Piñón Fijo por una biblioteca rural

En agosto del 2003 un grupo de vecinos, docentes muchos de ellos, padres la mayoría, comenzaban a dar los primeros pasos para concretar una idea que por entonces parecía una utopía: una biblioteca popular para San Pedro.
La biblioteca que se quería crear, no era el concepto que se suele tener de ella, de sólo un lugar donde se encuentran agrupados libros, sino la de un espacio generador y propiciador de cultura, donde la lectura sea una de las herramientas en ese sentido, un centro cultural.
“Una de las primeras cosas a la que debíamos apuntar era a tener personería jurídica, ya que es algo necesario para cualquier institución”, recuerda Natalia Micheletti, una de las precursoras de la idea. Así, para mediados del 2004, se obtenía, luego de la inscripción de socios y varios trámites, la personería jurídica y nacía la Asociación Civil “Paideia”, palabra griega que se basa en términos tales como cultura, tradición, literatura y educación.
El Concejo Deliberante cedió dos pequeñas salas del edificio donde funciona el mismo, en el centro comunitario. También se comenzaba a hablar sobre la alternativa de ocupar como centro cultural, la terminal de ómnibus, que sería reemplazada por una nueva. “Hoy, después de algunos sustos, tenemos la palabra del Concejo Deliberante de que al inaugurarse la nueva terminal nos cederán en comodato la actual, y eso nos da seguridad para seguir apostando en el proyecto”, explicó Miguel Pellizer, otro de los organizadores.
Biblioteca popular
Al trabajo de hormiga que se venía realizando desde la Asociación Civil se le agregó un ingrediente fundamental. En abril de este año, mientras se realizaba la Fiesta de las Ferias Francas en la localidad, Joselo Schuap, que actuaba en la peña nocturna, se comprometió a trabajar para que San Pedro tuviera una biblioteca popular. Para aunar esfuerzos, Joselo se sumó al proyecto que ya existía y en agosto realizó un recital en Eldorado y dos en Posadas, en los que grabó su nuevo disco, cuya entrada era un libro para la biblioteca de San Pedro. Pero la ayuda no terminaba ahí. Artistas nacionales se fueron sumando a la idea por el trabajo incansable que el músico misionero fue realizando. Así Horacio Fontova se sumó a aquellos primeros recitales.
La ayuda trascendió las fronteras misioneras y Piñon Fijo junto a Cacho Buenaventura y otros artistas se comprometieron con la idea. Con mucho esfuerzo, que se tradujo en tiempo, viajes, comunicaciones y dinero, se acordó la realización de un espectáculo en el Teatro Real, de Córdoba capital, para hoy. El evento tiene un doble objetivo. Por un lado intentará difundir la idea de preservación del monte misionero bajo el lema “Todos por el monte” que ya se había realizado en Aristóbulo del Valle, a nivel provincial,  y por otro lado la entrada al espectáculo es un libro para la Biblioteca de San Pedro.
Esta apoyo de Joselo Schuap, que parece que no ha llegado a su límite, no sólo brindará ayuda en materiales sino que además inyectó fuerzas al proyecto.