólo dos años. Al comienzo de la charla con El Territorio, los jóvenes dispararon que “las materias que más nos costaron fueron matemática y lengua, porque al principio parecía que nos estaban hablando en chino. Pero después nos pudimos poner al día con las tareas y con el resto de la clase. Y en todo ese momento fue fundamental el apoyo de los profesores y de nuestros compañeros de curso”. Esperada entrega Emocionados por el anhelado acto de entrega de certificados que vivieron, recordaron el incondicional apoyo recibido de muchas personas que se interesaron por su educación. Entre otras, agradecieron profundamente el apoyo dispensado por la gente de sus aldeas, sus familias, sus compañeros de curso, sus profesores, la Subsecretaría de la Juventud. “En ningún momento fuimos discriminados, todos nos trataron en el colegio como pares”, reconocieron los chicos. Ambos concordaron en una necesidad imperiosa e impostergable: el seguir una carrera universitaria. Sergio se decidió por la licenciatura en turismo y Crispín volcó sus esperanzas en empezar y finalizar el cursado de la carrera de trabajo social. Uno y otro tienen la idea de “terminar de estudiar y retornar a la aldea para poder volcar nuestros conocimientos aprendidos y ayudar a nuestra gente”. En el Bapa (nombre popular del establecimiento educativo en el que terminaron sus estudios) su división era la “G” y asistieron al colegio en el turno noche. “Actualmente soy tutor de un chico de mi aldea que se propuso venir a Posadas a estudiar, y me pone muy contento el poder devolver a otro hermano la corta pero rica experiencia que tengo”, comentó Crispín. Sergio se mostró contento porque “con esta finalización del cursado del polimodal pude continuar un camino que había comenzado mi hermano mayor, y que quedó trunco porque no pudo terminar sus estudios por temas personales”. Otra de las cosas que los aúna es la práctica del fútbol. A principios de este año pudieron entrenar con el equipo de Ciclón Misionero, rememoraron los jóvenes. Y según con sus compañeros de curso, Crispín juega de 10 y “se cree que es Maradona porque no larga más la pelota”, en cambio Sergio es un certero marcador de punta. “Todas las materias nos interesaron realmente, pero ciencia política nos atrapó porque los temas desarrollados fueron muy interesantes, y saber cómo está estructurado el Estado en sus distintos estamentos nacional, provincial y municipal sirve para saber cómo se distribuye el poder en el país”, explicaron entusiasmados los egresados. “La verdad es que todos los profesores y compañeros de curso nos felicitaron por los logros obtenidos durante la cursada”, relató Crispín. A pesar de encontrarse a varios kilómetros de sus respectivos hogares, nunca dejaron de lado las costumbres ancestrales propias y todo lo que aprendieron de sus padres, que a su vez heredaron la cultura autóctona de los antepasados. Pero no le quitaron mérito a lo aprendido en “la escuela, nos dimos cuenta de que existen cosas que se deben intercambiar sin necesidad alguna de avasallamiento de nadie”, finalizaron los chicos.