La hija del Che visitó aldeas mbyas y atendió cuadros respiratorios

Miércoles 27 de mayo de 2015

La doctora Aleida Guevara March, especialista en pediatría e hija Ernesto “Che” Guevara, visitó por primera vez la provincia e indicó que las afecciones más comunes son las enfermedades respiratorias y de la piel.
La doctora cubana visitó Misiones, invitada a través de las Brigadas Che Guevara y la Fundación Un Mundo Mejor es Posible, entidad sin fines de lucro con asiento en la provincia de Córdoba y financiada por el gobierno de Cuba.
Durante su estadía, recorrió las comunidades mbyas ubicadas en la Reserva Guaraní en la localidad de El Soberbio. La doctora estuvo una semana en las aldeas Itá Pirú y Caramelito, y estuvo trabajando junto a un grupo de médicos argentinos y cubanos.

Con respecto al estado de salud de la comunidad aborigen, la doctora precisó -como pediatra- que las enfermedades más comunes son las afecciones respiratorias y las infecciones de la piel.
“Ellos tiene la costumbre de andar descalzos. A mí, como pediatra, eso me pone histérica, porque en los adultos está bien, pero los niños son muy sensibles a los cambios de temperatura. También porque hay mucha humedad en la tierra. Cuando llueve, hay que lograr que se pongan sus zapatitos para protegerlos de los estados gripales”.
Otra de las cuestiones que señaló es que, debido a la falta de agua potable, se registran muchos casos de infecciones cutáneas. “Hay poblaciones que están muy lejos de las tomas de agua. Lo que más he visto yo en estos días fueron lesiones infectadas, porque se rascan la picadura del insecto con manos sucias y eso provoca la infección”.
Ayer,  en el marco de la presentación del libro de Sebastián Tiozzo Crónicas de un médico en el Amazonas, Aleida brindó una conferencia de prensa en Posadas y habló sobre la labor que lleva adelante con distintas comunidades aborígenes de Latinoamérica, la cual calificó de muy difícil sobre todo por su resistencia tras 500 años de explotación e ignominia.
“Es muy duro el trabajo, las situaciones son muy difíciles, hay una fuerza extraordinaria en esos pueblos. Queda mucho por enseñar y aprender. Yo llevo un año trabajando en estas aldeas, se siente que hay un respeto mutuo y afecto”.  
Sobre su estadía en la selva misionera, la doctora contó que “me han picado mosquitos por todos lados, pero el placer de estar junto a ellos no te importa lo que podamos pasar, porque estamos haciendo algo útil, algo realmente humano y eso te satisface como persona y como personal de la salud”.
Asimismo, la hija del revolucionario argentino confesó su orgullo por el trabajo que están realizando los jóvenes egresados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (Elam) de La Habana en las comunidades aborígenes.
“Como médico, una cosa muy bonita, sobre todo porque viene de jóvenes formados en mi pueblo y por eso me siento muy orgullosa”.
Además, Guevara March destacó que lo más importante es el derecho del ser humano a ser atendido con dignidad y explicó que “eso es lo que estos jóvenes aprendieron en Cuba y ahora están tratando de aplicarlo a la población. Ellos se mantienen firmes y están dando el servicio que realmente merece su pueblo”, agregó.

Una médica revolucionaria
En relación al sistema de salud argentino, la doctora cubana opinó que los distintos colegios médicos que hay, no sólo en el país, sino también en Latinoamérica, son muy reaccionarios.
“Son personas que están protegiendo una cúpula y lo han dicho. En Córdoba estamos inaugurando el Hospital Doctor Ernesto Che Guevara oftalmológico para el pueblo argentino y totalmente gratuito. Uno de esos colegios dijo que a ese hospital hay que prohibirlo, extirparlo, que ‘es como un cáncer, nos va a quitar los clientes’. Usaron la palabra ‘cliente’. Para nosotros, son pacientes, no clientes. Pacientes que necesitan el servicio médico, no vamos a cobrarles absolutamente nada”.
En consecuencia, la médica revolucionaria opinó que el cambio tiene que empezar en el pueblo.
“El cambio solamente lo pueden decidir ustedes, nosotros decidimos que la salud es un derecho del pueblo y luchamos por mantenerlo así, ahora ustedes tiene que decidir qué es lo que tienen que hacer y solamente ustedes los argentinos podrán hacerlo”.
En un momento emotivo, al recordar a su fallecido padre, Aleida lo citó como el médico que fue. “Mi papá siempre decía que el médico de aldea o del campo, en primer lugar se tiene que ganar la confianza de las personas. Y no te la ganas diciendo esto hay que hacer así o de esta otra manera, te ganas la confianza trabajando con las personas”.