Italia presiona a Europa por la situación de los refugiados

Domingo 23 de julio de 2017

Italia respondió con fuerza a varios de sus vecinos del este que le reclaman detenga la llegada de migrantes a su territorio, y sigue presionando a Europa para que asuma su parte en la gestión de la crisis de refugiados.
El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, dijo que no acepta “las lecciones ni las palabras amenazantes” de vecinos en materia de política migratoria. “Cumplimos con nuestro deber y queremos que el conjunto de Europa haga lo mismo”, afirmó, en una alusión a las demandas de Austria y de cuatro países vecinos (Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría) para que Italia cierre sus puertas a los migrantes.
La última procedía del primer ministro húngaro, Viktor Orban, quien se erigió en el portavoz de sus homólogos de Polonia (Beata Szydlo), República Checa (Bohuslav Sobotka) y Eslovaquia (Robert Fico), al evocar una carta conjunta dirigida a Gentiloni. En ella, los cuatro dirigentes ofrecen su ayuda financiera- a la Unión Europea (UE). Proponen crear mejores condiciones en los centros de acogida situados fuera de Europa y abandonar la repartición forzada de migrantes entre los países del continente. 

En su intervención, Viktor Orban fue aún más lejos, y consideró que Italia tiene dos opciones, o “cerrar sus puertas” o aceptar la ayuda que se les ofrece. Orban dijo que respalda la reciente propuesta de los ministros de Interior alemán e italiano, quienes “dijeron que la inmigración debería ser detenida en Libia”, sin excluir la opción militar para lograrlo.
El jueves fue el ministro austríaco de Relaciones Exteriores, Sebastian Kurz, el que pidió a Italia no seguir enviando al resto del continente a los migrantes que desembarcan en sus islas. Viena lanzó a principios de julio la amenaza de un despliegue de militares en su frontera con la península italiana si el flujo de migrantes no se reducía. Aunque sigue asegurando que continuará haciendo “sus deberes” en materia de acogida con los migrantes, Italia presiona desde hace varios meses a sus socios europeos para que demuestren más solidaridad. El país se queja a menudo de no recibir suficiente apoyo de la UE frente a un flujo sin precedentes de migrantes, un frente en el que está en primera línea. Según las últimas cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), 111.514 migrantes y refugiados llegaron a Europa por mar desde el 1° de enero, y el 85 por ciento de ellos lo hicieron en Italia. Unos 2.360 murieron en la travesía.

Llegar desde Francia a Inglaterra   
Cubierto con una bolsa de basura para protegerse del frío y de la lluvia, Abdul pasa de un escondite a otro para sobrevivir en Calais en espera de poder cruzar a Inglaterra algún día con otros 70 migrantes. El eritreo, de 21 años, llegó a esta ciudad del norte de Francia “hace cinco meses”, tras haber pasado por el Centro de Acogida construido después de que a finales de octubre se desmantelara la “jungla”, la barriada de chabolas y tiendas de campaña en la que vivían entre 6.000 y 8.000 migrantes. “Ya no me queda nada para pagarle a quien pueda ayudarme a pasar, he agotado mis ahorros”, dice. Su   prioridad: “Inglaterra a cualquier precio”. Los migrantes suelen  hablar inglés y el Reino Unido es el destino predilecto de miles de ellos, que esperan encontrar allí trabajo más fácilmente o reunirse con sus familiares. Para alcanzar este sueño, los migrantes, la mayoría de África del Este, tienen que moverse constantemente.