Mantener la idea, la misión

Miércoles 20 de septiembre de 2017
Diego Caballero fue uno de los misioneros que fue titular en la Franja. | Foto: Sixto Fariña

La idea de Sebastián Pena ya es conocida para el que habitualmente va al Clemente Argentino Fernández de Oliveira. Ni hablar si tuvo la posibilidad de ver alguno de los partidos que la Franja jugó fuera de casa durante 2017.
La pelota contra el piso. El ‘5’ (en este caso Fioravanti) como eje central del juego y la paciencia en los últimos metros para llegar con varios jugadores al área rival.
El domingo Guaraní se ajustó bien a dos de esas premisas durante gran parte del juego ante Altos Hornos Zapla. A las dos primeras más precisamente, pero falló en la última y eso lo dejó con las manos vacías.

Por momentos el equipo tuvo el rendimiento que tanto gustó en la última parte del torneo anterior. Ese andar que primero lo salvó de descender al torneo Federal B y que luego lo llevó a soñar con el ascenso. Anhelo que se frustró por los penales, siempre injustos.
Pero se notó ante el equipo jujeño que Guaraní no tuvo amistosos de jerarquía durante la pretemporada. Las goleadas ante Athletic de Encarnación y Sporting de Santo Pipó sirvieron para aflojar las piernas y llegar con “algo” de fútbol al debut.
Disimuló bien durante un tiempo esa falta de rodaje, de conexiones entre los jugadores. Aunque en un momento le pasó factura y el ejemplo más claro fue el gol de Altos Hornos, que arrancó con un error de la defensa franjeada.

Mirar para adelante
El punto malo de Guaraní estuvo arriba. De tres cuartos para adelante. Los de Villa Sarita tuvieron la pelota, pero a la hora de generar chances claras no pudieron.
Abusaron de los centros para un Pablo Ostrowski, que apenas tuvo dos cabezazos y que no pudo bajar una pelota clara para Almirón, Caballero o Encina.
Ese será el punto urgente a solucionar, porque, más allá de que sea una obviedad, al fútbol se gana con goles y Guaraní, a priori, tiene con qué.
Caballero, Encina y Almirón deberán estar listos para que, en el momento necesario, ser la sorpresa para la defensa rival y aparezcan sus gritos.
Bien por la idea de Guaraní, por animarse a buscar en un torneo que muchas veces te pone enfrente a equipos mediocres y sin ganas de tratar bien a la redonda.
Mal por nublarse en los últimos metros y no tener la suficiente paciencia para llegar al gol.
Lo bueno es que será un campeonato largo y que la Franja tendrá la oportunidad de aceitar su once y ganar confianza partido a partido. Lo bueno también es que Pena ya le metió en la cabeza el camino a seguir y, de ahora en más, tendrá que trabajar sobre los errores.

Por Diego Vain