Confirman que la anciana fue estrangulada en su habitación

Jueves 27 de marzo de 2008
Escenario del hecho. | La autopsia estableció que Mercedes Corina murió asfixiada por estrangulamiento en su casa. | Foto: Ramón González
Mercedes Corina Gómez tenía 78 años. El martes, alrededor de las 8.40, la encontraron muerta sobre la cama de su habitación, en la casa que compartía con la familia Olmedo en la chacra 249 de esta ciudad.
La anciana tenía un cinto en el cuello y una herida punzocortante a la altura de la traquea. En un principio se contempló la teoría de un suicidio, pero ayer la autopsia fue reveladora y contundente.
Para uno de los sabuesos uniformados “Gómez murió por sofocamiento; asfixiada. Pudo haber sido estrangulada con el mismo cinto que los peritos encontraron enrollado a su cuello”, relató.
El equipo forense también estableció que el puntazo que la víctima tenía a la altura de la traquea -si bien produjo daños-, no afectó órganos vitales y descartó esa lesión como causa de muerte.
Una de las hipótesis alrededor del caso dejó entrever ayer que el asesino primero pudo haber apuñalado a la mujer pero como ésta no murió, decidió esfixiarla con el cinto.
En el escenario del hecho los expertos de la Dirección Criminalística incautaron el cuchillo tipo Tramontina que hirió a Gómez, además de prendas de vestir. El arma blanca estaba debajo del cuerpo de la septuagenaria y presentaba manchas de sangre, consignó un investigador.
El mismo día en que se encontró el cadáver de Gómez, en horas de la noche, la Policía Científica efectuó la prueba de luminol en la casa del homicidio, situada en la calle 37 de la manzana 45 de la chacra 249 de Posadas.
El reactivo detectó la presencia de manchas en las paredes del baño de la vivienda que, posteriormente, un test de certeza confirmó eran de sangre humana.
“Esto estaría indicando que el asesino pudo haberse higienizado antes de abandonar la escena del crimen”, indicó uno de los detectives.
Los investigadores trabajaban ayer sobre varias teorías, entre ellas que la víctima conociera al asesino; que la hubieran sorprendido durmiendo; aunque un dato concita la atención de las pesquisas: cómo hizo el homicida para entrar a la habitación de la anciana sin despertar sospechas de los demás integrantes de la familia Olmedo.

El escenario
Mercedes Corina Gómez ocupaba una de las tres habitaciones de la casa de la chacra 249, propiedad de Raúl Oscar Olmedo, un sargento ayudante del Ejército Argentino, que vive con su mujer y cuatro hijos.
La noche anterior a ser hallada sin vida, es decir la del lunes, Mercedes manifestó que no tenía hambre y poco después se fue a dormir.
La mañana siguiente, el martes, estaba muerta, atravesada en la cama, con manchas de sangre sobre el colchón y en una de las cuatro paredes.
Además, tenía un cinto sin hebilla en el cuello. Ahora los pesquisas creen que fue asfixiada con este elemento.

El hallazgo
El martes, a eso de las 7, la mujer de Olmedo llevó a dos de sus hijos al colegio. Al regresar, vio que sus otros dos hijos se habían levantado y reclamaban por la presencia de la abuela.
En ese momento, la mujer ingresó a la habitación de la señora y vio el cádaver sobre la cama.
Enseguida llamó a su esposo, que se encontraba de guardia desde el día anterior en una guarnición del Ejército, por lo que  no había dormido en su domicilio durante la noche.
Cuando Olmedo arribó a su hogar y abrió la puerta del cuarto, se encontró con el cadáver.
La familia del militar se mudó hace dos años a Posadas por motivos laborales. Junto a ella también llegó Gómez, a quien adoptaron como una abuela.
Según trascendió, Mercedes había intentado suicidarse hace algún tiempo atrás, arista que también está siendo investigada por la Policía de Misiones.