Inserción laboral de la mujer es clave para superar la violencia

Miércoles 20 de agosto de 2008

“Una mujer que está sufriendo malos tratos, que decide hacer la denuncia y que esa misma tarde tiene que volver a su casa a vivir con el agresor, no hace la denuncia”, sostuvo Eugenia Gil García, enfermera, docente de la Escuela Andaluza de Salud Pública, doctora de la Universidad de Granada y especialista en violencia de Género.
Gil García participa desde ayer junto a dos compatriotas a través de la cooperación internacional, en las Jornadas sobre Violencia de Género y Abuso Sexual que hasta hoy se desarrollan en Posadas y tienen como uno de sus objetivos confeccionar un protocolo de acciones antes este grave problema social.
“Si la mujer hace la denuncia y regresa con el agresor, lo único que va a conseguir es más malos tratos todavía. Y si además no tiene una situación de independencia económica, pues qué queremos”, remarcó Gil García, para explicar porqué la problemática demanda un abordaje integral.
Es que la independencia económica es un factor clave, si bien hay mujeres que sufren violencia de género y son independientes económicamente. “Pero a las dependientes económicamente la cosa se les complica bastante”, sostuvo Gil García.
Por eso remarcó que “el punto de inflexión para que una mujer pueda salir de ese círculo de violencia es que consiga muchas ayudas”.

Abordaje integral
En ese sentido, Juana Macías, partera, profesora en la Universidad de Sevilla, remarcó que únicamente “un abordaje integral, que garantice a la víctima amparo en el ámbito judicial, sanitario, asistencial y social es lo que le va a dar seguridad a la denuncia”. “Sin ese marco y sin seguimiento de los diferentes estamentos la mujer ira a hacer la denuncia y volverá a esa situación de violencia”, sostuvo la especialista.
Gil García puntualizó la necesidad de actuar en dos planos: a corto y a largo plazo. “En el corto plazo, dándole cobertura y apoyo a toda la mujer que decide dar el paso adelante: redes de apoyo social, casa de acogida”, indicó. Pero también se requiere un trabajo más profundo de reinserción social y laboral. “En España se apoya a las empresas privadas que después reciben o contratan a mujeres que han sido víctimas de malos tratos, porque si esa persona está en situación de dependencia económica de su maltratador difícilmente va a poder reinsertarse”, sostuvo.

Asistencia integral
Órdenes de alejamiento, traslados en el puesto de trabajo a otra localidad, un dispositivo de alarma conectado directamente con la Policía en caso de que el agresor se acerque o la víctima se encuentre en peligro, subvenciones y ayudas a las empresas privadas para que contraten a las víctimas de violencia y prioridad en el acceso a viviendas de protección públicas son algunas de las medidas que contempla la legislación española para abordar la violencia de género.
Las acciones tienen como objetivo apoyar a la víctima para favorecer su inserción social y un trabajo similar es el que se pretende impulsar en Misiones, explicó Concha Solano, licenciada en Derecho que trabajará dos meses en Misiones en la problemática.
En ese sentido, Solano precisó que los hogares son un primer estadio del proceso como espacios donde las mujeres y sus hijos podrán encontrar protección. “Luego hay que capacitarlas profesionalmente para que puedan acceder a puestos de trabajo, brindarles asistencia social para que puedan tener medios económicos y apoyo psicológico”, indicó.


Una de cada tres mujeres fue víctima
Una de cada tres mujeres ha sufrido algún tipo de violencia según un informe de Amnistía Internacional. Y por eso las disertantes de las Jornadas pusieron especial énfasis en remarcar que la violencia contra la mujer no es propia de mujeres en situación de pobreza y de exclusión social, sino que afecta a todas las mujeres por su condición de mujer.
"Es un problema estructural y muy grave y hay que luchar a nivel institucional y local", remarcó Concha Solano. Buscando la raíz del problema, Solano describió "una sociedad patriarcal que está basado en los privilegios de los varones y la sumisión de la mujeres. Entonces se instrumentaliza la violencia para continuar con esos privilegios". De ahí, señaló, la necesidad de actuar desde muchos aspectos y el educativo es uno de los básicos.
En España, las estadísticas indican que mueren más de 60 mujeres por año, víctimas de la violencia. Las especialistas insisten en que, si bien la cantidad de casos de violencia parece aumentar, en realidad lo que aumenta es la cantidad de denuncias.
"Las mujeres están tomando conciencia de que no tienen porqué soportar situaciones de sumisión y los hombres están perdiendo su identidad de varón proveedor y entonces crean una inseguridad", indicó Solano.


Opiniones
“Una mujer que está sufriendo malos tratos, que decide hacer la denuncia y que esa misma tarde tiene que volver a su casa a vivir con el agresor, no hace la denuncia"
Eugenia Gil García
Escuela Andaluza de Salud Pública

"Las mujeres están tomando conciencia de que no tienen porqué soportar situaciones de sumisión y los hombres están perdiendo su identidad de varón proveedor"
Concha Solano
Licenciada en Derecho

“Sin ayuda la violencia es creciente y está en riesgo la mujer y su familia
Celsa Beatríz González
Coordinadora Unidad de Violencia de Género de Misiones


“El sistema de salud es la puerta de entrada”

POSADAS. “La violencia de género es un problema de salud pública que tiene que ver con lesiones, enfermedades y hasta riesgo de muerte. El sistema de salud es la puerta de entrada. Y por eso es importante detectar los casos”, remarcó Celsa Beatriz González, coordinadora de la Unidad de Género del Ministerio de Salud Pública de Misiones.
Por eso es que en las Jornadas de Violencia de Género que hoy finalizan en Misiones se elabora un protocolo de violencia de género, en el marco de la cooperación internacional, con la participación de especialistas de la Escuela de Salud Pública de Sevilla y la Escuela Andaluza de Salud Pública.
“Lo que se pretende es dar una respuesta institucional a las mujeres víctimas de la violencia de género. Que se pueda anticipar una situación de riesgo que puede terminan en una enfermedad, lesión o muerte de la víctima y necesita ayuda. Porque sin ayuda, la violencia es creciente y corre riesgo la mujer y su familia”, indicó González.
En ese sentido, lo que se pretende confeccionar es un protocolo integral de actuación ante una mujer que viene a los servicios sanitarios. “Que sea una búsqueda activa de la situación de violencia, cómo abordarla y cómo hacer un seguimiento del proceso”, indicó la especialista española Concha Solano.
Por eso, es que el protocolo demandará una vinculación del sistema de salud con la Comisaría de la Mujer, los Ministerios públicos competentes (de Derechos Humanos, Desarrollo Social) y la instancia judicial, a partir de un trabajo interdisciplinario. El proyecto final surgirá de las jornadas de trabajo y también del destino que tenga el proyecto de ley. Juana Macías indicó que lo que se pretende es “aplicar una actuación de forma integral en la cual la mujer tenga una respuesta en todos los ámbitos (jurídico, de la seguridad, de la salud, psicológico y de red social) para que el trabajo resulte integral y no sea algo focalizado sobre un problema concreto derivado de esa agresión”.