Más secaderos van camino a la certificación de buenas prácticas

Jueves 25 de agosto de 2016
Un total de once secaderos de yerba mate han iniciado el camino hacia la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), y han recibido los correspondientes reconocimientos en un sencillo acto presidido por el presidente del Instituto Nacional de la Yerba Mate (Inym), Alberto Re, días pasados, en la Casa del Bicentenario de Oberá.
Cumpliendo con lo establecido por el Plan Estratégico para el Sector Yerbatero, el Inym y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti) brindaron, durante todo el 2015, una capacitación orientada a lograr la implementación del Programa de Normas de BPM en once secaderos, que han superado esta instancia de incorporación de nuevos conocimientos y están preparados para recibir la certificación que garantiza que el producto se obtiene en condiciones sanitarias adecuadas y disminuyendo los riesgos inherentes a la producción y distribución.
En el 2016 se abre nuevamente la posibilidad de extender esta herramienta a industrias que aún no hayan accedido a la misma.
“El Plan Estratégico es una muy buena hoja de ruta y es bueno que se vayan cumpliendo los pasos establecidos”, destacó Re en el discurso de apertura del acto, que contó además con la presencia de representantes de los secaderos, de la responsable del Inti en Misiones, Andrea Acosta, y del rector de la Universidad Nacional de Misiones, Javier Gortari. “Este es un paso hacia adelante. Tenemos que ir acostumbrándonos a mejorar todas las cuestiones que hacen a la salud, a la inocuidad de los alimentos, porque los consumidores están cada vez más exigentes”, ponderó el titular del Inym.  
Por su lado, Acosta detalló que el trabajo técnico y la capacitación del personal que se realizó durante ocho meses en las entidades.Se inició en abril del 2015 con un diagnóstico de la situación de cada sitio y la transferencia de conocimientos sobre temas como uso del agua, higiene y capacitación al personal, limpieza y desinfección, manejo integrado de plagas, control de proveedores, mantenimiento de equipo e instalaciones, trazabilidad y manipulación higiénica de alimentos. “Fue un desafío importante, que hemos superado. Hoy tenemos 280 personas capacitadas en cinco cooperativas y seis empresas”, enfatizó.
Con el Programa de Normas de BPM “se asegura la inocuidad y calidad del producto y se fortalece la imagen de los establecimientos yerbateros”, explicó el técnico Gabriel Di Cianni, de Inti-Misiones, quien brindó las capacitaciones e invita a sumarse a las jornadas de este año.  “Se hace foco en el mantenimiento de la planta, en la limpieza, en las condiciones del agua, tanto el agua que se usa en el proceso como para consumo y en la seguridad del personal”, detalló el profesional.
Los secaderos que ya han recibido la capacitación “están ahora transitando el camino de la innovación; pueden ahora implementar los conocimientos que hemos transferido y que una vez efectivizado, mejora la gestión productiva tanto en la parte del proceso como de la calidad, y así lograr la certificación”, destacó Acosta, al tiempo que recordó que éste “es un paso necesario; el sector yerbatero necesita aplicar una mejora continua en toda su cadena y lograr mayor eficiencia. Hay que estar preparados para los cambios que se vienen”.

Innovar para crecer

La Cooperativa Yerbatera Dos de Mayo Limitada, localizada en ruta nacional 14 y acceso a Picada Indumar, en Dos de Mayo, ya logró implementar y alcanzar una certificación en Buenas Prácticas de Manufactura en la elaboración de té y ahora busca alcanzar el mismo objetivo para la yerba mate. “La cooperativa se inició en el año 1992 con 80 socios; hoy tiene 160 socios de yerba mate y está trabajando con 400 productores, a quienes compramos el producto”, relató el secretario del consejo de administración de la entidad, Ricardo Francisco Drozenski. Tras anunciar que trabajan para cumplir con la BPM en el sector yerba mate, enfatizó que han tomado la decisión de “buscar siempre el avance tecnológico para salir adelante. Los mercados son muy exigentes y hay que acompañar con mejoras constantes”. Para el cooperativista, “la clave para crecer es salir con un buen paquete, una buena calidad, y la importancia de esta capacitación se va a notar con el tiempo porque van a exigir cada vez más la buenas prácticas”.