Más de 500 muertos en diez días de ofensiva en Alepo

Jueves 11 de febrero de 2016

El Ejército sirio ayudado por la aviación rusa reforzaba ayer su control sobre la provincia de Alepo, en el décimo día de su ofensiva que ha dejado más de 500 muertos y obligado a huir a decenas de miles de civiles, bloqueados ahora en la frontera turca.
Aunque las esperanzas de resolver políticamente el conflicto son mínimas, representantes de 17 países y de tres organizaciones se reúnen hoy en Múnich para intentar reactivar el proceso diplomático, tras el fracaso de las negociaciones de paz en Ginebra.
Pero la participación de ambas partes del conflicto en una nueva ronda de diálogos, prevista el 25 de febrero, parece difícil de realizarse, sobre todo después de que ayer la oposición siria anunciara que no volverá a la mesa de negociaciones si no se levanta el sitio de varias ciudades sirias y se detienen los bombardeos.

Miles de civiles, mayoritariamente mujeres y niños, viven en campamentos saturados cerca del puesto fronterizo de Oncupinar, único punto de paso accesible entre el norte de la provincia de Alepo y Turquía, cerrado desde hace meses.
Médicos Sin Frontera (MSF) advirtieron que el sistema de salud en esta región devastada por la guerra, está "a punto de colapsar".
Abdel Karim Bahlul, uno de los afortunados en haber logrado entrar a Turquía, describe una "situación horrible en Tall Rifaat y en los pueblos al norte de Alepo".
"Los niños mueren bajo los bombardeos, de hambre y frío. La gente está en las carreteras, y no tiene dónde ir. Los bombardeos rusos han parado la vida en Tall Rifaat y otros pueblos. Sólo hay sangre, matanzas y ruinas", dijo.
MSF dijo estar "particularmente preocupado por la gente que vive fuera de los campamentos y que no han recibido casi ninguna ayuda". "Cualquier escalada en los combates agravará la crisis humanitaria en la zona", advirtió esta ONG.
Nuevos camiones cargados de alimentos y medicamentos pudieron cruzar ayer la frontera.
En el terreno militar, combatientes del régimen y rebeldes libraban intensas batallas en la localidad de Tamura mientras la aviación rusa lleva a cabo nutridos bombardeos contra varias localidades, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
Desde el inicio de su ofensiva el 1 de febrero, el régimen de Damasco, apoyado por el Hezbolá libanés y milicianos iraníes, ha retomado varios sectores en el norte de la provincia de Alepo y asedia ahora a los insurgentes en los barrios del este de la ciudad homónima, donde viven unos 350 mil civiles.


París y Londres piden el cese de los ataques
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS. Francia y el Reino Unido exigieron ayer a Rusia que cese sus bombardeos sobre la ciudad siria de Alepo y que el régimen sirio permita un más fácil acceso de su población a la ayuda humanitaria, antes de una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU.
"El régimen y sus aliados deben respetar sus obligaciones humanitarias: detener los bombardeos ciegos, levantar los sitios (de las ciudades sirias) y aceptar un acceso humanitario total", afirmó el embajador francés ante la ONU, François Delattre.
"No es un favor lo que pedimos, es una obligación absoluta con el derecho internacional", dijo el diplomático antes de consultas a puertas cerradas en el Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en Siria y en la víspera de una conferencia internacional en Múnich (Alemania).
La sesión del Consejo fue solicitada por Nueva Zelanda y España para tratar la suerte de miles de refugiados sirios provenientes de Alepoy bloqueados en la frontera turca. Según diplomáticos, no se espera ninguna declaración tras la reunión.
Por su lado, el embajador británico, Matthew Rycroft, dijo que esperaba "una respuesta adecuada de Rusia a las preocupaciones" sobre la situación humanitaria durante la conferencia de Múnich hoy.


El "infierno" de Alepo bajo las bombas
KILIS, TURQUÍA." ¿Los bombardeos? Nadie puede describir eso". En una cama del hospital turco de Kilis (sur), Mahmud Turki cuenta cómo su vida se convirtió en un "infierno" cuando el Ejército sirio, apoyado por Rusia, lanzó su ofensiva contra Alepo.
Una noche, cuando el sol se ponía sobre Minigh, al norte de Alepo, este campesino de 45 años miraba la televisión desde su canapé después de haber cenado con su familia. De repente, el fuego ruso cayó sobre su casa.
"Me desmayé", recuerda Mahmud, con cicatrices en todo el cuerpo y varios puntos de sutura en la cabeza. "El tejado se derrumbó sobre mí y sobre mis hijos. Recuerdo la voz de mi esposa que me preguntaba si estaba vivo o muerto", añade. "Fue un momento terrible".
Como decenas de miles de civiles que huyeron de la batalla de Alepo, Mahmud tomó la ruta del norte hacia la frontera turca. Todos se hacinan en campamentos improvisados a la espera de poder pasar.
El viernes, él y unos cuantos consiguieron cruzar la frontera para ser atendidos.
En una habitación cercana, Alaa Najar se recupera poco a poco de una herida en el hombro. l también fue víctima de un ataque aéreo contra Marea, justo al norte de Alepo.
"Era un infierno. No podíamos soportar más los bombardeos. Ni nuestros animales aguantaban", describe y afirma que había al menos cuatro por día. "Tengo un gatito. Cuando oía el ruido de los aviones corría a esconderse debajo de la cama. Si incluso los animales tienen tanto miedo, cómo lo van a soportar los humanos!".
El Ejército ruso intervino en Siria en septiembre pasado en apoyo del presidente sirio Bashar al Asad. Moscú afirma que se trata de una operación contra el Estado Islámico (EI) y los otros grupos yihadistas en guerra contra el régimen.
Los países occidentales acusan a Rusia de atacar también a la oposición considerada democrática.
"La situación es mala", dice Mohamad, un combatiente rebelde herido en una pierna y un dedo que logró cruzar la frontera turca el martes apoyado en muletas.
"La gente huye. La ciudad quedó completamente destruida por los bombardeos aéreos rusos", añade este hombre de 30 años que afirma haber perdido a su padre en un ataque ruso. "Estamos asediados por los rusos, los kurdos al oeste, Dáesh (el grupo Estado Islámico) al este y el régimen (sirio)".
Antes de la guerra civil, Alepo era el pulmón económico de Siria. Una ciudad activa, rica en monumentos como el zoco y su ciudadela. Desde mediados de 2012, fue devastada por combates sangrientos y está dividida entre rebeldes, al este, y el Ejército regular, al oeste.
El régimen lanzó hace ocho días esta ofensiva que amenaza a la insurgencia pero también a los 350 mil civiles de los barrios bajo su control, quienes podrían quedar privados de comida, agua y combustible.
Mahmud Turki llegó a Turquía en ambulancia. Su familia pudo reunirse con él tres días más tarde. Una suerte. Su hija Raghad y su hijo Musa también quedaron bloqueados bajo los escombros y padecen fracturas craneales.
"¿Quién nos atacó?", pregunta el padre al hijo. "Los bombardeos de Bashar", le responde el niño de 4 años.
Turki denuncia la pasividad del mundo. "No hay comunidad internacional, ni ONU, ni Ginebra (escenario de las negociaciones de paz). Las oenegés son una mentira, el Consejo de Seguridad es una mentira".


Turquía mantiene cerrada la frontera

El primer ministro turco Ahmet Davutoglu calificó ayer de "hipócritas" los llamados a abrir su frontera a los miles de refugiados sirios que huyen de la ofensiva del régimen, apoyado por Rusia, contra los rebeldes en Alepo.
"Creo que es hipócrita que algunos digan a Turquía que 'abra sus fronteras' cuando no dicen a Rusia que 'ya basta'" afirmó Davutoglu en visita a La Haya para entrevistarse con su homologo holandés Mark Rutte.
Según Naciones Unidas, unos 31 mil sirios, en un 80% mujeres y niños, han huido hacia la frontera turca de la región de Alepo desde que el régimen, con el apoyo de la aviación rusa, lanzara una ofensiva el 1 de febrero. Naciones Unidas y varios países han instado a Turquía a abrir su frontera a estos refugiados civiles que abarrotan los campos de desplazados en el norte de Siria.
A pesar de los llamados de la comunidad internacional, Ankara mantiene cerrado el puesto fronterizo de Oncupinar, el único paso accesible entre el norte de la provincia de Alepo y Turquía.