Jóvenes buscan una salida laboral rápida con la Prefectura

Sábado 21 de marzo de 2009
De todas partes. | Muchos de los aspirantes son del interior y buscan su primer trabajo estable y bien pago. | Foto: Marcelo Melo

El deseo de los jóvenes de trabajar se enfrenta con el empleo decreciente, conocido popularmente como desempleo. Se insertan en lugares muy informales muchas veces y en muchas de esas ocasiones, terminan más perjudicados que beneficiados. Y lo más penoso, es que les cuesta mucho encontrar un primer trabajo decente. Y ante la creciente crisis actual, que está destrozando miles de fuentes laborales en el mundo entero, Argentina y Misiones no son la excepción. Muchos de esos jóvenes no lo piensan dos veces y buscan trabajo en distintas fuerzas de seguridad, como la Policía, Gendarmería o Prefectura.
Ayer una larga fila de jóvenes de entre 18 y 24 años, que se iniciaba enfrente del Club Unión (San Lorenzo y Belgrano), daba vuelta por la Ayacucho. Es que todos estaban para cumplir con los requisitos y poder ingresar a la Prefectura Naval Argentina. Esa cola era el ejemplo de la necesidad de trabajo entre quienes no hace mucho terminaron la escuela o los estudios terciarios.

Motivación y dinero
La mayoría de los testimonios recogidos indican que no es sólo la vocación de ser prefecturianos la que los animan a ingresar a esa fuerza de seguridad. Los jóvenes,  unánimemente, dejaron claro de que un 50 por ciento los anima el tener una salida laboral inmediata (aunque primero deberán ser seleccionados en el curso de ingreso de seis meses de duración) y el otro 50 por ciento es la motivación de defender la soberanía nacional en las aguas del país, sea en el río o en el mar.
Entre los muchos argumentos desplegados frecuentemente se escuchó que provienen de realidades laborales muy informales. Describen la sumisión por ser empleados jóvenes ante los empleadores, restricciones económicas y climas educativos empobrecidos en la familia (sobre todo en el joven que proviene de hogares muy humildes del interior provincial), ligado con menor calidad educativa de los establecimientos a los que concurrieron.
Otras motivaciones son las presiones por generar ingresos por parte de los padres, obstáculos de tiempo y recursos para encarar una carrera terciaria.
Los más de 100 jóvenes que ayer estuvieron haciendo cola, iniciaron el derrotero el lunes, con los primeros exámenes médicos. Tuvieron que pasar por estudios neurológicos y psicológicos, que concluyeron ayer y ahora les espera un exigente curso en tres posibles sedes a los que serán destinados: San Javier (Misiones), embalse de Salto Grande (Entre Ríos) y Zárate (Buenos Aires).
El prefecto principal, Jorge Guillermo Romero, jefe de la Prefectura en San Javier, precisó ayer a El Territorio que para el curso que se inicia el 1º de abril se inscribieron 330 jóvenes, de cuya cantidad quedaron 243. 
“Cuando se les realiza la entrevista todos dicen que ingresan por vocación, pero también les entusiasma la salida laboral y una vez que están se entusiasman con la institución”, reconoció Romero.
El prefecto principal destacó el ingreso económico que percibirán los egresados que ronda los 1800 pesos, además de los beneficios de obra social y aportes jubilatorios. De igual manera, en el curso deberán superar primero las pruebas teóricas y prácticas.
En San Javier se encuentra el centro de instrucción de la Prefectura, y si se completa el cupo algunos de los aspirantes pueden ser destinados a los otros centros antes de tallados.
En octubre también se abre la inscripción y los requisitos son: tener entre 18 y 25 años, haber aprobado el Polimodal completo, saber nadar, ser soltero sin hijos y no tener antecedentes policiales, ni penales.


Las opiniones

“Cuando salí de la secundaria estudié para Despachante de Aduanas, pero pasé todo el año buscando trabajo y nada... Quiero algo seguro, por eso estoy acá”
César, San Vicente

“Me gusta Prefectura y está muy bueno poder navegar. Quiero trabajar acá y además la calle está dura y es una buena alternativa”
Saúl, Posadas

“Está jodido para nosotros los jóvenes conseguir trabajo. Ésta es una muy buena oportunidad de empleo fijo y seguro. Ojalá me seleccionen, sería una alegría”.
Eduardo, Apóstoles