Luego de una jornada de tensión, se normalizó el transporte urbano

Jueves 3 de septiembre de 2015
En medio del conflicto, los usuarios sufrieron demoras y muchos llegaron tarde al trabajo. | Foto: Julián Grondona

El servicio de transporte urbano de pasajeros se prestará hoy con normalidad, luego de una jornada caracterizada por la tensión, la incertidumbre y el malestar de los usuarios por un posible paro de la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), que reclama una actualización salarial.
Durante toda la jornada de ayer los colectivos circularon con guardias mínimas y hubo retrasos en buena parte de las líneas de Posadas, Garupá y Candelaria.
El conflicto se originó en un retraso en el pago de parte de los sueldos que debe efectuarse con fondos provenientes de subsidios nacionales.

En la tarde de ayer, el gobierno provincial y los Empresarios Unidos del Transporte Automotor (Euta) acordaron abonar hoy una de las actas adeudadas a los choferes afiliados a la UTA y por ese motivo resolvieron levantar la asamblea permanente que comenzó en la madrugada, a la espera de soluciones.
En el medio hubo tensión, cruce de acusaciones e incertidumbre en los pasajeros.
El compromiso al que se arribó implica abonar el acta de julio adeudada a los conductores y en los próximos días el acta de agosto y el retroactivo de 1500 pesos pedido por el gremio.
Desde la Provincia explicaron que el retraso se debió a “trámites normales” que se deben realizar cuando se trata de fondos de Nación y se aclaró que “nunca se retuvieron los fondos enviados por el Ministerio del Interior y Transporte”.

Un día tenso
La primera asamblea comenzó a las 5 de la mañana, con el primer turno de trabajo, y desde entonces los choferes se mantuvieron en asamblea permanente y esperaron hasta al anochecer.
“Tenemos paciencia para que después no digan que somos malos”, dijo en la mañana Horacio Álvez, secretario general de UTA Filial Misiones. En ese sentido explicó que el 15 de agosto Nación destinó fondos que no repercutieron en el bolsillo de los colectiveros del servicio urbano: “Se trata entre 7 mil  y 8 mil pesos para cada empleado, dependiendo de la antigüedad”.
El gremialista reconoció que “todos los meses hay atrasos”, pero advirtió: “Ahora ya se atrasaron mucho y son dos meses”.
Al plazo limite original del mediodía de ayer se lo modificó hasta la tarde, y el paro era una posibilidad latente.
Por su parte, el vocero de Euta, Héctor Barboza, sostuvo que el malestar surgió porque desde la sede central de UTA se informó a los choferes que el dinero había llegado a la provincia hace tiempo, pero no había explicaciones de por qué las empresas no los reciben.
En las calles, los retrasos, sobre todo a primera hora, y el malestar convivían con la inquietud.
“Yo sólo me movilizo en colectivo y hoy llegué tarde a mi trabajo porque no sabía nada de esta medida”, destacó en la Estación de Transferencia una empleada administrativa de una de las empresas prestatarias del servicio.
Otra pasajera del transporte urbano, Emilia, comentó: “A mí me afecta muchísimo el paro, porque vivo en Villalonga y allá encima que hay pocas frecuencias, imagínense lo que pasa cuando no hay unidades”
De su lado, Andrea agregó: “Ni me enteré de que podría haber paro, no sé qué voy a hacer si ocurre uno sorpresivo, porque yo me manejo sólo en colectivo”.