La convención demócrata empezó en medio de un gran escándalo

Martes 26 de julio de 2016
Hillary Clinton, ayer en medio del tenso clima en la convención. | Foto: AP
La convención del Partido Demócrata en la que se designará oficialmente a Hillary Clinton como candidata a la Casa Blanca, comenzó ayer en Filadelfia con un evidente ambiente de crisis y tensa división interna, a pesar de los constantes llamados a la unidad por parte del senador Bernie Sanders.
El inicio de los trabajos en el Wells Fargo Center, en Filadelfia, estalló en un ensordecedor duelo entre los seguidores de Clinton y los delegados de Sanders, con impresionantes abucheos y vítores de aprobación a la ex secretaria de Estado.
"Bernie, Bernie", estallaban en las gradas los delegados de Sanders cada vez que el nombre de Clinton era pronunciado en el estrado de los oradores, mientras que al coro le respondía otro igualmente ruidoso: "Hillary, Hillary".
La secretaria encargada de coordinar tareas en la Convención, la legisladora Marcia Fudge, intentó tímidamente pedir a los delegados respeto por los discursos, pero el coro se tornó aún más ensordecedor.
El partido, que pretendía hacer de esta convención nacional una fiesta de su unidad interna, llegó profundamente dividido, aunque Sanders hizo ayer un dramático llamado a sus seguidores a votar por Clinton en las elecciones de noviembre.
Pero la crisis se tornó indisfrazable en el partido. El martillazo que dio inicio a los trabajos fue dado por la secretaria del Comité Nacional Demócrata y alcaldesa de Baltimore, Stephanie Rawlings Blake, ya que la presidenta del partido, Debbie Wasserman Schultz, renunció el domingo.
En la mañana de ayer, Wasserman Schultz intentó pronunciar un discurso ante delegados por el estado de Florida -que ella representa en la Cámara Baja del Congreso- pero los abucheos e interrupciones la obligaron a salir escoltada del escenario.
Por su parte, Sanders tuvo que escuchar abucheos de sus propios seguidores al pedirles que voten por la ex secretaria de Estado, ya que la prioridad es derrotar a Trump.

Filtraciones
Sanders y Wasserman Schultz son las figuras centrales del espectacular escándalo que sacudió al partido en la víspera de una convención nacional.
La crisis mostró el rostro el viernes con la publicación en el sitio WikiLeaks de casi 20.000 emails internos de altos dirigentes del partido en los que se muestra una postura favorable a Clinton en las primarias.
Este favoritismo fue algo que Sanders había denunciado en varias ocasiones.
Por su parte, la presidenta interina del Comité Nacional del partido, Donna Brazile, dijo a la prensa que hay más correos que saldrán a la luz y adelantó que probablemente habrá en ellos "muchas cosas por las que tendremos que pedir disculpas".
Instantes después del inicio de la Convención, el Comité Nacional emitió una nota oficial en que presentó un "profundo y sincero" pedido de disculpas a Sanders por el episodio, y garantizó estar "tomando medidas para asegurar que esto nunca más ocurra nuevamente".
El entorno de Clinton sugirió que los piratas rusos que se sospecha robaron los mensajes, lo hicieron para ayudar a Donald Trump. "Es preocupante", dijo su director de campaña, Robby Mook, en la televisora ABC.
Pocas horas antes del inicio de la convención, el FBI anunció que investigará el robo de los correos electrónicos. El organismo "está trabajando para determinar la naturaleza y el alcance" del ciberataque a los servidores de correo del Comité Nacional Demócrata, indicó en un comunicado.
Sanders no escondió la enorme irritación ante un escándalo que demostró que tenía razón con sus quejas durante la primaria, pero ayer enfrentó a sus propios delegados para explicarles que ahora la prioridad es impedir que Trump llegue a la Casa Blanca.

Sondeos
Un sondeo realizado por la cadena CNN y divulgado ayer muestra a Trump por delante de Clinton en escenarios que consideran un duelo directo, y otro en que le suman la candidata del Partido Verde, Jill Stein, y el libertarista (anarcoliberal) Gary Johnson.
En el choque directo, Trump tiene una ventaja de 48% a 45% en intención de voto, pero en un escenario de cuatro candidatos supera a Clinton por cinco puntos (44% a 39%), según el sondeo.
A pesar de las altas temperaturas, el centro de Filadelfia fue tomado el domingo por miles de manifestantes, muchos más y mejor organizados que los grupos que protestaron durante la convención republicana en Cleveland.